Pregunta
¿Qué representa el gallo en el cristianismo?
Respuesta
El cristianismo posee muchos símbolos reconocidos, como el pez, la paloma, el cordero y, por supuesto, la cruz. Otro símbolo antiguo, visible en lo alto de muchos campanarios de iglesias europeas, es el gallo. Diversas tradiciones cristianas ofrecen distintas explicaciones sobre cómo llegó a usarse esta figura como emblema de la fe.
En las catacumbas romanas y en tumbas cristianas de distintos lugares también se hallan representaciones de gallos. Además, en numerosas iglesias antiguas de Alemania, Escocia, Noruega, los Países Bajos y otros países se colocaron veletas con forma de gallo.
En el arte católico, el gallo suele asociarse con el apóstol Pedro, en relación con el relato evangélico de su negación de Cristo y posterior arrepentimiento. Antes de ser arrestado, Jesús le advirtió a Pedro que lo negaría tres veces antes de que cantara el gallo. Cuando este cantó, Pedro recordó las palabras de Jesús y "saliendo afuera, lloró amargamente" (Mateo 26:75). Así, el gallo representa tanto la negación de Cristo como el profundo remordimiento y arrepentimiento de Pedro, convirtiéndose en un símbolo que llama al creyente al arrepentimiento sincero.
En muchas culturas, el canto del gallo al amanecer lo transformó en un símbolo de victoria: la luz que vence a las tinieblas y la vida que triunfa sobre la muerte. Por eso, algunas iglesias ven en el gallo un emblema de la resurrección. Otras lo interpretan como un recordatorio del deber de la iglesia de anunciar la llegada de un nuevo día de gracia y perdón en Cristo.
Algunos incluso consideran al gallo un símbolo de Cristo mismo: Aquel cuya venida trajo la verdadera luz al mundo y cuya resurrección anunció el fin de la oscuridad espiritual. Así como el gallo anuncia la mañana, Cristo proclamó el amanecer de una nueva esperanza para la humanidad.
Durante la Edad Media, el gallo se convirtió en una figura muy común en las veletas de las iglesias. Su canto al amanecer lo hizo un símbolo de vigilancia y preparación, recordando al creyente la necesidad de estar alerta ante el regreso repentino de Cristo, la resurrección de los muertos y el juicio final (Marcos 13:32, 35–36). Como el gallo que espera el alba, los cristianos viven en expectación de ese glorioso amanecer.
English
¿Qué representa el gallo en el cristianismo?
