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Pregunta

¿Quiénes eran los Valdesianos y en qué creían?

Respuesta


Los Valdesianos (también llamados Valdenses o Vaudois) fueron un grupo religioso que surgió a finales de la Edad Media y que ahora se considera precursor de la Reforma Protestante. Al principio, los Valdesianos eran simplemente un grupo de predicadores laicos itinerantes dentro de la Iglesia Católica Romana, pero con el paso del tiempo y ante la creciente persecución, rompieron con el catolicismo y adoptaron el calvinismo.

La mayoría de las historias remontan el origen de los valdenses a Pedro Valdo (también llamado Valdés), un rico comerciante de Lyon, Francia. En 1174, Valdo renunció a su riqueza, comenzó a regalar su dinero y se comprometió a vivir una vida de pobreza voluntaria a partir de entonces. En 1176, Valdo se convirtió en predicador itinerante. Otros se unieron a su grupo y se les conoció como los Pobres de Lyon. Aunque los primeros valdenses todavía se consideraban católicos romanos, pronto tuvieron problemas con la Iglesia establecida por dos razones: no tenían formación formal como clérigos y repartían Biblias en lengua vernácula (en lugar de en latín). Los responsables de la Iglesia dijeron a Valdo y a sus Pauperes ("Pobres") que dejaran de predicar sin el consentimiento del clero local.

Sin embargo, los valdesianos continuaron predicando, vistiendo ropas ásperas y sandalias y predicando el arrepentimiento. Un predicador valdense itinerante era conocido como barba y podía ser tanto hombre como mujer. Los barbes enseñaban la pobreza, la responsabilidad individual y la abnegación, y promovían el evangelismo a través de la predicación pública y el estudio personal de las Escrituras (en el propio idioma). Los valdesianos amaban la Biblia e insistían en que esta era su única autoridad; al mismo tiempo, criticaban públicamente la corrupción del clero católico romano. Los valdesianos rechazaban muchas de las tradiciones supersticiosas del catolicismo, incluidas las oraciones por los muertos y el agua bendita, y se pronunciaban en contra de las indulgencias y la doctrina del purgatorio. Decían que la comunión era un memorial de la muerte de Cristo, no un sacrificio. No seguían el calendario de la Iglesia en lo que respecta a los días de ayuno, y se negaban a inclinarse ante los altares, venerar a los santos o tratar el pan "santo" como santo. En resumen, se podría decir que los valdesianos iniciaron un movimiento de reforma anterior a la Reforma.

El enfoque de los valdesianos de volver a la Biblia atrajo a muchos, y el movimiento se extendió rápidamente a España, el norte de Francia, Flandes, Alemania, el sur de Italia y, y hasta Polonia y Hungría. Pero la Iglesia católica no acogió con agrado el llamamiento de los valdesianos a la reforma. En 1181, el arzobispo de Lyon excomulgó a los valdesianos. Tres años más tarde, el papa los declaró herejes. En 1215, el IV Concilio de Letrán declaró anatema la doctrina valdense.

En la década de 1230, la persecución contra los valdesianos se intensificó y se prolongó durante trescientos años. En algunas zonas, los valdesianos se enfrentaban a la pena de muerte si se negaban a retractarse, y la inquisición comenzó a buscar intensamente a los líderes de los distintos grupos valdensianos. Los valdesianos pasaron a la clandestinidad, y muchos grupos se retiraron a zonas remotas de los Alpes para sobrevivir. En 1487, el papa Inocencio VIII declaró una cruzada contra dos grupos valdenses de los Alpes Cottianos, en la frontera entre Francia e Italia, y muchas aldeas fueron devastadas. En abril de 1545, dos pueblos valdenses de Francia, Merindol y Cabrieres, y veintiocho aldeas más pequeñas, fueron atacados por tropas enviadas por el cardenal Tournon, arzobispo de Lyon. Los pueblos fueron destruidos, las mujeres violadas y unas cuatro mil personas asesinadas. En respuesta a una persecución tan severa, muchos valdesianos huyeron a Ginebra, Suiza, donde encontraron refugio con Juan Calvino.

Con el tiempo, la mayoría de los valdesianos se unieron a las iglesias de la Reforma, como la presbiteriana, la luterana o la reformada. Pero hoy en día todavía existen iglesias valdenses en Alemania, Italia, Uruguay, Argentina, Estados Unidos y otros lugares.

Los valdesianos son recordados por su valentía durante un período oscuro de la historia, su perseverancia bajo la brutalidad del Sacro Imperio Romano Germánico, su compromiso con la autoridad bíblica y su disidencia consciente frente al error católico.

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