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Pregunta

¿Cuántos profetas hay en la Biblia?

Respuesta


Un profeta en la Biblia era alguien que revelaba los mensajes que Dios enviaba a otros. Algunos, como Moisés, escuchaban directamente de Dios y transmitían las palabras por escrito o de forma oral. Otros, como José y Daniel, interpretaban los sueños y/o visiones de otras personas. Los mensajes podían ser profecías del futuro, mensajes para el que los escuchaba o advertencias para otros. La vida de un profeta de Dios nunca fue fácil (ver Hechos 7:52). A continuación, se presenta una lista de profetas que se encuentran en la Biblia:

Profetas en el Antiguo Testamento

• Noé: Noé fue un profeta en el sentido de que Dios le habló sobre el futuro y posiblemente predicó el juicio contra otros. Génesis 7:1-4; 8:16-17, 21-22; y 9:1-16 registran momentos en los que Dios le habló directamente a Noé. Algunas veces se interpreta Hebreos 11:7 como que Dios le dijo a Noé que predicara contra la gente malvada que vivía a su alrededor, aunque las palabras "por esa fe condenó al mundo" puede también significar que la fe de Noé fue un ejemplo de cómo deberían haber actuado y una prueba de que la fe era posible.

• Abraham: Dios habló con Abraham varias veces. Muchas de sus conversaciones fueron de instrucción, aunque Dios también le dio a Abraham visiones del futuro. De hecho, en su primer encuentro, Dios comenzó diciéndole a Abram que dejara su país y viajara a un nuevo lugar (Génesis 12:1) y luego pasó directamente a una bendición que se duplicó como si fuera una profecía del futuro (Génesis 12:2-3).

• Jacob: En Génesis 28:10-22, Jacob tuvo su sueño de la escalera al cielo y una reiteración de la promesa de Dios a su padre Abraham. En Génesis 49, Jacob dio una profecía precisa sobre el futuro de los descendientes de sus hijos.

• José: En nuestra primera presentación de José, en Génesis 37:3-11, él contó dos sueños que había tenido: profecías de que un día gobernaría sobre sus hermanos y padres. Sus sueños indignaron tanto a sus hermanos que le vendieron como esclavo, lo que le llevó a ocupar una posición política tan elevada que tuvieron que acudir a él para que les diera de comer, cumpliendo así su sueño. Sin embargo, antes de llegar a esa posición, José interpretó los sueños del copero y del panadero del Faraón (Génesis 40) y luego el propio sueño del Faraón (Génesis 41:1-40).

• Moisés: Gran parte de Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio están llenos de mensajes de Dios a Moisés y por medio de él. Comienzan en el Éxodo 3, cuando Dios llamó a Moisés desde la zarza ardiente para que volviera a Egipto a pronunciar un juicio contra el faraón y rescatara a los israelitas. Las profecías de Moisés incluyen no solo reproches contra los israelitas, sino también predicciones sobre el futuro. Dios habló más a Moisés que a cualquier otro en la Biblia.

• Aarón: Cuando Moisés se quejó de que no era un buen orador en público, Dios hizo que su hermano, Aarón, fuera su portavoz. En Éxodo 7:1-7, Aarón comenzó su misión como profeta de Dios, reprendiendo y dando advertencias a los demás.

• María: En Éxodo 15:20 la hermana de Moisés, María, aparece como profeta. No sabemos específicamente qué mensaje le dio Dios, aparte del cántico que entona en el versículo 21. En Números 12, sin embargo, observamos que ni el juicio de ella ni el de Aarón estuvieron respaldados por lo que Dios les dijo.

• Los setenta ancianos de Israel: Aunque Dios había provisto a los israelitas de maná y agua, ellos exigieron también carne. Dios prometió complacerlos. Durante los preparativos, Moisés ordenó a los setenta ancianos que acudieran a la tienda de reunión, y el Espíritu Santo los invistió temporalmente con la capacidad de profetizar (Números 11:25).

• Eldad y Medad: Eldad y Medad eran dos de los setenta ancianos, pero por una razón desconocida se quedaron en el campamento y no fueron a la tienda de reunión. De todos modos, el Espíritu Santo los encontró y profetizaron por poco tiempo (Números 11:26).

