settings icon
share icon
Pregunta

¿Qué es el denominacionalismo? ¿Qué dice la Biblia sobre el denominacionalismo?

Respuesta


Una denominación religiosa es una organización eclesiástica que reúne a congregaciones de creencias y prácticas similares. Algunos ejemplos de denominaciones religiosas son la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos, la Iglesia Luterana, Sínodo de Missouri y la Iglesia Bautista Americana. El denominacionalismo, entonces, es devoción a la propia denominación ('Soy metodista y estoy orgulloso de ello") o, de manera más negativa, un énfasis en las diferencias denominacionales hasta el punto de ser estrictamente excluyente ("Si no eres metodista, entonces estás equivocado"). El tipo negativo de denominacionalismo podría llamarse sectarismo, y es demasiado divisivo.

Las denominaciones varían en sus credos, prácticas y tradiciones. El denominacionalismo se aferra al credo, la práctica y la tradición particulares de una denominación y rechaza a todos los demás grupos por considerarlos indignos de asociación. Aunque no hay nada malo en tener denominaciones, per se, debemos esforzarnos por la paz dentro de la iglesia. Pablo escribe: "Les ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos se pongan de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que estén enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer. Porque he sido informado acerca de ustedes, hermanos míos, por los de Cloé, que hay discusiones entre ustedes. Me refiero a que cada uno de ustedes dice: "Yo soy de Pablo", otro: "yo de Apolos", otro: "yo de Cefas", y otro: "yo de Cristo". ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O fueron bautizados en el nombre de Pablo?" (1 Corintios 1:10-13, NBLA). Los cristianos de Corinto se dividían en grupos basados en la personalidad y las prácticas de sus maestros favoritos. Pablo reprende este temprano denominacionalismo por ser totalmente innecesario y perjudicial para la unidad de Cristo. Los cristianos deben seguir a Cristo, y la iglesia debe tener una misma mente y un mismo juicio porque seguimos a un Dios que es Uno y que no cambia (Deuteronomio 6:4; Santiago 1:17).

En al menos una ocasión, Jesús tuvo que lidiar con una actitud sectaria entre sus discípulos. Juan se acercó a Jesús un día y le dijo: "Maestro...vimos a uno echando fuera demonios en Tu nombre, y tratamos de impedírselo, porque no nos seguía" (Marcos 9:38, NBLA). Esto fue antes de que comenzara la iglesia, por lo que la actitud de Juan no puede llamarse propiamente denominacionalismo, pero fue un prototipo. Jesús reprende a Juan: "No se lo impidan, porque no hay nadie que haga un milagro en Mi nombre, y que pueda enseguida hablar mal de Mí. Pues el que no está contra nosotros, por nosotros está. Porque cualquiera que les dé a ustedes a beber un vaso de agua, por razón de su nombre como seguidores de Cristo, en verdad les digo que no perderá su recompensa" (Marcos 9:39-41, NBLA).

Si aplicamos este incidente a la era de la Iglesia, podemos decir que, en primer lugar, el denominacionalismo es erróneo porque el Señor puede utilizar a otros que no están involucrados en nuestra denominación. Además, el denominacionalismo es erróneo porque el Señor puede tener obras en curso de las que no sabemos nada, y no necesita nuestra aprobación para utilizar a alguien que no esté asociado con nuestra organización. El denominacionalismo se contrarresta con las palabras de Jesús: "el que no está contra nosotros, está con nosotros".

No podemos asumir que otros cristianos no están sirviendo "realmente" al Señor simplemente porque no pertenecen a nuestra denominación o no se mueven en nuestros círculos. El servicio en nombre de Cristo será recompensado. Debemos permitir que el Dador de todos los buenos dones reparta las recompensas como Él considere oportuno. Pablo reconoce que no todos los que predican el Evangelio son personas que él aprobaría: "Algunos, a la verdad, predican a Cristo aun por envidia y rivalidad...Aquellos proclaman a Cristo por ambición personal, no con sinceridad, pensando causarme angustia en mis prisiones. ¿Entonces qué? Que de todas maneras, ya sea fingidamente o en verdad, Cristo es proclamado; y en esto me regocijo" (Filipenses 1:15-18, NBLA). Lo que importa no es si todos están de acuerdo o no. Lo que importa es que el Evangelio se proclame.

Aunque debemos esforzarnos por alcanzar la unidad en el Espíritu, hay razones bíblicas para que el pueblo de Dios se separe de otros grupos y mantenga sus diferencias doctrinales. Pablo advierte que hay un juicio severo para aquellos que distorsionan el Evangelio (Gálatas 1:6-9; cf. 2 Pedro 2). La verdad importa, y el Evangelio es de suma importancia. El Evangelio no debe diluirse ni alterarse. Debemos "luchar ardientemente por la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos" (Judas 1:3, NBLA). Los creyentes deben separarse de aquellos que niegan la verdad sobre Jesús y pervierten el Evangelio: "Si alguien viene a ustedes y no trae esta enseñanza[a], no lo reciban en casa, ni lo saluden" (2 Juan 1:10, NBLA).

Las denominaciones surgen por diversas razones: modo de bautismo, frecuencia de comunión, uso de instrumentos musicales, etc. Incluso las diferencias culturales y étnicas pueden dar lugar a diferentes denominaciones. A pesar de la abundancia de denominaciones en la actualidad, debemos recordar que el Evangelio es primordial. Cuando hay acuerdo sobre la persona y la obra de Cristo en la salvación, las diferencias menores pasan a un segundo plano y el denominacionalismo se ve obstaculizado. Los cristianos de una denominación deben tratar de respetar a los de otras denominaciones y centrarse en difundir el Evangelio a un mundo necesitado.

El evangelista D. L. Moody evitaba el denominacionalismo. Durante sus cruzadas evangelísticas, Moody contó con la cooperación de todas las iglesias locales y líderes de iglesias evangélicas, independientemente de sus afiliaciones denominacionales. A Moody no le importaba la denominación que una persona profesara; solo quería que se escuchara el mensaje de Cristo. El resultado fue que más de 100 millones de personas escucharon el Evangelio predicado claramente durante su vida.

Los creyentes renacidos en Jesucristo deben mantenerse "firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio" (Filipenses 1:27, NBLA). Podemos evitar el denominacionalismo permitiendo que el Espíritu de Dios obre en nosotros, porque la paz es un fruto del Espíritu de Cristo (Gálatas 5:22). "Que la paz de Cristo reine en sus corazones, a la cual en verdad fueron llamados en un solo cuerpo" (Colosenses 3:15, NBLA).

English



Retornar a la página inicial de Español

¿Qué es el denominacionalismo? ¿Qué dice la Biblia sobre el denominacionalismo?
Suscríbete a la

Pregunta de la Semana

Comparte esta página: Facebook icon Twitter icon Pinterest icon YouTube icon Email icon
© Copyright Got Questions Ministries