Pregunta
¿Qué es una medida de fe (Romanos 12:3)?
Respuesta
En la Nueva Biblia de las Américas (NBLA), Romanos 12:3 dice: "Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno". La Reina-Valera 1960, la Nueva Traducción Viviente y la Nueva Versión Internacional también utilizan la expresión "medida de fe", mientras que la Traducción en lenguaje actual habla de "la capacidad que Dios les ha dado como seguidores de Cristo", y la versión Dios Habla Hoy se refiere a "los dones que Dios le haya dado junto con la fe".
De inmediato se hacen evidentes dos hechos sobre la "medida de fe": primero, es el estándar por el cual debemos evaluarnos correctamente a nosotros mismos; y segundo, es distribuida por Dios. Debido a que cada creyente recibe su porción de fe por designación divina, se nos impide pensar de nosotros mismos "más de lo que debemos pensar".
Al observar el contexto más amplio de Romanos 12:3, notamos que también se menciona otro don dado por Dios. Pablo menciona la gracia de Dios como un don que le fue otorgado en ese mismo versículo, y esa misma gracia es mencionada como un don para todos los creyentes en el versículo 6: "Pero teniendo diferentes dones, según la gracia que nos ha sido dada..." (NBLA). Así, inmediatamente después de hablar de la medida de fe, Pablo menciona los dones del Espíritu: profetizar, servir, enseñar, exhortar, dar, presidir y mostrar misericordia.
Reconocer que nuestra medida de fe proviene de Dios previene el orgullo y nos lleva a pensar "con buen juicio". Cada uno debe reconocer los límites de sus propios dones, a la vez que valorar los dones que otros han recibido. Cada creyente ha sido colocado divinamente en Cristo como parte vital y activa de Su cuerpo espiritual (Romanos 12:4–8; cf. 1 Corintios 12:27). Ningún miembro debe considerarse superior a otro, sino reconocer que Dios nos ha situado en el cuerpo conforme a Su voluntad, con los dones que Él ha decidido otorgarnos (1 Corintios 12:11).
Dios ha dado a cada uno una medida de fe para usarla en Su servicio. Esta fe es el don del cual fluyen todos los demás dones. La fe es el primer don que recibimos (para la justificación), y es también la que abre la puerta a los demás dones del Espíritu en nuestra vida. Cuando una persona nace de nuevo, Dios le concede dones como nuevo miembro de Su familia. Recibimos estos dones conforme a la medida que Dios nos ha dado, y los ejercemos de acuerdo a esa misma medida de fe.
"Pero a cada uno de nosotros se nos ha concedido la gracia conforme a la medida del don de Cristo" (Efesios 4:7, NBLA). Dios reparte a cada uno su porción. No todos reciben todos los dones, ni todos reciben el mismo don en igual medida. Nuestro soberano Dios distribuye Sus dones conforme a la medida de fe que Él mismo ha otorgado.
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¿Qué es una medida de fe (Romanos 12:3)?