• Balaam: Balaam tiene la particularidad de ser un verdadero profeta que además era un hombre malvado. El rey de Moab trató de sobornarlo para que maldijera a Israel. Balaam lo intentó, pero su temor a Dios, su integridad como profeta y su obstinada asna vencieron su codicia (Números 22-24). Hay una advertencia sobre el pecado de Balaam en Judas 1:11.

• Eliú: Los tres amigos de Job, que no le apoyaban, son muy conocidos, aunque hacia la mitad de sus consejos llegó Eliú. Su largo mensaje (Job 32-35) condenó a los otros tres amigos, confrontó a Job sobre su falta de confianza en Dios y les recordó a todos que Dios es justo.

• Josué: Cuando Moisés murió, Josué tomó el mando de la campaña de los israelitas hacia la Tierra Prometida. En Josué 1:1-9, Dios le dio ánimos para la dura tarea que tenía por delante y una promesa de éxito. También le advirtió que debía obedecer la ley que Dios le había dado a Moisés.

• Débora: Débora es la única mujer juez de Israel de la que se tiene constancia, y Jueces 4:4 dice que también era profetisa. En Jueces 4:6-7, Débora transmitió o hizo cumplir el mensaje de Dios al comandante militar Barak; en Jueces 4:9, comunicó una profecía de acontecimientos futuros.

• Gedeón: Gedeón fue uno de los profetas menos dispuestos de la Biblia. A lo largo de Jueces 6-8, Dios guió a Gedeón para que tomara un pequeño ejército y destruyera a los opresores madianitas y amalecitas. No está claro si Gedeón fue el profeta que transmitió la promesa de Dios en Jueces 6:8-10.

• Samuel: Samuel recibió su primer mensaje de Dios en 1 Samuel 3:4 cuando era un niño de corta edad. Pasó su vida como mensajero de Dios; dos de sus actos más significativos fueron ungir a Saúl (1 Samuel 9) y a David (1 Samuel 1:13) para ser rey. Las palabras que Samuel dirigió a Saúl sobre la sabiduría de Dios prácticamente no fueron escuchadas, y Samuel incluso regresó de la tumba para anunciar el castigo de Dios por la desobediencia de Saúl (1 Samuel 28:15-19).

• Una compañía de profetas: Poco después de la unción de Saúl como rey, éste se encontró con setenta profetas y se unió a ellos (1 Samuel 10:10).

• El rey Saúl: Samuel le dio a Saúl instrucciones específicas justo después de que Samuel lo ungiera para ser rey. Haciendo caso a las indicaciones de Samuel, Saúl se reunió con un grupo de profetas y profetizó con ellos (1 Samuel 10:10).

• Gad: Mientras eran perseguidos por Saúl, David y un grupo de seguidores se escondieron en una fortaleza. El profeta Gad le envió una palabra de Dios sobre lo que debía hacer después ( 1 Samuel 22:5).

• Natán: Natán parece haber sido la primera persona con quien David se comunicaba para recibir las palabras de Dios. En 2 Samuel 7:4-17, Natán le dijo a David que Salomón construiría el templo. En 2 Samuel 12:1-15, Natán reprendió a David por cometer adulterio con Betsabé y matar a su marido.

• David: En la época de los reyes, Dios acostumbraba a hablar al rey por medio de profetas, y no directamente como lo había hecho con Abraham, Moisés, Josué, Débora y Gedeón. Sin embargo, David debió recibir algún tipo de mensaje de Dios, ya que muchos de sus salmos profetizan la venida de Jesús (Salmo 8; 22; 110).

• Asaf: Asaf fue uno de los líderes de adoración designados por el rey David. Era un levita y un gran escritor: gran parte de los salmos fueron escritos por él o por quienes él inspiró. Sus canciones se cantaban junto con las de David en la época de Ezequías (2 Crónicas 29:30).

• Músicos del tabernáculo: Primera de Crónicas 25:1-7 enumera los músicos a los que David encomendó la tarea de tocar frente al tabernáculo y los identifica como profetas. Entre ellos están Hemán, nieto de Samuel, Jedutún y Asaf, además de sus hijos.

• Escritores de los salmos: Muchos de los salmos, aparte de los que se consideran que fueron escritos por David, se refieren a la venida de Cristo, incluyendo los salmos 2, 18, 89 (de Etán el ezraíta), 132 y muchos otros.

• Rey Salomón: En 1 Reyes 3, Dios le preguntó a Salomón en un sueño si había algo que le gustaría recibir de Él. Salomón eligió la sabiduría.

