Pregunta
¿Debe una iglesia ser sensible a los buscadores?
Respuesta
En los últimos años, se ha puesto de moda un nuevo movimiento dentro de la iglesia evangélica, comúnmente conocido como "sensible al buscador". En general, este movimiento ha experimentado un gran crecimiento. Muchas iglesias para "buscadores" son ahora megaiglesias con pastores muy conocidos que están disfrutando de una gran popularidad en el mundo evangélico. El movimiento sensible al buscador afirma tener millones de conversiones, cuenta con vastos recursos, sigue ganando popularidad y parece estar atrayendo a millones de personas que no pertenecen a ninguna iglesia.
Entonces, ¿en qué consiste este movimiento? ¿De dónde viene? Y, lo más importante, ¿es bíblico? Básicamente, la iglesia sensible al buscador trata de llegar a las personas no salvas, haciendo que la experiencia de la iglesia sea lo más cómoda, acogedora y no amenazante posible para ellas. La esperanza es que crean en el evangelio. La idea detrás del concepto es atraer a la mayor cantidad posible de personas no salvas, y los líderes de la iglesia están dispuestos a utilizar casi cualquier medio para lograr ese objetivo. El teatro y el entretenimiento musical son la norma en los servicios religiosos para evitar que las personas no salvas se aburran como lo hacen en las iglesias tradicionales. La tecnología más avanzada en iluminación y sonido es un componente habitual de las iglesias sensibles a los buscadores, especialmente las más grandes.
Las guarderías, jardines de infancia, centros de día para adultos, programas comunitarios como ESL (inglés como segunda lengua) y muchos otros servicios gestionados por expertos son habituales en las iglesias más grandes para buscadores. Los sermones cortos (normalmente de 20 minutos como máximo) suelen centrarse en la superación personal. Los partidarios de este movimiento dirán que la única razón detrás de todos los gastos, el equipo tecnológico de última generación y la teatralidad es llegar a los no salvos con el evangelio; sin embargo, rara vez se habla del pecado, el infierno o el arrepentimiento, y casi nunca se menciona a Jesucristo como el único camino al cielo. Tales doctrinas se consideran "divisivas".
El movimiento de iglesias sensibles al buscador ha sido pionero en un nuevo método para fundar iglesias que implica estudios demográficos y encuestas comunitarias en las que se pregunta a los no creyentes qué es lo que quieren en una iglesia. Se trata de una mentalidad del tipo "si lo construyes, vendrán". El razonamiento es que si les ofreces a los no creyentes un entretenimiento mejor que el que pueden encontrar en otros lugares, o "haces iglesia" de una manera no amenazante, entonces vendrán y, con suerte, aceptarán el evangelio. La mentalidad es enganchar a la persona que no va a la iglesia con un gran entretenimiento, darle un mensaje que pueda digerir y proporcionarle unos servicios inigualables. El enfoque de la iglesia buscadora no está centrado en Cristo, sino en el hombre. El principal propósito de la existencia de la iglesia buscadora es dar a la gente lo que quiere o satisfacer sus propias necesidades.
Además, la presentación del evangelio orientada a los buscadores se basa en la idea de que si crees en Jesús, Él mejorará tu vida. Las relaciones con tu esposa o esposo, compañeros de trabajo, los niños, etc., serán mejores. El mensaje que la iglesia buscadora a veces transmite a la persona no salva es que Dios es un gran genio cósmico, y si lo acaricias de la manera correcta, obtendrás lo que deseas. En otras palabras, si profesas creer en Jesús, Dios te dará una vida mejor, mejores relaciones y un propósito en la vida. Así pues, a todos los efectos, el movimiento sensible al buscador es un tipo de sistema basado en dar a los no creyentes lo que quieren. Lo que ocurre con demasiada frecuencia en un sistema así es que las personas profesan su fe, pero cuando las circunstancias de su vida no cambian inmediatamente para su bien material, abandonan a Cristo, creyendo que les ha fallado.
