Pregunta
¿Quién era Henry Morris?
Respuesta
El Dr. Henry Madison Morris (1918-2006) fue un ingeniero estadounidense y apologista cristiano que dejó una huella indeleble en el campo del creacionismo. Conocido como el padre del creacionismo moderno, Morris fundó el Instituto para la Investigación de la Creación, una entidad educativa dedicada a investigar las pruebas científicas que confirman el relato bíblico. Los extensos escritos y conferencias de Henry Morris en defensa de la Biblia y de una interpretación literal del Génesis consolidaron aún más su influencia.
Henry Morris nació en Dallas, Texas, hijo de Henry Madison Morris y Emily Ida Hunter. A los ocho años, se convirtió al cristianismo y fue bautizado en la Primera Iglesia Bautista de Corpus Christi, Texas. Morris asistió al Instituto Rice en Houston, donde se graduó en 1939 con una licenciatura en ingeniería civil. En 1940, se casó con Marie Louise Beach, con quien tuvo seis hijos y permaneció casado toda su vida. La pareja crió a sus hijos en la iglesia bautista local del sur. Morris se unió a los Gedeones en 1942.
Morris comenzó a trabajar como ingeniero hidráulico en la Comisión Internacional de Límites y Aguas en El Paso. Cuando estalló la guerra, regresó al Instituto Rice como profesor de ingeniería civil. En 1946, asistió a la Universidad de Minnesota, donde obtuvo una maestría en hidráulica (1948) y un doctorado en ingeniería hidráulica (1950).
Para entonces, Morris había desarrollado una firme convicción en la inspiración, la infalibilidad y la inerrancia de las Escrituras. Esta creencia le llevó a publicar su primer libro, That You Might Believe (1946), una obra que cuestionaba la teoría de la evolución y defendía una creación literal, de una Tierra joven, en seis días y un diluvio universal. En este libro, también exploró la teoría de la brecha, una creencia según la cual existía una brecha temporal entre los dos primeros versículos del Génesis. Más tarde, Morris llegó a la conclusión de que la Biblia no respaldaba esa teoría. En 1949, Morris se unió a la American Scientific Affiliation (ASA), con la intención de influir en las opiniones de la asociación sobre cuestiones de ciencia y fe.
A partir de 1951, Morris fue profesor y director del departamento de ingeniería civil de la Universidad de Luisiana en Lafayette, donde más tarde se convirtió en decano interino de ingeniería. Posteriormente, fue profesor de ciencias aplicadas en la Universidad del Sur de Illinois. En 1957, Morris se trasladó al Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia (Virginia Tech) para dirigir el departamento de ingeniería civil.
Mientras estaba en Virginia Tech, Henry Morris coescribió El Diluvio del Génesis (1961) con el teólogo del Antiguo Testamento Dr. John C. Whitcomb. Basándose en datos de los campos científicos de la hidrología, la geología y la arqueología, ambos demostraron cómo el estudio sistemático de las características geológicas naturales confirma la realidad de un diluvio global durante la época de Noé. Este libro sentó las bases para todo el pensamiento creacionista posterior y se considera el documento pionero del movimiento creacionista.
En 1963, Henry Morris se unió a otros creacionistas de la Tierra joven para cofundar la Creation Research Society (Sociedad de Investigación de la Creación). Ese mismo año, publicó un libro de texto de referencia en su campo profesional, Applied Hydraulics in Engineering (Hidráulica aplicada a la ingeniería). Sin embargo, el interés de Morris por las cuestiones más importantes de la fe y la ciencia y su creciente trabajo en el creacionismo le llevaron a dimitir de la facultad de Virginia Tech en 1969. En 1970 se asoció con Tim LaHaye para fundar el Christian Heritage College (ahora San Diego Christian College), donde Morris también fue profesor de apologética y vicepresidente de asuntos académicos.
Henry Morris fundó el Instituto para la Investigación de la Creación (ICR - por sus siglas en inglés) en 1970 en Dallas, Texas, como la división de investigación del Christian Heritage College. El ICR se centraba en tres áreas: la investigación, la comunicación y la educación en campos relacionados con el estudio de los orígenes. Cinco décadas después, el instituto sigue realizando investigaciones científicas desde una perspectiva creacionista bíblica para desafiar las enseñanzas de los evolucionistas con la verdad de la Palabra de Dios.
Morris dedicó gran parte de su carrera a colaborar con científicos y biblistas de todo el mundo. Escribió numerosos libros sobre creacionismo bíblico, ciencia, evolución y apologética cristiana, entre ellos El creacionismo científico (1974), Muchas pruebas infalibles (1974), El registro del Génesis (1976), La base bíblica de la ciencia moderna (1984), La ciencia y la Biblia (1986), La larga guerra contra Dios (1989), La creación y la segunda venida (1991) y Algunos lo llaman ciencia (2006). Sus obras publicadas constituyen la base de las anotaciones de La Biblia de estudio del nuevo defensor (1995).
Henry Morris viajó mucho, dando charlas en universidades, iglesias y conferencias, y participó en más de cien debates contra renombrados biólogos evolucionistas, zoólogos y paleontólogos. Su trabajo generó varios grupos creacionistas en Estados Unidos, Europa y todo el mundo. Además, fue presidente del Christian Heritage College (1978-1980), presidente del ICR (1970-1995) y presidente emérito del ICR (1996-2006).
Tras jubilarse en 1996, Henry Morris cedió el liderazgo de ICR a sus hijos Henry M. Morris III y John D. Morris. Siguió escribiendo libros, devocionales y artículos hasta que sufrió una serie de derrames cerebrales que le llevaron a la muerte el 25 de febrero de 2006 en Santee, California. Tenía 87 años.
He aquí algunas citas de los escritos del Dr. Henry Madison Morris:
"Cualquier otro evangelio es otro evangelio y no es el verdadero evangelio. Sin la creación, el evangelio no tiene fundamento; sin la consumación prometida, no ofrece esperanza; sin la cruz y la tumba vacía, no tiene poder salvador" (Algunos lo llaman ciencia).
"Nuestro propósito al usar las evidencias no es ganar argumentos, sino ganar almas, y también ganar un ambiente intelectual más favorable para la presentación del evangelio" (Muchas Pruebas Infalibles).
"Es imposible idear un experimento científico para describir el proceso de la creación, o incluso para determinar si tal proceso puede tener lugar. El Creador no crea a capricho de un científico" (Creacionismo científico).
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