Pregunta
¿Quién era Juan de Damasco?
Respuesta
Juan de Damasco (675-749 d. C.) fue monje, sacerdote, poeta, filósofo y teólogo de la Iglesia ortodoxa griega. Se le considera uno de los padres de la Iglesia ortodoxa griega y doctor de la Iglesia en la Iglesia católica. También se le considera santo en ambas iglesias.
Juan nació en el seno de una familia cristiana en Damasco, Siria, cuando Siria estaba bajo control musulmán (Siria fue conquistada por las fuerzas musulmanas en 630). Su padre representaba a los cristianos en los tribunales, y Juan acabó siguiendo los pasos de su padre, representando a los cristianos. Entre los 30 y los 40 años, Juan abandonó Damasco para ingresar en un monasterio cerca de Jerusalén.
Juan de Damasco es quizás más conocido por su oposición al iconoclasmo. Hoy en día, un iconoclasta es cualquiera que ataca creencias o prácticas muy valoradas. La palabra se refería originalmente a alguien que destruía literalmente (o abogaba por la destrucción de) los iconos, que eran imágenes utilizadas en el interior de las iglesias. En la Iglesia occidental, las imágenes —estatuas tridimensionales— se exhibían a menudo en los edificios eclesiásticos. En la Iglesia oriental, en lugar de imágenes tridimensionales, se exhibían elaboradas imágenes bidimensionales llamadas iconos. Las razones para oponerse a los iconos (imágenes) o a las imágenes (estatuas) eran las mismas en principio: las representaciones de cosas creadas o de Dios están prohibidas por el segundo mandamiento. Había quienes en la Iglesia se oponían a la iconografía, y la práctica musulmana también la prohibía. En la época de Juan, crecía la oposición al uso de iconos por parte de algunos miembros de la Iglesia y del Islam. Entre los años 726 y 730 d. C., Juan escribió Tratados apologéticos contra quienes denigran las imágenes sagradas, una defensa de los iconos como ayuda devocional.
Juan también escribió himnos y poesía, incluido un himno que todavía se canta a menudo, incluso en las iglesias protestantes: "Venid, fieles, elevad vuestra voz". Parte de la poesía de Juan de Damasco se ha incorporado a la liturgia ortodoxa griega. También escribió comentarios sobre las epístolas de Pablo y las vidas de los santos.
Juan también escribió una extensa obra filosófica y teológica titulada La fuente del conocimiento. En esta obra aplicó la filosofía de Aristóteles a la teología (una gran influencia en Tomás de Aquino), atacó las herejías, expuso doctrinas cristianas clave como la Trinidad, la creación y la Encarnación, y presentó pruebas de la existencia de Dios. Juan también expuso las doctrinas de la Inmaculada Concepción y la Asunción de María. En la Iglesia católica, a veces se le conoce como el Doctor de la Asunción.
Juan no era un pensador original, pero expuso la teología de la Iglesia ortodoxa griega de forma sistemática, y sigue siendo una autoridad en la Iglesia ortodoxa griega actual.
Obviamente, los protestantes evangélicos tendrían mucho con qué discrepar en los escritos de Juan de Damasco. Sin embargo, aún podemos cantar una de sus canciones, y a menudo lo hacemos en Semana Santa:
Venid, fieles, alzad la voz
¡de alegría triunfante!
Dios ha sacado a Israel
de la tristeza a la alegría,
desatado del amargo yugo del faraón
a los hijos e hijas de Jacob
los condujo con pie impasible
a través de las aguas del Mar Rojo.
Hoy es el manantial de las almas:
Cristo ha roto su prisión,
y de tres días de sueño en la muerte
como un sol ha salido.
Todo el invierno de nuestros pecados,
largo y oscuro, vuela
de la Luz a quien damos
laud y alabanza eternos.
Ni las puertas de la muerte
ni el oscuro portal de la tumba,
ni los vigilantes, ni el sello,
retenerte como a un mortal:
pero hoy, entre los tuyos,
apareces, otorgando
tu profunda paz, que cada vez más
sobrepasa el conocimiento humano.
Aleluya. Ahora clamamos
a nuestro Señor inmortal,
que, triunfante, rompió los barrotes
del oscuro portal de la tumba;
¡Aleluya! Con el Hijo,
alabando a Dios Padre;
¡Aleluya! De nuevo
al Espíritu elevando.
(traducido por J. M. Neale)
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