Pregunta
¿De dónde viene la fe?
Respuesta
La fe es la vía o el instrumento que Dios utiliza para traer la salvación a Su pueblo. Dios da la fe por Su gracia y misericordia, porque nos ama (Efesios 4-5). La fe viene de Dios en forma de don (Efesios 2:8).
Un don no se gana con una buena acción o una palabra amable, y no se da porque el que lo da espere un don a cambio; bajo cualquiera de esas condiciones, un don no sería un don. La Biblia subraya que la fe es un don, porque Dios merece toda la gloria por nuestra salvación. Si el receptor de la fe pudiera hacer algo para merecer o ganar el don, tendría todo el derecho a jactarse (Efesios 2:9). Pero tal jactancia está excluida (Romanos 3:27). Dios quiere que los cristianos entiendan que no han hecho nada para ganarse la fe, es solo por lo que Cristo hizo en la cruz que Dios le da a alguien la fe (Efesios 2:5, 16). Recibir la fe no es una obra (ver Romanos 4-La salvación de Abraham dependía de la fe en Dios, a diferencia de cualquier obra que él realizara).
Imagina que alguien te envía anónimamente un cheque por $1,000,000. El dinero es tuyo si lo quieres, pero aun así debes endosar el cheque. En ningún caso se puede considerar que, por firmar con tu nombre, te has ganado el millón de dólares: el endoso no es un trabajo. Nunca puedes presumir de haberte hecho millonario por tu propio esfuerzo o por tu habilidad para los negocios. No, el millón de dólares fue simplemente un regalo, y firmar con tu nombre fue la única manera de recibirlo. Del mismo modo, ejercer la fe es la única forma de recibir el generoso don de Dios, y la fe no puede considerarse una obra digna del don.
Saber que nuestra fe salvífica procede únicamente de Dios debería animar a los cristianos a "no tener más alto concepto de sí mismos que el que deben tener", sino recordar que Dios decide la medida de fe que cada uno recibe (Romanos 12:3). El apóstol Pablo da un ejemplo de la humildad piadosa que deben tener los creyentes cuando contemplan su propia fe: "aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús" (1 Timoteo 1:13-14). Pablo comprendió que la fe en Cristo le fue concedida por la gracia de Dios a pesar de su propia vida pecaminosa (1 Corintios 4:7).
La Biblia especifica la manera, o el medio, en que Dios da la fe a las personas. "Así que la fe viene del oír, y el oír, por la palabra de Cristo" (Romanos 10:17). Es la Palabra de Dios la que produce la fe. Alguien puede recibir fe mientras escucha un sermón enseñando el evangelio, alguien más leyendo acerca de Jesús en la Biblia-cualquier momento en que el verdadero evangelio de Jesús es comunicado, hay potencial para la fe. Por eso es de suma importancia que los creyentes de todo el mundo obedezcan la Gran Comisión (Mateo 28:16-20) y cuenten a la gente lo que Cristo ha hecho por la humanidad. La fe no es producto de la convincente presentación de un predicador, de su elocuencia o incluso de su solidez teológica; la fe se da a través del mensaje sobre Jesús. Este es el medio que Dios ha elegido.
Es bueno que cualquiera que desee la fe la pida. Dios da gratuitamente lo que es bueno a todo el que se lo pide (Lucas 11:9-12), y es bueno pedir que aumente la fe (Lucas 17:5; Marcos 9:24). Jesús oró para que la fe de Pedro fuera fortalecida (Lucas 22:32). Como con cualquier don de Dios, es nuestra responsabilidad ejercer el don y no volvernos complacientes, perezosos o apáticos (Romanos 12:1-2, 6-8). Los cristianos pueden encontrar consuelo y tranquilidad sabiendo que su fe proviene de Dios, porque Él ha dicho que terminará la buena obra que comenzó (Filipenses 1:6). Dios es el Autor y el Perfeccionador de la fe (Hebreos 12:2a; Romanos 8:29-30).
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