Pregunta
¿Por qué debemos pedirle a Dios que nos perdone nuestras deudas (Mateo 6:12)?
Respuesta
Mateo 6:12 aparece hacia el final de lo que a menudo se conoce como la Oración del Señor, parte del Sermon del Monte, un discurso sobre el reino de los cielos. En esta oración modelo, Jesús enseña a sus discípulos a orar: "Perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores". Algunos pueden preguntarse por qué los creyentes, que son perdonados de su pecado, necesitan pedir a Dios que "perdone nuestras deudas".
Al explorar el perdón de los pecados, es importante notar que hay tres aspectos de la salvación: posicional, progresiva y ultima. La salvación posicional se piensa a menudo como sinónimo de justificación, el estado de ser declarado justo. La salvación progresiva implica el proceso de volverse santo o justo, ya que estamos apartados en este mundo para los propósitos de Dios. La salvación última es nuestra glorificación, cuando somos removidos de la presencia del pecado y completados en santidad. Los tres aspectos de la salvación son actos de Dios completados por gracia a través de la fe (Juan 3:16; Romanos 3:21–28).
El cristiano es posicionalmente justo, pero no prácticamente. Somos declarados inocentes en Cristo, pero aún pecamos de día a día en este mundo. Es por eso que todavía necesitamos pedir a Dios "que perdone nuestras deudas" y por qué todavía necesitamos perdonar las deudas de los demás. Las "deudas" a las que se refiere Jesús son los pecados.
Juan aborda el mismo asunto: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:8-9). Los cristianos deben reconocer sus pecados y ofensas contra Dios y confesarlos al único que puede perdonar.
Jesús, en Mateo 6, enseña la humildad y a orar por el reconocimiento de Dios en lugar del hombre (cf. Mateo 6:1,5). Él está hablando a una audiencia judía, mostrándoles que su justicia basada en la ley no es suficiente para entrar en el reino de los cielos (cf. Mateo 5:20,48). Juan se dirige a los "hermanos", apuntando a una audiencia cristiana, tanto judía como gentil (1 Juan 3:13,14,16). Esto es crítico para entender, ya que significa que el principio de pedir a Dios que perdone nuestras deudas es universal.
La creencia en la persona y la obra de Jesucristo conduce a la justificación (Juan 3:16; Juan 6:47; 1 Juan 5:1–5; Romanos 4:1–3; 1 Corintios 15:1–4). Una solicitud repetida de perdón no es requerida para la salvación en este sentido. La confesión post-salvación del pecado y las solicitudes de perdón son para el propósito de una relación saludable con Dios. Debemos pedir a Dios que perdone nuestras deudas para la continuación y fortalecimiento de nuestro compañerismo con Él. Una oración diaria para que Dios "perdone nuestras deudas" no es necesaria para la justificación, sino que es un aspecto del proceso continuo de santificación.
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¿Por qué debemos pedirle a Dios que nos perdone nuestras deudas (Mateo 6:12)?
