settings icon
share icon
Pregunta

¿Cuál es la definición de enemistad?

Respuesta


En latín, un enemigo era un inimicus. De esa palabra proviene "enemistad", que usamos como sinónimo de animosidad u odio. La hostilidad y la mala voluntad son, a menudo, signos de enemistad.

La Biblia habla de la enemistad en varios pasajes. En el Jardín del Edén, mientras Dios pronuncia el juicio sobre la serpiente, dice: "Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente" (Génesis 3:15, NBLA). Hasta el día de hoy, muchas mujeres sienten una aversión profunda hacia las serpientes. No es solo un estereotipo: estudios demuestran que las mujeres tienen cuatro veces más probabilidades que los hombres de padecer fobia a las serpientes. Según un psicólogo de la Universidad Carnegie Mellon, las mujeres nacen con una "plantilla perceptiva" que identifica la estructura de las serpientes, y esta disposición sería un subproducto evolutivo de la necesidad de proteger a sus hijos (David H. Rakison en Does Women’s Greater Fear of Snakes and Spiders Originate in Infancy? Evolution and Human Behavior). La Biblia, sin embargo, enseña que esta aversión tiene una causa espiritual y refleja el estado de hostilidad que existe entre Satanás y la raza humana.

Santiago 4:4a dice: "La amistad con el mundo es enemistad hacia Dios" (NBLA; ver también 1 Juan 2:15–16). Las costumbres pecaminosas de este mundo están en oposición directa a la justicia de Dios, y cuando cultivamos "amistad" con el mundo—es decir, cuando nos deleitamos en sus caminos pecaminosos—, en esencia declaramos guerra contra Dios. "Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios" (Santiago 4:4b, NBLA). La misma advertencia aparece en Romanos 8:7: "La mente puesta en la carne es enemiga de Dios" (NBLA).

La trágica condición de la humanidad es que vive en un estado de enemistad contra Dios. Aferrándose al pecado, el hombre actúa contra sus propios intereses, oponiéndose a sí mismo (2 Timoteo 2:25) y luchando contra Aquel que quiere salvarlo.

La buena noticia es que el Hijo de Dios vino a la tierra para reconciliar a Dios con el hombre. Estas fueron las "buenas nuevas" que los ángeles anunciaron a los pastores: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz" (Lucas 2:14, NBLA). Jesús es el Príncipe de Paz (Isaías 9:6). Él cerró la brecha entre judío y samaritano, para sorpresa de Sus discípulos (Juan 4:1–42). También cerró la brecha entre judío y gentil, cumpliendo Su propósito de "crear en Él mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad" (Efesios 2:15–16, NBLA). Y, lo más importante, cerró la brecha entre Dios y el hombre; por medio de Cristo, Dios "nos reconcilió con Él mismo" (2 Corintios 5:18, NBLA). La Simiente de la mujer ha aplastado la cabeza de la serpiente (Génesis 3:15).

Ahora, los creyentes hemos recibido "el ministerio de reconciliación; es decir, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo con Él mismo, no tomando en cuenta a los hombres sus transgresiones, y nos ha encomendado a nosotros la palabra de la reconciliación" (2 Corintios 5:18–19, NBLA). El evangelio derriba barreras, y en Cristo, quienes antes eran enemigos de Dios, son hechos Sus propios hijos (Colosenses 1:21–22).

English



Retornar a la página inicial de Español

¿Cuál es la definición de enemistad?
Suscríbete a la

Pregunta de la Semana

Comparte esta página: Facebook icon Twitter icon Pinterest icon YouTube icon Email icon
© Copyright Got Questions Ministries