Pregunta
¿Qué significa que hemos resucitado con Cristo (Colosenses 3:1)?
Respuesta
La Biblia enseña que todos los cristianos reciben una vida nueva en Jesucristo (ver Gálatas 2:20). Cristo vive en nosotros, y nosotros estamos vivos en Él. Jesús es el centro de nuestra existencia. Ya participamos de Su vida de resurrección porque los creyentes están "en Cristo" espiritualmente. Morimos con Él cuando murió y resucitamos con Cristo mediante Su resurrección: "Si ustedes, pues, han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. . . .Porque ustedes han muerto, y su vida está escondida con Cristo en Dios" (Colosenses 3:1-3). Saber que hemos resucitado con Cristo debería darnos una perspectiva celestial.
En Colosenses 3:1, el apóstol Pablo afirma que los creyentes "han resucitado con Cristo" como parte de su argumento contra las afirmaciones de los falsos maestros de que la salvación se basaba en seguir normas y reglamentos. En el capítulo anterior, Pablo instó a los colosenses a que no dejaran que nadie los condenara por lo que comían o bebían o por no cumplir las prácticas religiosas legalistas (ver Colosenses 2:16-23). Como cristianos, estamos muertos a los rituales externos y a las formalidades religiosas debido a nuestra unión con Jesucristo en Su muerte, sepultura y resurrección. El creyente no accede a la vida y al poder de Jesús mediante el cumplimiento de reglas externas, sino a través de una unión espiritual con Cristo. Entramos en una relación íntima y viva con Jesús que transforma radicalmente nuestra perspectiva, motivación y todo nuestro ser de adentro hacia afuera (Juan 1:12; 7:38; 15:1-8; Romanos 6:4; 7:6; 1 Corintios 6:17; 2 Corintios 5:17; Gálatas 2:20; Efesios 2:4-5; 4:20-24).
Pablo habla de que los cristianos resucitan con Cristo como una certeza pasada, presente y futura: "Pues hemos muerto y fuimos sepultados con Cristo mediante el bautismo; y tal como Cristo fue levantado de los muertos por el poder glorioso del Padre, ahora nosotros también podemos vivir una vida nueva. Dado que fuimos unidos a él en su muerte, también seremos resucitados como él (Romanos 6:4-5, NTV; ver también 1 Tesalonicenses 4:16-17). Anteriormente, Pablo dijo a los colosenses: "Pues ustedes fueron sepultados con Cristo cuando se bautizaron. Y con él también fueron resucitados para vivir una vida nueva, debido a que confiaron en el gran poder de Dios, quien levantó a Cristo de los muertos" (Colosenses 2:12, NTV).
Resucitar con Cristo es la realidad pasada del creyente. Mediante el bautismo del creyente, fuimos resucitados (tiempo pasado) con Cristo. Fuimos identificados con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. En un sentido espiritual, fuimos posicionados o colocados "en Cristo" cuando resucitó de entre los muertos.
Ser resucitado con Cristo es la verdad presente del creyente. Ahora, porque hemos resucitado (tiempo presente) con Cristo, estamos vivos para Dios y llenos de Su poder para vivir de forma agradable al Señor (Romanos 12:1-2; 14:17-18; Colosenses 1:10; 1 Timoteo 2:1-3). En Colosenses 3, Pablo subraya la importancia de nuestra relación con Jesús. Podemos vivir mejor una vida piadosa cuando comprendemos nuestra identidad en Cristo. Nuestra nueva vida en Jesús nos capacita para vivir cada día con la mirada puesta en las realidades del cielo, donde Cristo está sentado con el Padre (ver Colosenses 3:1-4). Buscamos Su reino y Su justicia en primer lugar y ponemos nuestro corazón y nuestra mente en las cosas de arriba (Colosenses 3:2; Mateo 6:33; Filipenses 4:8-9).
Como hemos resucitado con Cristo, todo lo que nos ocurre aquí en la tierra se enmarca en el contexto de la eternidad. Nuestra nueva vida en Cristo afecta a nuestra perspectiva e invade todas las experiencias de nuestro viaje terrenal, que solo es temporal (Hechos 14:22; Romanos 8:18; 2 Corintios 4:17-18; 5:4-7).
Resucitar con Cristo es la esperanza futura del creyente. Cuando Cristo vuelva, todo creyente resucitará (tiempo futuro) de entre los muertos y recibirá un nuevo y glorioso cuerpo celestial imperecedero e inmortal (Juan 11:25-26; 1 Corintios 15:20-23, 51-53; 2 Corintios 4:14; Colosenses 3:4).
En Efesios 2:1-10, Pablo expone la extraordinaria bondad de Dios hacia quienes ha salvado y resucitado con Cristo. En Su rico amor y misericordia, Dios transformó nuestros corazones muertos y desobedientes y nos dio una nueva vida cuando resucitó a Cristo de entre los muertos (versículos 1-5). "Pues nos levantó de los muertos junto con Cristo y nos sentó con él en los lugares celestiales, porque estamos unidos a Cristo Jesús. De modo que, en los tiempos futuros, Dios puede ponernos como ejemplos de la increíble riqueza de la gracia y la bondad que nos tuvo, como se ve en todo lo que ha hecho por nosotros, que estamos unidos a Cristo Jesús...Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás" (versículos 6-10, NTV).
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¿Qué significa que hemos resucitado con Cristo (Colosenses 3:1)?