¿Cómo está respondiendo la gente al movimiento "sensible al buscador"? Muchas personas han respondido y han comenzado a asistir a iglesias sensibles al buscador. De hecho, muchas personas han llegado a la fe en Cristo como resultado de una iglesia sensible al buscador. Pero la pregunta más importante es: "¿Qué tiene que decir Dios sobre todo esto?". ¿Es posible que un movimiento tenga éxito desde una perspectiva humana, pero sea inaceptable para Dios?
La premisa básica del movimiento sensible al buscador es que hay muchas personas que buscan a Dios y quieren conocerlo, pero el concepto de la iglesia tradicional los aleja de la fe en Cristo. Pero, ¿es cierto que las personas realmente buscan a Dios? En realidad, las Escrituras enseñan exactamente lo contrario. El apóstol Pablo nos dice que "no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios" (Romanos 3:11). Esto significa que no existe tal cosa como un incrédulo que esté buscando verdaderamente a Dios por sí mismo. Además, el hombre está muerto en su pecado (Efesios 2:1), y no puede buscar a Dios porque no reconoce su necesidad de Él, y esto es por lo que Pablo dice que no hay quien entienda. Romanos 1:20-23 nos enseña que todos los incrédulos rechazan al Dios verdadero. Luego forman un dios que es lo que ustedes quieren (un dios a su imagen o a la imagen de otra cosa). Este es un dios que pueden domesticar y controlar. Romanos 1:18-20 dice que ellos suprimen deliberadamente lo que saben acerca de Dios a través de su creación y que están sujetos a la ira de Dios, otra doctrina que las iglesias buscadoras evitan cuidadosamente.
Los atributos invisibles de Dios se ven claramente en la creación, pero los incrédulos toman ese conocimiento claro y la revelación que Dios ha proporcionado generosamente y lo rechazan rotundamente. Esto lleva a la declaración de Pablo en Romanos 1:20 de que "no tienen excusa". Lo que el hombre encuentra cuando busca por sí mismo no es más que un dios de su propia creación. El hombre no busca a Dios; es Dios quien busca al hombre. Jesús lo dijo claramente en Juan 15:16 y Juan 6:44. La idea de que miles o incluso millones de incrédulos estén realmente buscando al Dios verdadero es una noción totalmente antibíblica. Por lo tanto, este movimiento se basa en un concepto antibíblico de la naturaleza de la persona no salva, que está espiritualmente muerta. Una persona espiritualmente muerta no busca a Dios, ni puede hacerlo. Por lo tanto, no existe tal cosa como un incrédulo que busca. No entiende las cosas de Dios hasta que es vivificado por el Espíritu de Dios (1 Corintios 2:14).
Hasta que el Padre lo atrae (Juan 6:44) y el Espíritu despierta el corazón para que pueda creer y recibir el don de la fe (Efesios 2:8), una persona no salva no puede creer. La salvación es completamente el acto de Dios por el cual Él atrae y da poder al pecador muerto con lo necesario para creer (Juan 6:37, 39-40). ¿Qué papel desempeñamos en la salvación de los demás? Dios ha ordenado que seamos el instrumento a través del cual se proclama el evangelio. Compartimos el evangelio, pero no es nuestra responsabilidad hacer que la gente crea, ni siquiera tratar de persuadirla o manipularla para que crea. Dios nos ha dado el mensaje del evangelio; debemos compartirlo con mansedumbre y reverencia, pero debemos compartirlo, incluso las partes ofensivas. Nadie cree en el evangelio porque el que lo predica sea persuasivo. La gente cree por la obra de Dios en sus corazones.