• Agur: Agur, el hijo de Jequé, lo citan como el autor de Proverbios 30. No se sabe nada más sobre él.

• Ahías: Desafortunadamente, Salomón no siempre usó su sabiduría. Se casó con muchas mujeres y se dejó llevar por la adoración de sus dioses. En 1 Reyes 11:29-39, Ahías le dijo a Jeroboam que él tomaría el mando de diez de las tribus de Israel después de la muerte de Salomón. Varios años después, Ahías le dijo a la esposa de Jeroboam que, a causa de su pecado contra Dios, no sólo moriría su hijo, sino que todo el linaje de Jeroboam sería cortado (1 Reyes 14:1-18).

• Iddo: El profeta Iddo se menciona varias veces, y al menos un pasaje sugiere que en algún momento tuvo su propio libro, pero no hay mucho registro de él en la Biblia. Iddo predijo el ascenso de Jeroboam (2 Crónicas 9:29) y escribió un registro de Roboam (2 Crónicas 12:15) y de Abías (2 Crónicas 13:17).

• Semaías: Después de que las diez tribus del norte siguieran a Jeroboam, el hijo de Salomón, Roboam, preparó a las tribus del sur para la batalla. Dios envió a Semaías para decirles que regresaran a casa (1 Reyes 12:22).

• Azarías: En la Biblia se mencionan a varios Azarías, incluyendo a un longevo rey de Judá (2 Reyes 15), pero sólo a uno se le llama específicamente profeta. Él dio la advertencia que Dios hizo al rey Asa, alentándole a librar a la nación de Judá de los ídolos (2 Crónicas 15:1-7).

• Hanani: Aunque el rey Asa confiaba en Dios, también sobornó al rey de Siria para que rompiera su pacto con el rey Baasa de Israel. Hanani le dijo a Asa que Dios habría destruido al rey de Siria por él si hubiera seguido al Señor. En respuesta, Asa puso a Hanani en el calabozo y descargó su ira contra algunos de su pueblo (2 Crónicas 16:7-10).

• Jehú: El profeta Jehú vivió en la época del rey Baasa y era hijo de Hanani. Jehú anunció el juicio de Dios contra Baasa, diciendo que, a causa de su pecado, los perros y las aves se comerían los cuerpos de su familia (1 Reyes 16:1-7).

• Elías: Elías fue probablemente el profeta más relevante que no escribió su propio libro. Proclamó la palabra de Dios en el reino del norte de Israel en la época del malvado rey Acab. Fue él quien se aseguró de que una viuda siempre tuviera aceite y harina (1 Reyes 17:8-16), resucitó al hijo de esa misma viuda de entre los muertos (1 Reyes 17:17-24), tuvo un enfrentamiento con los sacerdotes de Baal en el Monte Carmelo (1 Reyes 18:17-40), y la voz apacible de Dios lo fortaleció en su agotamiento y depresión (2 Reyes 2:1-11). Al final de su vida, un carro de fuego lo llevó al cielo, y su manto cayó en manos de Eliseo que fue su sucesor (2 Reyes 2:1-12).

• Profeta sin nombre: Cuando el reino del norte de Israel se vio amenazado por Siria, este profeta aseguró al rey Acab que Israel triunfaría con la ayuda de Dios. Acab triunfó, dos veces. Pero dejó vivir a Ben-adad, el rey de Siria. Otro profeta, o tal vez el mismo, se disfrazó de soldado herido y profetizó contra Acab por no matar a Ben-adad (1 Reyes 20).

• Micaías: Por alguna razón, el buen rey de Judá, Josafat, se llevaba bastante bien con el malvado rey de Israel, Acab. Acab invitó a Josafat a luchar con él contra Ramot de Galaad, y Josafat aceptó, pero no sin antes buscar un profeta para pedir la guía de Dios. Acab tenía cuatrocientos falsos profetas que les decían que Dios estaba con ellos, pero Josafat insistió en un profeta que realmente oyera de Dios. Acab conocía a uno, pero se resistía a llamarlo, ya que nunca tenía nada bueno que decir. Micaías reveló que Dios había enviado un espíritu mentiroso a los cuatrocientos profetas para atraer a Acab a su muerte. De todos modos, Acab fue a la batalla y fue alcanzado y muerto por una flecha que cayó al azar (1 Reyes 22:13-28).

