Pregunta
¿Qué es el maquiavelismo?
Respuesta
El maquiavelismo es un rasgo de personalidad de tipo antisocial. Se caracteriza por la ausencia de emociones y por la creencia de que el fin justifica los medios. Los psicólogos lo reconocen, junto con el narcisismo y la psicopatía, como uno de los tres rasgos que forman la llamada "tríada oscura" de la personalidad. Estas personalidades son desadaptativas y suelen estar marcadas por la falta de empatía y el desinterés por la moral, o la percepción de estar "por encima" de ella. Las personas con rasgos de la tríada oscura, como el maquiavelismo, suelen ser profundamente manipuladoras y capaces de controlar con facilidad a quienes experimentan niveles normales de empatía.
El término maquiavelismo proviene de Nicolás Maquiavelo, un político del siglo XVI que promovió una filosofía amoral de estrategia política en la que el fin justifica los medios. Según él, los gobernantes debían comportarse como si estuvieran jugando un juego y no bajo principios morales, si querían tener éxito. Su libro El príncipe está lleno de recomendaciones sobre cómo llevar a cabo estos juegos políticos sin escrúpulos.
En la década de 1960, dos psicólogos, Richard Christie y Florence L. Geis, buscaron comprender mejor el comportamiento manipulador en los seres humanos. Para sus pruebas utilizaron algunas afirmaciones extraídas de los escritos de Maquiavelo y evaluaron a sus sujetos con base en lo que llamaron la escala Mach. Quienes obtenían puntajes altos eran aquellos que estaban de acuerdo con las ideas de Maquiavelo. De ahí surgió el uso del término maquiavelismo para describir a personas cuyo comportamiento es patológicamente manipulador.
En la Biblia, la reina Jezabel probablemente habría obtenido un puntaje muy alto en la escala Mach, ya que no tuvo reparos en mentir y manipular a otros para su propio beneficio. En 1 Reyes 19, el rey Acab codiciaba una viña que no podía obtener legalmente. Jezabel actuó entonces: falsificó cartas (v. 8); proclamó un falso "día de ayuno" pretendiendo honrar a Nabot, el dueño de la viña (v. 9); contrató a dos hombres perversos para presentar acusaciones falsas contra él (v. 10); y logró que Nabot fuera apedreado hasta la muerte (v. 13). Una vez cumplido su plan, Jezabel le dijo a Acab: "Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la cual él se negó a dártela por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto" (v. 15, NBLA). Fue un complot frío y maquiavélico, con engaño y asesinato, pero todo dentro de la normalidad para la despiadada Jezabel.
La Biblia se opone a filosofías que promuevan la mentira, la manipulación o la mentalidad de que el fin justifica los medios. Usar la confianza y el amor de otros para obtener ventaja es maldad, según la Escritura. No debemos escuchar a quienes practican o fomentan este tipo de conductas, porque al hacerlo terminamos siendo como ellos: "El malhechor escucha a los labios perversos; el mentiroso presta atención a la lengua detractora" (Proverbios 17:4, NBLA). Eso no significa que estudiar el maquiavelismo para entender la psicología sea incorrecto, pero sí lo sería estudiarlo para aprender y poner en práctica tácticas egoístas en lo político o en lo personal. El maquiavelismo no tiene lugar en las relaciones humanas.
La Biblia llama al diablo "mentiroso y padre de mentira" (Juan 8:44), y hay quienes lo imitan, controlando y manipulando fríamente a los débiles. La Escritura advierte contra quienes siguen "espíritus engañadores y a doctrinas de demonios, mediante la hipocresía de mentirosos que tienen cauterizada la conciencia" (1 Timoteo 4:1–5, NBLA). Este cuadro bíblico describe lo que hoy llamaríamos maquiavelismo.
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¿Qué es el maquiavelismo?
