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Pregunta

¿Qué dice la Biblia sobre el fastidio?

Respuesta


La palabra "fastidioso" es el término que utilizamos para describir una constante molestia o distracción. Podemos tener un dolor de cabeza fastidioso o una tos fastidiosa, es decir, esas situaciones no desaparecen. Si se usa para describir a las personas, fastidiar significa también "regañar, reprender o presionar constantemente". Los niños que no han aprendido buenos modales pueden fastidiar a sus padres sobre las reglas o los deseos. Los jefes pueden fastidiar a sus empleados por las tareas que no han completado. Y los cónyuges pueden fastidiarse mutuamente por las tareas domésticas. El fastidio puede convertirse en un hábito, incluso como un rasgo del carácter que hace que los demás no nos quieran ver. El fastidio es un comportamiento negativo y es algo que la Biblia nos dice que debemos evitar.

Los ejemplos más famosos del fastidio se encuentran en la historia de Sansón. Aunque estaba destinado a la grandeza (Jueces 13:1-5), Sansón fue necio con respecto a las mujeres. Se dejó atrapar por sus enemigos en dos ocasiones diferentes por el fastidio de las mujeres con las que se relacionaba. Jueces 14 narra la historia de Sansón casándose con una mujer filistea y cayendo en una trampa que le tendieron los malvados "porque [ella] lo estaba fastidiando con tanta insistencia" (Jueces 14:17 - NTV). Dos capítulos después, Sansón conoce a Dalila, otra filistea. Ella también fue utilizada por sus malvados compatriotas para engañar a Sansón. Sansón cedió a la petición de Dalila sobre el secreto de su fuerza, y Jueces 16:16 nos dice cómo ella prevaleció: "Día tras día lo estuvo fastidiando hasta que Sansón se hartó de tanta insistencia (NTV)". El fastidio llevó al hombre a un final trágico, ya que tenía un gran potencial para que Dios lo utilizara (versículos 21 y 30).

El libro de Proverbios tiene mucho que decir sobre la convivencia con una esposa fastidiosa (por ejemplo, Proverbios 19:13; 21:19). Proverbios 25:24 dice: "Mejor vivir solo en un rincón de la azotea que en una casa preciosa con una esposa que busca pleitos [fastidiosa]- NTV". Y 27:15 dice: "Una esposa que busca pleitos [fastidiosa] es tan molesta como una gotera continua en un día de lluvia - NTV". Una de las razones por las que el fastidio normalmente se asocia con las esposas tiene que ver con la forma en que los hombres y las mujeres están diseñados. Las mujeres tienden a ser más verbales que los hombres y resuelven los problemas, solucionan los conflictos y encuentran soluciones al hablar de ellos. Los hombres suelen ser menos verbales y más orientados a las tareas, y no responden bien cuando las mujeres intentan darles instrucciones. Cuando sus esposas piden que se haga una tarea, los maridos a veces lo entienden como una actitud mandona o un intento de control, de manera que no contestan ni se proponen hacer las cosas a su manera. La esposa, al ser verbal, insiste una y otra vez sobre ese error, y el escenario está preparado para una relación de fastidio/resistencia.

Fastidiar se puede convertir en un hábito antes de que nos demos cuenta, pero tanto el que fastidia como el que rechaza tienen cierta responsabilidad para cambiar esa práctica. En el caso de Sansón, en vez de exponer claramente sus intenciones y las razones de las mismas, permitió que las mujeres de su vida siguieran fastidiándolo. El fastidio de ellas fue favorecido por su falta de límites claros, lo que las llevó a creer que, si persistían, él cedería. Y tenían razón. Los niños aprenden a fastidiar por las mismas razones. Un padre puede acabar fácilmente con el hábito de fastidiar estableciendo límites claros y cumpliendo siempre con las consecuencias anunciadas (Proverbios 13:24; 19:18; 23:13). Los cónyuges pueden romper el ciclo del fastidio reconociendo lo que no funciona y estableciendo mejores patrones de comunicación.

Debemos cuidar nuestras palabras y hablar "Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes" (Efesios 4:29). El fastidio no es provechoso, no edifica, y no brinda ningún beneficio a los que escuchan.

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