Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre la espera?
Respuesta
El mundo actual está orientado hacia la gratificación inmediata y evita la espera. Los medios de transporte modernos permiten a los pasajeros llegar a su destino en una fracción del tiempo que tomaba hace siglos. Conveniencias como el microondas o el correo electrónico aceleran la cocina y la comunicación. Incluso la transmisión del conocimiento bíblico ha pasado de un proceso laborioso de transcripción a estar disponible en pequeños dispositivos de bolsillo. Basta con encender un teléfono inteligente para tener toda la Biblia al alcance de la mano. Por todas estas razones y más, esperar suele tener una connotación negativa en nuestra sociedad. Sin embargo, la Biblia explica las bendiciones que puede traer la espera.
Esperar en el Señor
Ejercer una confianza paciente y segura en el Señor, incluso en medio de las dificultades, es la idea bíblica de "esperar en el Señor". Los creyentes saben que Dios es bueno y que está en control: "Bueno es el Señor para los que en Él esperan, para el alma que lo busca" (Lamentaciones 3:25). Él actuará en Su tiempo y, mientras tanto, Sus hijos pueden descansar: "Ciertamente ninguno de los que esperan en Ti será avergonzado" (Salmo 25:3). Además, se nos ordena esperar, y la fe lo exige: "Espera al Señor; esfuérzate y aliéntese tu corazón. Sí, espera al Señor" (Salmo 27:14). El Señor promete ayudar a quienes esperan en Él (Isaías 30:18; 40:31).
Esperar en la justicia de Dios
El rey David, aunque fue grandemente bendecido por Dios, luchó profundamente a lo largo de su vida. En el libro de los Salmos describe sus reacciones personales ante momentos de peligro. En tiempos de angustia, clamaba a Dios y buscaba protección y justicia contra sus enemigos: "Confía callado en el Señor y espera en Él con paciencia; no te irrites a causa del que prospera en su camino, por el hombre que lleva a cabo sus intrigas" (Salmo 37:7). Incluso temiendo por su vida, David decía: "Nuestra alma espera al Señor; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo; pues en Él se regocija nuestro corazón, porque en Su santo nombre hemos confiado" (Salmo 33:20–21).
Esperar respuestas a la oración
Cuando enfrentamos miedo o angustia, se nos anima a "echar toda [nuestra] ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de [nosotros]" (1 Pedro 5:7). Después de orar por un problema, nuestra tendencia es buscar de inmediato la respuesta de Dios. Sin embargo, muchas veces Él requiere un tiempo de espera antes de responder. David, buscando alivio de sus problemas, dijo: "Esperé pacientemente al Señor, y Él se inclinó a mí y oyó mi clamor" (Salmo 40:1). Aunque las respuestas a la oración no están garantizadas de inmediato, Dios promete escuchar nuestras oraciones.
Dios también prometió ayudar a quienes ni siquiera pueden encontrar las palabras para orar. El apóstol Pablo escribió: "Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos. De la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles" (Romanos 8:25–26). El Espíritu Santo acompaña a los creyentes y ora con ellos y por ellos, incluso mientras esperan una respuesta.
En otro lugar, Pablo nos da este aliento mientras esperamos: "Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza" (Romanos 5:3–4). La paciencia nos fortalece, desarrolla nuestro carácter y aumenta nuestra fe en Dios.
Esperar el regreso de Jesús y nuestra glorificación
Un tema frecuente en los días de la iglesia primitiva era el regreso de Jesucristo. A lo largo de la historia, los cristianos perseguidos y martirizados en todo el mundo esperaban el día en que su Salvador regresaría para rescatarlos. Santiago, el hermano de Jesús, animó a los primeros cristianos con estas palabras: "Por tanto, hermanos, sean pacientes hasta la venida del Señor. Miren cómo el labrador espera el fruto precioso de la tierra, siendo paciente en ello hasta que recibe la lluvia temprana y la tardía. Sean también ustedes pacientes. Fortalezcan sus corazones, porque la venida del Señor está cerca" (Santiago 5:7–8). Esperar no es fácil. Pablo dice que los cristianos "gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo" (Romanos 8:23). Mientras los creyentes esperan el día en que verán a Cristo y serán glorificados, tienen una responsabilidad: "consérvense en el amor de Dios, esperando ansiosamente la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna" (Judas 1:21).
La espera — Conclusión
El calendario de Dios no es el mismo que el de los seres humanos (2 Pedro 3:8–9). Aunque esperar es difícil y poco popular en la cultura actual, es necesario para cumplir el plan de Dios. La Biblia ofrece abundante consuelo y promete bendiciones a quienes esperan en Él.
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¿Qué dice la Biblia sobre la espera?
