Pregunta
¿Quién es la Artemisa mencionada en la Biblia?
Respuesta
Artemisa era una diosa venerada en el mundo antiguo. Los griegos la consideraban la hermana gemela de Apolo y la diosa de la caza y del desierto, así como la protectora de las muchachas solteras. La Artemisa mencionada en el libro de los Hechos era una deidad diferente—una diosa local de los efesios—, pero llevaba el mismo nombre (latinizado como "Diana") que la diosa de la mitología griega. Su templo en Éfeso estaba considerado una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
La Artemisa de Éfeso era una deidad "reina del cielo" que enfatizaba la fertilidad, la virginidad y la protección de la maternidad. Se han desenterrado muchas de sus imágenes; las hileras de protuberancias lisas y ovaladas en su torso han sido motivo de debate durante años: ¿son pechos, bolsas con fichas mágicas, testículos de toro o huevos de abeja? (Todas estas posibilidades se han propuesto como teorías viables). Los numerosos sacerdotes empleados en el templo realizaban sacrificios de animales. También había muchas sacerdotisas. No se sabe con certeza si las sacerdotisas ejercían prostitución ritual. En cualquier caso, el templo de Artemisa en Éfeso era un sitio muy visitado en el mundo romano.
En torno al origen del culto a Artemisa surgió una mitología particular. A este relato alude el secretario municipal de Éfeso: "¿Hay acaso algún hombre que no sepa que la ciudad de los efesios es guardiana del templo de la gran Diana y de la imagen que descendió del cielo?" (Hechos 19:35). Un artículo popular entre los turistas era un pequeño santuario de Artemisa: un recinto con forma de copa que contenía una pequeña figura femenina en su interior. A los adoradores se les decía que podían llevar este santuario a cualquier parte del mundo y adorar a Artemisa frente a él, y que era equivalente a hacerlo en su templo de Éfeso.
Pablo pasó años en Éfeso (Hechos 19:10) y allí realizó "milagros extraordinarios" (versículo 11). El evangelio empezó a transformar vidas, y "muchos de los que practicaban la magia, juntando sus libros, los quemaban a la vista de todos. . . . Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor" (versículos 19-20). A medida que el evangelio avanzaba en territorio reclamado por Artemisa, se preparaba el escenario para una confrontación con las fuerzas espirituales de las tinieblas.
Cuando los seguidores de Artemisa notaron el impacto de la predicación de Pablo, "se produjo un alboroto no pequeño por motivo del Camino" (Hechos 19:23). Un platero llamado Demetrio reunió a los artesanos de su gremio y les dijo: "Ustedes saben que nuestra prosperidad depende de este comercio. Pueden ver y oír que no solo en Éfeso, sino en casi toda Asia, este Pablo ha persuadido a una gran cantidad de gente, y la ha apartado, diciendo que los dioses hechos con las manos no son dioses verdaderos. Y no solo corremos el peligro de que nuestro oficio caiga en descrédito, sino también de que el templo de la gran diosa Diana se considere sin valor, y que ella, a quien adora toda Asia y el mundo entero, sea despojada de su grandeza" (versículos 25-27). Aunque Demetrio hablaba de la "grandeza" de Artemisa, su verdadera preocupación era económica: la gente dejaba de comprar sus objetos idolátricos.
Demetrio y sus compañeros artesanos encendieron el alboroto de la ciudad gritando: "¡Grande es Diana de los efesios!" (Hechos 19:28). Guiaron a una turba en busca de Pablo y, al no encontrarlo, tomaron a dos de sus compañeros de viaje y los arrastraron al teatro. Allí, la multitud continuó gritando alabanzas a Artemisa durante unas dos horas (versículo 34). Solo se tranquilizaron cuando el secretario municipal logró hablar y les recordó que estaban en peligro de violar la ley romana al provocar un disturbio (versículo 40).
Pablo salió poco después de Éfeso para continuar su tercer viaje misionero. Pero quedó establecida una iglesia. En el corazón del culto a Artemisa, en una ciudad identificada por el paganismo, la inmoralidad y la codicia, la luz de Jesucristo brillaba con fuerza. A pesar de la oposición espiritual, la iglesia creció y perseveró.
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¿Quién es la Artemisa mencionada en la Biblia?
