Pregunta
¿Es la parálisis del sueño el resultado de un ataque espiritual?
Respuesta
La parálisis del sueño puede ser algo muy aterrador. En ella, la persona es consciente de que está dormida, intenta despertarse, pero no puede. Suele ir acompañada de una sensación irracional de terror absoluto y, a veces, de imágenes de figuras oscuras o encapuchadas. Muchas culturas han desarrollado explicaciones sobrenaturales para la parálisis del sueño. En China se llama mèng yǎn, "fantasma que presiona el cuerpo". En algunos países musulmanes se asocia con un djinn maligno. En África, se describe como "la bruja que te cabalga por la espalda".
Sin embargo, existe una explicación completamente fisiológica para el fenómeno conocido como parálisis del sueño. Al quedarnos dormidos, la mente puede entrar en un estado hipnagógico, momento en que la conciencia todavía despierta del durmiente se encuentra con imágenes oníricas. Cuando algunas personas comienzan a despertar, experimentan un estado hipnopómpico, en el que la mente soñadora se enfrenta a estímulos del mundo real. En ambos casos, los sueños pueden sentirse increíblemente reales, con una intensidad vívida y alucinatoria. A menudo estas imágenes son manchas oscuras que la mente confundida interpreta como figuras humanas, a veces llamadas "personas sombra". Las alucinaciones también pueden incluir sonidos, como golpes fuertes o llantos. Estos episodios suelen comenzar con una sensación de caída seguida de una "sacudida hipnótica", una contracción brusca de los músculos.
Una de las experiencias más inquietantes de la parálisis del sueño es la combinación de sueño lúcido y falso despertar. El durmiente reconoce que está dormido e intenta despertarse. Abre los ojos, aparentemente despierto, pero pronto se da cuenta de que sigue dentro del sueño. Esta situación puede repetirse varias veces, y en ocasiones el durmiente es consciente de su entorno real—la presión de las mantas, la luz de la habitación—, pero continúa sin poder despertar por completo. Esa conciencia puede desvanecerse y el durmiente volver a las alucinaciones.
La parálisis muscular durante el sueño es necesaria. Las personas que actúan sus sueños corren riesgo de lesiones, incluso de saltar por una ventana. Sin embargo, ser consciente de que estás dormido y paralizado puede resultar aterrador. La persona intenta abrir los ojos, solo para quedar atrapada en otro falso despertar. Una teoría sugiere que la parálisis afecta más a los músculos grandes del cuerpo, por lo que algunos recomiendan intentar mover dedos de manos o pies para despertar. También es posible orar durante estos episodios, lo cual suele brindar consuelo y ayudar a volver a conciliar el sueño. La parálisis del sueño se puede evitar descansando adecuadamente y evitando drogas y alcohol.
Probablemente, en la gran mayoría de los casos, la parálisis del sueño es simplemente una peculiaridad del ciclo REM de una persona, no un ataque espiritual. Sin embargo, no se puede negar que los demonios pueden atacarnos, y de hecho lo hacen. Es razonable pensar que podrían atacarnos incluso mientras dormimos. En los Evangelios, varios casos de opresión demoníaca incluían síntomas físicos claros. Por lo tanto, es posible que un ataque demoníaco cause sensaciones similares a la parálisis del sueño. En cualquier caso, contamos con un Dios que vela por nosotros, estemos despiertos o dormidos (1 Juan 4:4).
"En paz me acostaré y así también dormiré, porque solo Tú, Señor, me haces vivir seguro" (Salmo 4:8).
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