Pregunta
¿De qué manera el temor a Dios alarga la vida de una persona (Proverbios 10:27)?
Respuesta
Proverbios 10:27 dice: "El temor del Señor multiplica los días, pero los años de los impíos serán acortados". Sabemos que el temor de Dios es el principio de la sabiduría (Proverbios 9:10), pero ¿cómo se relaciona eso con una vida más larga?
En primer lugar, hay que señalar que, al igual que todos los proverbios, Proverbios 10:27 es un principio general y no una promesa. En otras palabras, hay personas que temen al Señor y mueren jóvenes, y hay personas que no temen a Dios y viven vidas largas. Sin embargo, el proverbio simplemente observa que quienes temen a Dios suelen vivir más que quienes no lo temen.
Hay dos aspectos que intervienen en la explicación de este principio de vida. La primera mitad del proverbio dice que los que temen al Señor viven vidas más largas. ¿Cuál es la mejor explicación para esta afirmación? Los que viven temiendo al Señor, los que tienen sabiduría divina, evitarán las acciones pecaminosas e imprudentes que pueden acortar la vida. También practicarán acciones sanas y beneficiosas que conducen a una vida más larga.
El temor de Dios puede alargar la vida al hacer que uno evite las actividades violentas, se abstenga de comer de forma poco saludable, se abstenga del sexo ilícito y diga no a las drogas nocivas y otras cosas adictivas. Tener temor de Dios también promueve un mayor nivel de autocontrol y responsabilidad personal, lo que da lugar a un estilo de vida en el que se trabaja duro para satisfacer las necesidades diarias y se duerme regularmente para mantener la salud a largo plazo. En el ámbito relacional, una persona que teme a Dios dedicará regularmente tiempo a la oración, desarrollará relaciones piadosas y buscará vivir en armonía con sus familiares y amigos, lo que se traducirá en un menor nivel de estrés y en los beneficios que ello conlleva para el estilo de vida.
La segunda mitad del proverbio completa el paralelismo antitético del versículo: los años de los impíos serán acortados. Por lo tanto, la persona piadosa (que teme al Señor) probablemente vivirá más tiempo y, por el contrario, los impíos (que no temen al Señor) probablemente tendrán una vida más corta. ¿Por qué? La persona impía es más propensa a continuar con patrones poco saludables que pueden incluir comer en exceso, promiscuidad sexual, adicción al alcohol o las drogas, falta de ejercicio y trabajo duro, involucrarse en peleas o problemas de relaciones estresantes. Debido a la falta de sabiduría de la persona malvada, será más propensa a repetir errores que conducen a consecuencias negativas que resultan en una muerte prematura. Un estilo de vida imprudente aumentará la probabilidad de vivir menos años.
Aunque los cristianos a menudo pasan por alto la relación entre su fe y su salud personal, este proverbio destaca esta importante conexión. Debemos glorificar a Dios con nuestros cuerpos (1 Corintios 6:20). Esto puede incluir todo, desde la pureza sexual hasta la forma en que comemos, bebemos, hacemos ejercicio y dormimos. El cristiano que teme a Dios y aplica Su sabiduría a estas áreas de la vida tendrá más probabilidades de disfrutar de una vida más larga que aquellos que no lo hacen.
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¿De qué manera el temor a Dios alarga la vida de una persona (Proverbios 10:27)?