• Jahaziel: Cuando se vio amenazado por los moabitas y los amonitas, el rey Josafat tomó la inusual iniciativa de ayunar y convocar a todo Judá para pedir ayuda a Dios. Dios respondió por medio de Jahaziel, quien profetizó que Judá destruiría a sus enemigos e incluso dio consejos sobre cómo llevar a cabo la derrota (2 Crónicas 20:1-23).

• Eliezer: El siempre sabio Josafat se unió al malvado rey Ocozías de Israel para construir unos barcos. Eliezer se enfrentó a Josafat, diciendo que, por haberse unido a Ocozías, Dios destruiría lo que había hecho. Los barcos naufragaron antes de llegar a su destino (2 Crónicas 20:35-37).

• Profetas desconocidos: En la época de Elías y Eliseo vivieron varios profetas, que pertenecían a la escuela de los profetas. No se sabe nada de estos profetas, salvo que algunos vivían en Betel (2 Reyes 2:3) y otros en Jericó (2 Reyes 2:5), y que todos ellos fastidiaban a Eliseo recordándole que la partida de Elías era inminente.

• Eliseo: Eliseo fue el sucesor de Elías y el segundo profeta más importante del que no hay libro. Pasó siete u ocho años como aprendiz de Elías antes de que éste fuera llevado al cielo. Luego ayudó a erradicar la adoración a Baal (2 Reyes 10:28), devolvió la vida al hijo de una viuda (2 Reyes 4:18-37) y sanó la lepra de Naamán (2 Reyes 5). El poder y la autoridad que Dios le otorgó fueron tan grandes que, cuando arrojaron a un muerto a la tumba de Eliseo, el hombre volvió a la vida (2 Reyes 13:2-21).

• El sacerdote Zacarías: Cuando el rey Joás era un bebé, su abuela parricida, Atalía, lo escondió y lo crió el sacerdote Joiada hasta que los sacerdotes pudieron arreglar la muerte de la reina. Joás empezó siendo un buen rey, pero, como muchos otros, llegó a depender demasiado de sí mismo. Tras la muerte de Joiada, Joás se dejó llevar rápidamente por la adoración de ídolos. Cuando el hijo de Joiada, Zacarías, se enfrentó a Joás y al pueblo, el rey ordenó que lo apedrearan (2 Crónicas 24:20-22).

• Jonás: Jonás es más conocido por el libro que lleva su nombre y por su gran renuencia a ir a Nínive. También fue profeta en Israel en la época de Jeroboam II. Aunque el rey era tan malvado como cualquier otro, Dios aún no quería que Israel fuera destruido. Envió a Jonás a Jeroboam y lo llevó a restaurar una frontera contra sus enemigos (2 Reyes 14:23-27).

• Joel: Después de que las cosechas de Judá fueran arrasadas por una nube de langostas, Joel comparó la devastación con lo que Dios haría si el pueblo no volvía a Él. Joel también profetizó el derramamiento del Espíritu Santo en Pentecostés (Joel 2:28; cf. Hechos 2:16-21).

• Amós: Amós era un pastor de Judea al que se le encargó profetizar contra Israel. Sus advertencias fueron ignoradas, lo que llevó a Israel al cautiverio por parte de Asiria poco tiempo después.

• Oseas: Con frecuencia, Dios exigía mucho a sus profetas, y Oseas fue un excelente ejemplo. Para ilustrar la infidelidad del reino del norte de Israel, Dios hizo que Oseas se casara con una prostituta que siguió siendo infiel después de casarse. Con el fin de mostrar el deseo de Dios de perdonar a Su pueblo, le dijo a Oseas que aceptara de nuevo a Gomer. Además del mensaje a Israel de la fidelidad de Dios, Oseas incluye una profecía de que los gentiles un día seguirían a Dios (Oseas 2:23).

• Isaías: Isaías ostenta el récord de ser el profeta que más se menciona en el Nuevo Testamento. Fue consejero del rey Ezequías de Judá, pero también tuvo que caminar descalzo y desnudo durante tres años como profecía contra Egipto y Cus. Su libro contiene profecías sobre Jesús y Juan el Bautista, y Jesús utilizó Isaías 61:1-2 para comenzar Su ministerio en Nazaret. Es posible que Isaías también fuera sacerdote (Isaías 6:4).

