Pregunta
¿Quién era Watchman Nee?
Respuesta
Watchman Nee (cuyo nombre original era Nee Shu-tsu y adoptó el nombre inglés Henry Nee) fue un escritor, maestro y líder cristiano en China, conocido por fundar el movimiento El Pequeño Rebaño.
Nació en 1903, en el seno de una familia cristiana. A los 17 años, Nee entregó su vida a Cristo, y su conversión produjo un cambio inmediato en su comportamiento y prioridades. Rompió su compromiso con una mujer no creyente (años después se casarían, luego de que ella se convirtiera durante sus estudios universitarios). Poco tiempo después de su conversión, comenzó a predicar, enseñar, escribir y dar conferencias, y su ministerio tuvo un impacto notable. En 1928, adoptó el nombre Watchman ("Centinela") como expresión de su llamado a velar espiritualmente.
Bajo su liderazgo, surgieron grupos locales independientes, sin afiliación denominacional ni supervisión centralizada, que se reunían para estudiar la Biblia. Estos grupos fueron conocidos como "El Pequeño Rebaño", y llegaron a formar la mayor red cristiana en China antes de la revolución comunista. Sus escritos siguen publicándose bajo el título Obras Completas de Watchman Nee, además de muchos libros individuales, algunos recopilados por sus seguidores a partir de sus enseñanzas orales. Su obra más conocida es probablemente La vida cristiana normal.
En 1949, con el ascenso del Partido Comunista de Mao Zedong al poder, las actividades de Nee fueron vistas con desconfianza. En 1950, el gobierno lo acusó, junto con sus seguidores, de ser "reaccionarios que amenazaban el nuevo régimen". La persecución aumentó, y en 1952 fue arrestado y condenado a prisión. Pasó 20 años encarcelado, hasta su muerte el 30 de mayo de 1972. Fue reconocido póstumamente como mártir de la Iglesia china y es recordado como uno de los líderes más influyentes del cristianismo autóctono en su país.
Aunque gran parte de sus escritos son edificantes y útiles, Nee fue criticado por algunos aspectos de su enseñanza sobre la santificación y la "vida espiritual profunda", los cuales, según ciertos teólogos, tienden al perfeccionismo. En ocasiones, sus escritos reflejan un proceso de búsqueda teológica en desarrollo, con expresiones de revelaciones personales y un fuerte énfasis en la experiencia espiritual individual.
A continuación, algunas de sus frases más conocidas:
"El bien no es siempre la voluntad de Dios, pero la voluntad de Dios es siempre el bien".
"Un hombre que se ahoga no puede salvarse hasta que está completamente agotado y deja de hacer el menor esfuerzo por salvarse".
"No me consagro para ser misionero o predicador. Me consagro a Dios para hacer Su voluntad donde Él me ponga: en la escuela, en la oficina o en la cocina".
"Debemos llegar al punto en que, por más dotados que estemos, no nos atrevamos a hablar sino en dependencia continua del Señor".
"Intentar seguirle sin negar el yo es la raíz de todos los fracasos".
"Es fácil amar más los dones de Dios que al Dador mismo, e incluso más la obra de Dios que a Dios mismo".
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