Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre el trabajo en equipo?
Respuesta
Aunque la palabra "trabajo en equipo" no aparece en la Biblia, la Palabra de Dios contiene abundante información sobre cómo trabajar unidos. El trabajo en equipo es evidente en las estructuras sociales del matrimonio, la familia, la comunidad y los negocios. En las Escrituras se pueden encontrar consejos para la vida cotidiana, el manejo de conflictos y otros temas relacionados; solo hay que saber dónde buscar y cómo aplicar los principios bíblicos del trabajo en equipo al modelo empresarial o ministerial actual.
El equipo más fundamental es el que se crea cuando alguien acepta a Cristo como el Señor y Salvador. Desde ese mismo instante, los hijos recién nacidos de Dios nunca están solos (Hebreos 13:5). El creyente tiene la ventaja de formar parte del propio "equipo de Dios", con los beneficios de la guía del Espíritu Santo (1 Juan 2:27), las provisiones sacerdotales de Jesús (Hebreos 10:19-22) y el amor eterno de un Padre fiel (1 Corintios 1:9; 10:13).
Estamos diseñados para necesitar a Dios y a los demás. Nadie tiene todas las habilidades, dones o sabiduría necesarios para una vida exitosa. Se nos exhorta a usar los dones que recibimos —los talentos y aptitudes únicas de nuestra naturaleza creada, así como nuestros dones espirituales— para servirnos unos a otros con bondad, respeto y aprecio.
Los primeros ejemplos de trabajo en equipo que se encuentran en la Biblia están en el primer capítulo del Génesis. Allí encontramos a la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, trabajando en conjunto en la creación (Génesis 1:1-3). Cada miembro de la Deidad tenía una posición que ocupar en la creación del mundo; cada uno tenía una tarea definida que realizar.
En el sexto día de la creación, Dios formó a Adán y Eva, el primer equipo humano. Fueron diseñados para complementarse mutuamente y reflejar la imagen y la comunidad —el trabajo en equipo— de la Trinidad (Génesis 1:26-27).
Efesios 4:12 se refiere a la iglesia —la comunidad de creyentes— como el "cuerpo de Cristo". La iglesia debe trabajar en equipo. Primera de Corintios 12:17-31 profundiza en la idea de la iglesia como un cuerpo, utilizando los sistemas del cuerpo humano como analogía de la forma en que los miembros del equipo deben confiar los unos en los otros. Los equipos fuertes, al igual que los cuerpos fuertes, están formados por miembros interdependientes que cumplen tareas definidas.
En el trabajo en equipo no hay celos. Cuando todo el equipo trabaja para la gloria de Dios, no hay competencia interna: "Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento" (1 Corintios 3:6). El equipo unificado entiende que alcanzar las metas es obra de Dios. Y lo que Dios está haciendo requiere trabajo en equipo por nuestra parte: "Ya el segador recibe salario y recoge fruto para vida eterna, para que el que siembra se regocije junto con el que siega. Porque en este caso el dicho es verdadero: Uno es el que siembra y otro el que siega. Yo los envié a ustedes a segar lo que no han trabajado; otros han trabajado y ustedes han entrado en su labor" (Juan 4:36-38).
El equipo de doce hombres de Jesús se caracterizaba por su diversidad (Marcos 3:13-18; Lucas 6:12-16). Uno era recaudador de impuestos, varios eran pescadores, uno era políticamente activo y conocido como "el Zelote". Los Evangelios relatan tres años y medio de intensa formación, durante los cuales los discípulos pasaron tiempo al lado de Jesús mientras Él enseñaba y ministraba a la gente. A mitad de su formación, Jesús envió a los doce en equipos de dos (Marcos 6:7-13). Se les dio autoridad, dirección y oportunidad. Jesús hizo un seguimiento con revisión, corrección y descanso (Marcos 6:30-31).
Moisés, líder de los israelitas y autor de los cinco primeros libros de la Biblia, guio a más de un millón de personas a través de una convivencia nómada que duró cuarenta años. Su primer compañero de equipo fue Aarón, su hermano (Éxodo 6:26-7:20). Más tarde, siguiendo el consejo de su suegro, añadió líderes para equipos de miles, cientos, cincuenta y diez (Éxodo 24).
Lo que se conoce como los Diez Mandamientos (Éxodo 20:1-17), que Dios entregó a través de Moisés, contiene algunos de los mejores consejos sobre el trabajo en equipo que se han escrito jamás. Si lo trasladamos al ámbito empresarial, podría decir algo así:
Dios es lo primero. Él guía, nosotros escuchamos y obedecemos.
Nada debe interponerse en nuestra devoción hacia Él.
No podemos utilizar a Dios y Su nombre como excusa, amenaza o insulto.
Nos tomamos un día libre para descansar y recuperarnos.
Nuestros padres [jefes y mentores] tienen prioridad en nuestras vidas para dirigir nuestros pensamientos y comportamientos. Los honramos.
No debemos difamar (ni cometer ningún otro tipo de difamación).
No debemos cometer adulterio espiritual, emocional o físico. Establecemos límites en nuestras relaciones laborales y equipos.
No debemos robar unos a otros, ni ideas, ni méritos, ni pertenencias personales. Ni siquiera la taza de café de un compañero de trabajo de la cocina de la oficina.
No debemos decir mentiras unos sobre otros ni utilizar comentarios negativos sutiles para robar a otros su estatus o influencia.
No debemos codiciar la vida, la esposa, el puesto o las cosas de un miembro del equipo.
El trabajo en equipo cristiano reconoce a Dios como el líder establecido y la tercera parte objetiva en cada equipo, añadiendo fortaleza y cohesión al vínculo. Establecer límites relacionales básicos ayuda a los equipos a centrarse en el trabajo que tienen entre manos. Con amor por Dios y amor por los demás, la unidad es posible (Efesios 4:13). Ayuda a ser humilde y "considere al otro como más importante que a sí mismo" (Filipenses 2:3).
Eclesiastés 4:9-12 habla del valor del trabajo en equipo: "Más valen dos que uno solo, pues tienen mejor pago por su trabajo. Porque si uno de ellos cae, el otro levantará a su compañero; pero ¡ay del que cae cuando no hay otro que lo levante! Además, si dos se acuestan juntos se mantienen calientes, pero uno solo ¿cómo se calentará? Y si alguien puede prevalecer contra el que está solo, dos lo resistirán. Un cordel de tres hilos no se rompe fácilmente".
No hay nada mejor que eso.
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¿Qué dice la Biblia sobre el trabajo en equipo?