• Miqueas: Miqueas fue profeta durante los reinados de Jotam, Acaz y Ezequías de Judá. Su mensaje incluía la condena del pecado y la promesa de la llegada del Mesías. Su libro contiene la única mención de Belén como lugar donde nacería el Mesías.

• Obed: Aunque los reyes de Judá eran por lo general mejores que los de Israel, todavía había algunos que adoraban a los ídolos e incluso sacrificaban a sus hijos. Cuando Acaz lo hizo, Dios trajo a los sirios para castigarlos. Los sirios mataron al menos a 120.000 personas y se llevaron a 200.000 cautivos. El profeta Obed, por orden de Dios, los detuvo, diciéndoles a los invasores que ya habían ido demasiado lejos y que debían liberar a los cautivos y devolver el botín, cosa que hicieron (2 Crónicas 28:1-15).

• Sofonías: Sofonías fue otro profeta que advirtió a Judá sobre su inminente perdición. Condenó su idolatría en sus acciones y en sus corazones. Pero también transmitió la promesa de Dios de que un remanente regresaría.

• Nahum: Ciento cincuenta años después de Jonás, a Nínive se le acabaron las segundas oportunidades. Nahum prometió que los días de Asiria estaban contados y que Judá sería liberada de su amenaza.

• Hulda: Hulda fue una de las pocas mujeres consideradas profetisas en la Biblia. Cuando el sacerdote Hilcías encontró el Libro de la Ley en el templo y se lo llevó al rey Josías, el rey se dirigió a Hulda para saber qué debían hacer. Ella aseguró que el rechazo de Judá a Dios significaba que la nación sería destruida, pero a causa del arrepentimiento de Josías no sería en su tiempo (2 Reyes 22:8-20).

• Jeremías: Jeremías fue uno de los últimos profetas del Reino de Judá y con impotencia observó cómo los babilonios lo destruían. Conocido como "el profeta llorón" por el efecto que tuvieron sus palabras de Dios, Jeremías también dio al pueblo una palabra de esperanza de que volverían del cautiverio en 70 años. Sus consejos de someterse al juicio de Dios fueron ignorados, y finalmente fue llevado a Egipto con el remanente de la familia real (2 Reyes 25:26). Jeremías también escribió el libro de las Lamentaciones, que es un lamento por la caída de Jerusalén.

• Urías: Jeremías no estaba completamente solo en su ingrato trabajo. Urías también profetizó contra el mal de Judá. Fue perseguido y asesinado por el rey Joacim (Jeremías 26:20-23).

• Habacuc: Habacuc abarcó mucho en un libro tan corto. Profetizó la caída de Asiria, el exilio de Babilonia y la futura victoria de los persas. Sus profecías se revelaron en el contexto de una conversación con Dios, en la que Habacuc le hizo preguntas a Dios y éste le respondió.

• Abdías: Al igual que Jonás, el profeta Abdías tenía un mensaje para una nación distinta de Israel o Judá. Profetizó contra Edom, los descendientes del hermano de Jacob, Esaú. Edom desapareció efectivamente después de su expulsión de Petra en el siglo V a.C.

• Daniel: Daniel fue uno de los primeros judíos en ser llevado al exilio en Babilonia. Como parte de la casa real, Daniel fue entrenado para ser un funcionario en Babilonia. Nabucodonosor, el rey, descubrió que Daniel no sólo era inteligente, sino que también podía interpretar sueños. Daniel sirvió a varias generaciones de líderes, incluyendo a Belsasar, quien vio la escritura en la pared, y a Darío, quien se horrorizó al descubrir que había sido engañado para enviar a Daniel al foso de los leones. En las visiones y encuentros angelicales de Daniel 7-12, Daniel reveló más sobre el fin de los tiempos que cualquier otro libro, aparte del Apocalipsis.

• Ezequiel: El libro de profecías de Ezequiel parece algo psicodélico, con sus extrañas visiones. Ezequiel fue un sacerdote exiliado a Babilonia en la segunda oleada de deportaciones y transmitió el juicio de Dios al pueblo rebelde. También hizo varias profecías sobre el futuro, entre ellas la venida de Jesús, la Nueva Jerusalén (Ezequiel 48:30-35) y el reino milenial (Ezequiel 44). Ezequiel fue uno de los pocos profetas que divulgó diligentemente el mensaje de Dios, sin importar la oposición con la que se encontrara, aunque puede que esto se debiera a que Dios le dijo que si no profetizaba sería responsable de las almas de aquellos a los que no advirtiera (Ezequiel 33).

