Pregunta
¿Qué es el Movimiento del Reino Tangible?
Respuesta
El Movimiento del Reino Tangible se describe en un libro titulado The Tangible Kingdom: Creating Incarnational Community, escrito por Hugh Halter y Matt Smay. Los autores se presentan como "un pastor algo desencantado" y como mentores, consultores y plantadores de iglesias. No se menciona que tengan formación bíblica formal o teológica, ni una declaración de fe clara, más allá de identificarse como un movimiento "misional". En su sitio web afirman: "El Reino Tangible ofrece respuestas teológicas e historias reales que demuestran cómo las mejores prácticas de la iglesia antigua pueden resurgir en la cultura actual, a través de cualquier iglesia, sin importar su tamaño".
Sin embargo, su conocimiento sobre la iglesia del primer siglo resulta superficial y, en varios casos, impreciso. Por ejemplo, en el libro sugieren que los primeros cristianos se estaban "esparciendo como un virus... y desbordando las calles". Esta imagen no refleja con fidelidad los eventos históricos narrados en la Biblia ni en registros seculares. En realidad, los cristianos primitivos fueron intensamente perseguidos tanto por los judíos como por los romanos (Hechos 8:1; 11:19; 13:50), y pasaron muchos años en la clandestinidad.
Uno de los aspectos más cuestionables del Movimiento del Reino Tangible es su uso del término "encarnacional". Esta palabra se ha vuelto una especie de lema dentro de ciertos círculos posmodernos que promueven una forma de cristianismo más experiencial. Estos movimientos se suelen centrar menos en la Biblia y en la regeneración espiritual por medio del Espíritu Santo, y más en "experiencias colectivas" y el servicio comunitario como expresión de fe. Como resultado, el mensaje del evangelio—incluyendo el "escándalo de la cruz" (Gálatas 5:11, NBLA)—suele quedar relegado o incluso omitido por considerarse ofensivo.
Una parte fundamental del Movimiento del Reino Tangible es la práctica del "servicio comunitario" como una forma de "demostrar" el amor de Jesús por la humanidad. Sin embargo, el mensaje real del evangelio—la salvación por gracia mediante la fe—rara vez se enseña, si es que se enseña. Este movimiento transmite la idea de que un cristiano genuino es aquel que sirve de forma "encarnacional", porque Jesús vive "en" y "a través de" él. Pero al centrarse casi exclusivamente en el amor de Dios y en la búsqueda de unidad entre las personas, el movimiento pasa por alto aspectos esenciales del mensaje bíblico: el arrepentimiento del pecado, la sangre de Cristo derramada en la cruz, la negación del yo, la necesidad de tomar la cruz cada día y la persecución que Jesús prometió a Sus seguidores (Mateo 16:24; Juan 15:18). Por supuesto, la idea de amor y unidad resulta atractiva—¿quién no desea ser amado y aceptado?—, pero el hecho de que Jesús fue "despreciado y desechado de los hombres" (Isaías 53:3, NBLA) no parece recibir mucha atención en las enseñanzas del Reino Tangible.
El Movimiento del Reino Tangible resulta engañoso porque omite las enseñanzas de la Biblia respecto a los engaños del mundo, su actitud de desobediencia y los estilos de vida que entristecen al Espíritu Santo y bloquean el acceso a la vida abundante que Dios promete a quienes:
– confían en Él plenamente y se llenan de Su amor,
– dependen de Su Palabra,
– deciden entrar por la puerta estrecha,
– y dicen "no" a cualquier compromiso con el pecado o con la fe a medias.
Los autores de El Reino Tangible afirman que los cristianos se dividen en dos grupos: los que creen y conocen a Jesús mediante la "interpretación literal de la doctrina", y los que "ven el mensaje de Cristo a través de Su personalidad". El movimiento opta claramente por esta última perspectiva: presentar el evangelio según la persona de Jesús, más que por lo que Él enseñó, como si ambos aspectos pudieran separarse. Su argumento es que lo que realmente atrajo a la gente a Jesús no fue Su mensaje, porque ese mensaje repelía a muchos, sino Su personalidad. Incluso llegan a afirmar que, durante Su confrontación con los fariseos respecto a la mujer sorprendida en adulterio, Jesús estaba "dibujando una carita feliz" en la arena (Juan 8:1–11). Pero lo cierto es que Jesús nunca invitó a las personas a seguirlo solo por Su carisma; Él las desafió a demostrar su amor por medio de la obediencia a Sus mandamientos (Juan 14:15).
No cabe duda de que el mensaje de Jesús repelía a muchos en su época, como lo sigue haciendo hoy. Atrae a los humildes y quebrantados, pero repele a quienes quieren seguir viviendo en pecado y aun así esperar los beneficios del cielo. Repele a quienes rechazan la Biblia como norma suprema de fe y conducta, y en su lugar prefieren una experiencia emocional que sustituya la vida santa. También incomoda a quienes desean reducir a Jesús a un "amigo amable y comprensivo" que guiña el ojo ante el pecado, en lugar de reconocerlo como el Creador santo y justo, que aborrece el pecado y lo juzgará. Jesús vino para ofrecer una alternativa real al infierno eterno: Su sacrificio fue suficiente y definitivo para pagar por nuestros pecados. Cualquier mensaje que omita estas verdades no tiene nada de "tangible". Es solo humo y espejos.
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¿Qué es el Movimiento del Reino Tangible?