Dios no ha sido ambiguo sobre cómo debe ser su iglesia. No nos ha dejado con la duda. Nos ha dado instrucciones sobre cómo deben dirigir los hombres su iglesia (Hechos 6:1-6, 14:23; Tito 1:5-9; 1 Timoteo 3:1-13; Efesios 4:11), las ordenanzas de la iglesia (1 Corintios 11; Mateo 28:19) y la adoración en la iglesia, que debe ser en el "Día del Señor" (Hechos 20:7) y debe consistir en la predicación y la enseñanza, la oración, la comunión (Hechos 2:42) y la ofrenda (Colosenses 3:16). Aquí, el movimiento de búsqueda ha perdido completamente el objetivo con su enfoque centrado en el hombre. Cuando una persona no salva entra en la iglesia, ¿debería ser nuestro objetivo hacerla sentir lo más cómoda posible? Cuando se trata de cuestiones como nuestra amabilidad, hablar con respeto o incluso la comodidad física, todos los que entran en la iglesia deben ser tratados bien. Pero la persona no salva, nunca debe sentirse "como en casa" en la iglesia, que es el cuerpo de Cristo. La predicación y la enseñanza de la verdad deben hacerte sentir muy incómodo, ya que, con suerte, te darás cuenta del estado de tu alma, llegarás a conocer la existencia del infierno y reconocerás tu necesidad de un Salvador. Esta incomodidad es lo que lleva a las personas a Cristo, y aquellos que intentan eludirla no están siendo amorosos. De hecho, es justo lo contrario. Si amamos a alguien, queremos que conozca la verdad sobre el pecado, la muerte y la salvación para poder ayudarle a evitar una eternidad en el infierno. Según Pablo, cuando un incrédulo entra en la iglesia y se predica la Palabra de Dios de forma expositiva (enseñada directamente a partir de las Escrituras), se sentirá convencido y llamado a rendir cuentas por su pecado. Los secretos de su corazón se revelan cuando confiesa y se arrepiente de su pecado; esto le lleva a humillarse y adorar al Dios que ha proporcionado el sacrificio para su salvación.
Si aplicamos los estándares del movimiento sensible al buscador para evaluar el ministerio de Jesús, obtenemos algunos resultados interesantes. En un momento dado, Jesús estaba predicando a miles de personas y claramente ofendió a casi todos los que le escuchaban. Ellos le abandonaron y "como resultado de esto muchos de Sus discípulos se apartaron y ya no andaban con Él" (Juan 6:66). Las palabras griegas de este versículo significan que se marcharon y nunca volvieron. Jesús nos advirtió que, lejos de sanar nuestras relaciones con los demás, los cristianos experimentarán divisiones en sus relaciones más cercanas por causa de Él (Mateo 10:34-37). Es cierto que una vez que somos salvos, la vida es mejor porque estamos reconciliados con Dios y tenemos una relación correcta con Él. Esto nos proporciona la paz más profunda que se puede conocer. Sin embargo, es casi seguro que el resto de nuestras vidas será más difícil que antes. Dios ha dicho que seremos perseguidos (Mateo 10:25), que el resto del mundo nos considerará necios (1 Corintios 1:18, 23) y que incluso podremos experimentar profundas divisiones en nuestras propias familias, todo por causa de Cristo (Lucas 12:53). Jesús nunca quiso que fuéramos populares entre los incrédulos, sino que dijo que no había venido a traer paz, sino espada (Mateo 10:34).
La filosofía básica, la teología, el propósito y el fin del movimiento sensible al buscador están totalmente centrados en el hombre. Sin embargo, algunos dirían que, independientemente de que el propósito, el motivo y el resultado del movimiento sean erróneos, no podemos discutir el principio de atraer a los no salvos para que escuchen el evangelio. Sin duda, cualquier exposición que podamos dar del evangelio a los no salvos es algo grandioso. Sin embargo, el movimiento sensible al buscador a veces no tiene el evangelio verdadero. Más bien, es un caparazón de la verdad; es hueco y vacío de las verdades del pecado, el infierno y la santidad de Dios.
¿Cómo debe responder el resto del cuerpo de Cristo al movimiento sensible al buscador? Debemos "luchar ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos" (Judas 3). Debemos estar aún más vigilantes para modelar nuestras iglesias según las instrucciones de las Escrituras. Con el tiempo, este movimiento, como todos los demás que han surgido y desaparecido a lo largo de los años, seguirá su curso y se desvanecerá. El movimiento de los buscadores es grande y bien aceptado, pero con el tiempo dará paso a la próxima moda, y en cierto modo eso ya ha sucedido con el movimiento de la Iglesia Emergente. Las rarezas dentro de la iglesia van y vienen, pero la iglesia bíblica, como su Señor, perdura para siempre.
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