• Hageo: Hageo trabajó con Zacarías y Zorobabel para que los judíos que habían regresado del exilio volvieran al camino. Específicamente, llamó al pueblo a considerar seriamente sus prioridades y a reconstruir el templo.

• El profeta Zacarías: El hijo de Berequías, junto con el profeta Hageo, animó a los judíos a terminar la reconstrucción del templo de Jerusalén después del cautiverio babilónico. Durante una serie de ocho visiones interrelacionadas, Zacarías recibió un mensaje de gran alcance sobre el plan de Dios para los israelitas. En el transcurso, habló ampliamente sobre el Mesías a quien seguirían personas de todo el mundo.

• Malaquías: Fue el último profeta que profetizó en Israel hasta que un ángel visitó a Zacarías, el padre de Juan el Bautista. Como tal, el mensaje de Malaquías era un llamado a la obediencia y una promesa del Mesías venidero. Después de este mensaje de Malaquías, hubo 400 años de silencio por parte de Dios.

Profetas en el Nuevo Testamento

• Zacarías, padre de Juan el Bautista: Zacarías era sacerdote y fue elegido para encender el incienso en el templo. Mientras estaba adentro, un ángel se le apareció y le dijo que su anciana esposa quedaría embarazada e iba a tener un hijo. Debían ponerle el nombre de Juan, y él haría que los corazones del pueblo volvieran a Dios (Lucas 1:8-23). Zacarías también profetizó después del nacimiento de Juan (Lucas 1:67-79).

• María: A María, una virgen desposada, le dijo Gabriel que quedaría embarazada del Mesías (Lucas 1:26-28). Su profecía se encuentra en Lucas 1:46-55.

• José: José recibió el mensaje de un ángel de que María estaba embarazada del Mesías (Mateo 1:20).

• Elisabet: Mientras María estaba embarazada de Jesús, visitó a su prima Elisabet, que estaba embarazada de Juan el Bautista. Cuando se encontraron, Elisabet fue llena del Espíritu Santo y proclamó que el hijo de María era el Mesías (Lucas 1:41-45).

• Simeón: A Simeón, un anciano justo, Dios le había prometido que vería al Mesías antes de morir. Cuando José y María llegaron al templo con el niño Jesús, Simeón supo inmediatamente quién era y advirtió a María que sufriría (Lucas 2:22-35).

• Ana: Ana era una profetisa anciana que pasaba sus días adorando en el templo. También ella sabía que el niño Jesús era el tan esperado Mesías (Lucas 2:36-38).

• Juan el Bautista: El Espíritu Santo actuó poderosamente sobre Juan, y el profeta pasó su vida exhortando a la gente a confesar sus pecados, a volverse a Dios y a seguir a Jesús (Juan 1:19-28).

• Felipe: El evangelista Felipe fue uno de los primeros creyentes con una misión. Un ángel le dijo a Felipe que fuera a un lugar desierto donde encontraría a un funcionario de la corte etíope montado en su carro. Felipe le dio testimonio, y el funcionario aceptó a Cristo y se bautizó (Hechos 8:26-40).

• Pablo: Pablo fue un profeta, no sólo por las palabras proféticas y contundentes que escribió en sus cartas, sino también por sus profecías sobre el final de los tiempos. Sus cartas a los tesalonicenses, en particular, dan información sobre el rapto (1 Tesalonicenses 4:13-18), el juicio venidero (2 Tesalonicenses 1:5-12) y el Anticristo (2 Tesalonicenses 2:1-11).

• Pedro: Pedro tuvo la ventaja de pasar mucho tiempo con Jesús durante Su ministerio de tres años, pero también escuchó del cielo después de la ascensión. Después de que el rey Herodes matara a Santiago, el hermano de Juan, encarceló a Pedro. Un ángel se acercó a Pedro, le habló y le ayudó a escapar (Hechos 12:6-12). En 2 Pedro 3, el apóstol y profeta predice acontecimientos relacionados con el Día del Señor.

• Bernabé, Lucio de Cirene, Manaén y Simón el que se llamaba Niger: Estos cuatro hombres son identificados como profetas en Hechos 13:1.

