Pregunta
¿Quiénes son los Caballeros Hospitalarios?
Respuesta
Los Caballeros Hospitalarios, también conocidos como la Orden de los Caballeros del Hospital de San Juan, son una orden religiosa católica laica establecida oficialmente en el año 1113, que continúa existiendo hoy bajo el nombre de Soberana Orden Militar de Malta. Esta orden participa activamente en labores médicas, sociales y humanitarias en todo el mundo, especialmente en regiones afectadas por guerras o desastres naturales. Su nombre completo es Soberana Orden Militar Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta, y su símbolo es una estrella blanca de ocho puntas, que representa las ocho Bienaventuranzas enseñadas por Jesús en el Sermón del Monte.
Durante la época medieval, muchos cristianos emprendían peregrinaciones a Tierra Santa, viajes que implicaban grandes peligros por causa de los bandidos, las inclemencias del clima y los conflictos entre reinos. Para proteger y asistir a estos peregrinos, surgieron varias órdenes religiosas y militares, entre ellas los Caballeros Hospitalarios, cuya misión era brindar seguridad, atención y hospedaje a los viajeros cristianos que se dirigían a Jerusalén.
El término hospitalario proviene de hospital, palabra que deriva del latín hospitalitas, que significa "hospitalidad". En sus inicios, un hospital era más parecido a una posada donde los peregrinos podían descansar, alimentarse y reponerse. Muchos de ellos viajaban sin recursos, dependiendo completamente de la generosidad de otros creyentes. Con el tiempo, estos lugares comenzaron también a brindar cuidados a los enfermos y heridos, aunque la atención era muy básica. Este concepto se asemeja a la parábola del buen samaritano, donde el herido fue confiado a un posadero para su cuidado (Lucas 10:25–37).
Los orígenes de los Caballeros Hospitalarios se remontan a un grupo de monjes que en el siglo XI atendían un hospital en Jerusalén. En el siglo XII se construyó un nuevo hospital dedicado a Juan el Bautista, que reemplazó al anterior, destruido durante la invasión musulmana. La comunidad monástica encargada de administrar este lugar no solo ofrecía hospedaje y asistencia a los peregrinos, sino también atención a los enfermos. Con el aumento de los peligros, comenzaron a escoltar armadamente a los viajeros, convirtiéndose en una orden militar además de religiosa. En su momento de mayor esplendor en Jerusalén, los Hospitalarios llegaron a poseer siete fortalezas principales y más de ciento cuarenta propiedades. La orden se organizaba en tres grupos: los caballeros combatientes, los cuidadores y los capellanes.
Cuando Jerusalén cayó en manos musulmanas a finales del siglo XIII, los Caballeros Hospitalarios fueron expulsados y se trasladaron primero a Rodas, una isla frente a la costa de Turquía. Más tarde se establecieron en Malta, y finalmente en Roma, donde permanece su sede hasta hoy. Durante los siguientes cuatro siglos, la orden tuvo un carácter predominantemente militar, participando en diversos conflictos europeos. Sin embargo, a mediados del siglo XIX, la organización volvió a enfocarse en su misión original: la atención hospitalaria y humanitaria, esta vez con medios modernos.
Hoy, la Orden de Malta declara en su sitio web oficial que su labor es "neutral, imparcial y apolítica", y que se dedica principalmente a ayudar a los pobres y enfermos. Está dirigida por el Lugarteniente del Gran Maestre, quien ostenta el rango de cardenal en la Iglesia Católica. La mayoría de sus miembros son laicos católicos, aunque algunos son religiosos que profesan los votos de pobreza, castidad y obediencia. La orden también dirige dos conventos femeninos, uno en España y otro en Malta. Todos sus miembros deben "mantener un comportamiento cristiano ejemplar en su vida privada y pública, contribuyendo al mantenimiento de las tradiciones de la Orden". Actualmente, la Orden de Malta cuenta con unos 13.500 caballeros, damas y capellanes, además de 80.000 voluntarios permanentes y 25.000 empleados, con presencia en más de 120 países.
Si bien las obras de caridad de la Orden de Malta son dignas de reconocimiento, su teología sigue siendo católica romana, basada en la salvación por obras y en la tradición eclesiástica al mismo nivel que la Biblia. Además, en su devoción se da honor a María y a otros santos, lo que contradice el principio bíblico de que solo Cristo merece la gloria y la fe del creyente. En un discurso pronunciado durante una peregrinación en Lourdes, Francia, el Gran Maestre de la Orden declaró: "Rendimos homenaje a María con renovada pasión y dedicación" y expresó que los miembros estaban allí "para renovar nuestra fe y esperanza en María y para llevar paz y serenidad a quienes asistimos". Sin embargo, la Biblia enseña claramente que nuestra fe y esperanza deben estar solo en Jesucristo, el único mediador entre Dios y los hombres (1 Timoteo 2:5).
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