Pregunta
¿Por qué hay momentos en mi vida en los que encontrar a Dios es tan difícil?
Respuesta
Algunas de las palabras más prometedoras y espectaculares jamás pronunciadas por Dios se encuentran en el libro de Jeremías: "y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" (Jeremías 29:13-14). Y a veces, en nuestra búsqueda de Dios, parece que Él quiere recordarnos esta extraordinaria promesa. Estamos profundamente atribulados, así que oramos fervientemente. Estamos angustiados, así que clamamos a Dios pidiendo alivio. Pero a veces todo lo que oímos como respuesta es un silencio tan ensordecedor que ahoga cualquier pensamiento excepto este: Dios no nos escucha. Entonces nos preguntamos: "¿Me ha abandonado Dios?".
Muchos creyentes han experimentado la sensación de que encontrar a Dios es difícil o imposible. Después de que C. S. Lewis perdiera a su mujer a causa del cáncer, pidió consuelo a Dios, pero no encontró respuesta. Confundido, se preguntó: "¿Qué significa esto? ¿Por qué está Él tan presente como comandante en nuestro tiempo de prosperidad y tan ausente como ayuda en tiempo de angustia?".
La Escritura habla de gritos de auxilio de quienes se afanan por encontrar a Dios: "¿Desechará el Señor para siempre, y no volverá más a sernos propicio? ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?" (Salmo 77:7-8).
Esta oración del salmista comunica el corazón de alguien centrado en encontrar a Dios: "Oh Dios, no guardes silencio; no calles, oh Dios, ni te estés quieto" (Salmo 83:1).
A veces, encontrar a Dios parece difícil, incluso para quienes tienen una relación con Él. Los cambios en la vida traen incertidumbre: la pérdida de un trabajo, un divorcio, un ascenso laboral, el nacimiento de un hijo. Algunos se han referido a estos cambios inesperados en la vida como "interrupciones divinas". Incluso cuando el cambio es positivo, puede interrumpir nuestra sensación de bienestar y dejarnos solos. Surge la pregunta: "¿Dónde está Dios? ¿Por qué me cuesta tanto encontrar a Dios?".
Es importante recordar que, al encontrar a Dios, la promesa de Jeremías 29:13-14 nunca queda anulada por nuestros sentimientos subjetivos. El hecho de que sintamos que Dios está lejos de nosotros no significa que lo esté. De hecho, Él nos ha dicho que nunca nos dejará ni nos abandonará (Hebreos 13:5). Ya que Dios nunca miente, rechazamos conclusiones incorrectas acerca de nuestras circunstancias cuando esas conclusiones contradicen lo que sabemos acerca de Dios por Su Palabra. Caminamos por fe, no por vista (2 Corintios 5:7).
Si queremos conocer la clave para encontrar a Dios, tenemos que volver al Salmo 77 (NBLA). Después de que el salmista se lamenta de que Dios lo ha rechazado y Su amor se ha desvanecido (versículos 7-8), recapacita y escribe los versículos 11-12, dándonos la solución en dos partes para sentirse abandonado por Dios: "Me acordaré de las obras del Señor; ciertamente me acordaré de Tus maravillas antiguas. Meditaré en toda Tu obra, y reflexionaré en Tus hechos". En primer lugar, el salmista decide recordar las obras de Dios y Sus milagros. El solo hecho de recordar cómo Dios nos salvó de una vida inútil y de una eternidad en el infierno debería darnos una perspectiva adecuada de Su amor. Cuando pensamos en las muchas veces que Dios ha intervenido en nuestras vidas contestando a nuestras oraciones, nos acordamos de Su fidelidad. A algunas personas les resulta útil llevar un diario de oraciones contestadas al que pueden volver en los tiempos "secos" de dudas y confusión.
En segundo lugar, el salmista decide meditar en la Palabra de Dios para alcanzar su objetivo de encontrar a Dios. Meditar en la Palabra de Dios es la única manera segura de llegar a conclusiones correctas sobre Dios. Los que son "bienaventurados" en el Salmo 1 son los que meditan en la ley de Dios-la Biblia-"día y noche". La Palabra de Dios nos deleita (Salmo 1:2) y nos hace fuertes, fructíferos y capaces de soportar las tormentas de la vida sin marchitarnos (versículo 3). Descuidar la Palabra es descuidar el único medio de santificación en nuestras vidas (Juan 17:17) y dejarnos expuestos a las mentiras del diablo, a quien nada le gustaría más que convencernos de que Dios nos ha abandonado.
Jeremías promete que, cuando busquemos a Dios de todo corazón, Dios será encontrado. Como dijo Pablo a los atenienses, Dios "no está lejos de cada uno de nosotros. Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos" (Hechos 17:27-28). Al embarcarnos en la interminable búsqueda de encontrar a Dios en cada uno de nuestros días, recordamos y meditamos en sus poderosas obras, y damos la bienvenida a Sus "interrupciones divinas".
English
¿Por qué hay momentos en mi vida en los que encontrar a Dios es tan difícil?