• Judas Barsabás y Silas: Judas y Silas son identificados como profetas en Hechos 15:30-33.

• Las cuatro hijas de Felipe: A estas mujeres se les identifica como profetas en Hechos 21:7-8.

• Agabo: Agabo, un profeta de la iglesia primitiva, tuvo la nada envidiable tarea de predecir el futuro encarcelamiento de Pablo (Hechos 21:10-11).

• Juan: El apóstol Juan, hermano de Jacobo, es quizás el profeta más reconocido del Nuevo Testamento. Su libro Apocalipsis está lleno de amonestaciones a las iglesias y profecías sobre el final de los tiempos.

• Dos testigos: Los últimos profetas prometidos son los dos testigos, que aparecerán durante la tribulación. Realizarán señales y profetizarán en Jerusalén durante 1.260 días, los asesinarán y luego volverán a la vida (Apocalipsis 11:3-12).

Falsos profetas

• Sedequías: Sedequías, hijo de Quenaana, parece haber sido el líder de los cuatrocientos falsos profetas que incitaron a Acab y a Josafat a la guerra contra Ramot de Galaad. Resultó que todos ellos tenían un espíritu mentiroso enviado por Dios con el propósito de provocar la muerte de Acab (1 Reyes 22:1-12).

• Hananías: Los años que condujeron al cautiverio en Babilonia fueron tiempos aterradores para los judíos incrédulos, y no ayudó el hecho de que Jeremías siguiera diciéndoles que se sometieran a los babilonios y confiaran en que Dios los devolvería del exilio. Profetas como Ananías contradecían públicamente las profecías de Jeremías y negaban que Dios estuviera enojado con Su pueblo (Jeremías 28).

• Acab y Sedequías: En su carta a los exiliados de Babilonia, Jeremías los animó con su prometido regreso a Judá y predijo grandes dificultades para los que se quedaron en Jerusalén. Reprendió especialmente a Acab, hijo de Colaías, y a Sedequías, hijo de Maasías, que profetizaban falsamente en nombre de Dios (Jeremías 29:15-23).

• Semaías y Noadías: Aunque Artajerjes había dicho a los exiliados que habían regresado a Jerusalén que podían reconstruir los muros de la ciudad, sus vecinos se oponían a sus esfuerzos y los amenazaban. Nehemías llegó de Babilonia con provisiones y el impulso de terminar los muros. Semaías intentó engañar a Nehemías para que se escondiera en el templo. No está claro qué hicieron Noadías y los otros profetas, pero Nehemías confió en Dios y no cayó en sus trampas (Nehemías 6:9-14).

• Simón el mago: Simón había sido un mago en Samaria cuando llegó el evangelio. Simón confesó que aceptaba a Cristo, pero también quería participar del poder de los apóstoles. Cuando Pedro le reprendió, pidió a los apóstoles que oraran por él (Hechos 8:9-24).

• Elimas (también conocido como Barjesús): Bernabé y Pablo se encontraron con el falso profeta judío Elimas en Chipre. Elimas intentó distraer al procónsul del mensaje de Pablo y Bernabé, pero Pablo lo maldijo con una ceguera y el procónsul creyó (Hechos 12:4-12).

• Una muchacha con espíritu de adivinación: Pablo y Silas se alojaban en casa de Lidia en Filipos cuando les salió al encuentro una joven esclava que estaba poseída por un espíritu de adivinación. La esclava los siguió durante varios días, anunciando quiénes eran. Pablo se cansó de sus indeseables profecías y finalmente le dijo al espíritu que la dejara. Lo hizo, y los dueños de la muchacha hicieron que Pablo y Silas fueran encarcelados por arruinar su negocio de adivinación (Hechos 16:16-24).

• Jezabel: En la reprensión de Jesús a la iglesia de Tiatira, condenó que aceptaran a "esa mujer Jezabel, que se dice profetisa" y que estaba llevando al pueblo de Dios a la inmoralidad sexual y a la idolatría (Apocalipsis 2:20-23).

• El Falso Profeta: Así como muchos de los reyes de Judá e Israel tenían profetas específicos que les daban la guía de Dios, el Anticristo en los últimos tiempos tendrá un falso profeta. Su labor consistirá en atraer al mundo para que adore al Anticristo, y podrá realizar grandes milagros para extraviar al mundo (Apocalipsis 13:11-15; 16:13; 19:20; 20:10).

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