Pregunta
¿Qué significa que "no quebrará la caña cascada" en Mateo 12:20?
Respuesta
"No quebrará la caña cascada, ni apagará la mecha que humea" (Mateo 12:20, NBLA). Cuando Mateo escribió estas palabras, estaba citando una profecía de Isaías 42:1-4. Esta profecía señalaba las acciones y el comportamiento del Mesías venidero, revelado ahora como Jesucristo. En la profecía, la "caña cascada" y la "mecha que humea" se refieren a los débiles espiritual, física o moralmente. Una caña cascada puede estar dañada, pero no es irreparable. Una "mecha que humea" puede estar a punto de perder por completo el fuego, pero aún puede reavivarse.
Al principio de Mateo 12, encontramos a los discípulos caminando por entre los sembrados con Jesús, recogiendo grano para saciar su hambre. Según el Deuteronomio 23:25, recoger grano era una actividad lícita, pero los fariseos, siempre prestos a condenar, cuestionaron su legalidad porque aquel día era día de reposo. Acusaron a los discípulos de "recoger" grano y, por tanto, de "trabajar" en el día de reposo.
Jesús explicó que hacer el bien en sábado era aceptable y que aquí ocurría algo más importante que la simple observancia de un día sagrado (Mateo 12:6). Continuó explicando que los fariseos condenaban a los inocentes porque malinterpretaban las Escrituras, que decían: "Misericordia quiero y no sacrificio" (versículo 7; cf. Oseas 6:6). Mientras los fariseos pretendían juzgar a los que no sufrían por piedad, Jesús pretendía conceder misericordia a todos.
Poco después, los fariseos le desafiaron preguntándole: "¿Es lícito sanar en el día de reposo?" (Mateo 12:10, NBLA), y Jesús volvió a defender la misericordia sanando a un hombre que tenía una mano seca ante sus propios ojos (versículos 11-13). Más tarde, Jesús "sanó a todos los enfermos" de una gran multitud que le seguía (versículo 15). Pero, en lugar de pregonar a los cuatro vientos Su capacidad sanadora, Jesús advirtió a la multitud que no contara sus milagros a nadie (versículo 16). Las instrucciones de Jesús de guardar el secreto incitaron a Mateo a citar la antigua profecía, dando nueva luz a las palabras de Isaías con la revelación de la identidad del Mesías:
"Este es Mi Siervo, a quien Yo sostengo,
mi escogido, en quien Mi alma se complace.
He puesto Mi Espíritu sobre Él;
Él traerá justicia a las naciones.
No clamará ni alzará Su voz,
ni hará oír Su voz en la calle.
No quebrará la caña cascada,
ni apagará la mecha que casi no arde;
con fidelidad traerá justicia.
No se desanimará ni desfallecerá
hasta que haya establecido en la tierra la justicia.
Su ley esperarán las costas" (Isaías 42:1-4, NBLA).
Esperamos que la mayoría de las personas con habilidades especiales corran hacia el reflector más cercano, contraten a un promotor o se esfuercen de alguna otra forma por conseguir la mayor fama posible. Pero Jesús no fue así. En cumplimiento de la profecía, no "gritó" ni armó un escándalo. Trabajó en silencio, a veces evitando a propósito la mirada pública, para cumplir la voluntad de Dios.
Y luego está la caña cascada. Para el mundo, una caña cascada es algo sin valor. No tiene poder, estabilidad ni propósito. Solo sirve para ser cortada y desechada. Así que en el mundo hay muchas personas magulladas, individuos que han sido heridos emocional, espiritual o físicamente. Son débiles y, para la mayor parte del mundo, descartables. Pero no para Dios. La profecía que Jesús cumplió es que no quebraría la caña cascada. Es una profecía que habla del tierno y compasivo cuidado de Cristo por los débiles y oprimidos.
El hombre que tenía una mano seca con el que se encontró Jesús en Mateo 12 era una "caña cascada", y Jesús le dio fortaleza y le sanó la mano seca. La mujer sorprendida en adulterio era una "caña cascada" en Juan 8, y Jesús la salvó de la lapidación y perdonó su pecado. Jairo era una "caña cascada" mientras lloraba la muerte de su hija, pero Jesús fortaleció su fe y resucitó a su hija de entre los muertos. La mujer con flujo de sangre de Lucas 8 era una "caña cascada", y Jesús le devolvió la salud. El discípulo Pedro era una "caña cascada" después de negar al Señor, pero Jesús le devolvió con dulzura y amor a la comunión después de la resurrección. Una y otra vez, en los Evangelios, vemos a Jesús cuidando de las "cañas cascadas" del mundo.
Jesús entiende la caña cascada. Fue "molido por nuestras iniquidades" (Isaías 53: 5). En otras palabras, fue herido en nombre de los heridos por el pecado. A los que vienen a Cristo, Él no los despreciará. Tienen esta promesa de Jesús "[Dios] Me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón" (Isaías 61:1, NBLA).
Puede que hoy seas una "caña cascada" de alguna manera. Puede que estés agobiado por los problemas de este mundo. Puede que luches contra la duda y el miedo. Puede que te sientas débil, desanimado y a punto de quebrarte. Pero debes saber esto: A Jesús le importas. Él se apiadará de los corazones rotos, tendrá compasión de los humildes, afecto por los arrepentidos y sanidad para los afligidos. Acude a Él con fe, confiando humildemente en Su fortaleza, y verás que Él es misericordioso con todos.
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¿Qué significa que "no quebrará la caña cascada" en Mateo 12:20?
