Pregunta
¿Por qué se nos dice que debemos contentarnos con lo que tenemos (Hebreos 13:5)?
Respuesta
A lo largo de su carta, el autor de Hebreos destaca de muchas maneras que Jesús es superior y digno de nuestra fe y nuestro amor. Después de relatar una nube de testigos (Hebreos 12:1) que obtuvieron la aprobación gracias a su fe (Hebreos 11:39), el escritor desafía a los lectores con un mandato: contentarnos con lo que tenemos: "Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5).
La razón por la que se nos dice que nos contentemos con lo que tenemos está en fijar nuestros ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe (Hebreos 12:2); de hecho, esa es la base de todos los mandatos éticos o indicaciones sobre cómo debemos comportarnos que se esbozan en Hebreos 12-13. Debemos perseverar y no desfallecer, respondiendo bien a la disciplina de Dios en nuestras vidas y animando a los demás (Hebreos 12:3-13). Debemos estar en paz con todos, mostrando gracia y no cayendo en la inmoralidad, pues Dios nos ha mostrado una gracia increíble. No debemos tomar la gracia a la ligera, pues Dios se toma todo esto muy en serio (Hebreos 12:14-29). Con todo esto de fondo, se nos dice que debemos contentarnos con lo que tenemos (Hebreos 13:5).
Debemos mostrar continuamente amor a nuestros hermanos y hermanas en Cristo (Hebreos 13:1), y debemos mostrar afecto u hospitalidad a los extraños (Hebreos 13:2). Debemos cuidar de los hermanos y hermanas que están en la cárcel y de los que son maltratados (Hebreos 13:3 ); también debemos ser fieles administradores de la sexualidad, evitando la fornicación y el adulterio (Hebreos 13:4). Además de estos mandatos morales, el escritor expresa que no debemos amar el dinero. Por el contrario, debemos contentarnos con lo que tenemos (Hebreos 13:5). El escritor da una razón específica para nuestro contentamiento: el principio de que Dios nunca abandona a Su pueblo (Hebreos 13:5) y de que Dios es nuestro ayudador (Hebreos 13:6).
Gracias a la gran provisión de gracia de Dios, podemos contentarnos con lo que tenemos. Se nos dice que mantengamos la mirada fija en Jesús y en Su provisión para nosotros. Aunque muchas veces tenemos la tentación de centrarnos en lo que necesitamos o queremos, Jesús nos recuerda que nuestro Padre Celestial sabe lo que necesitamos y se preocupa profundamente por nosotros. Él nos proporcionará lo que realmente necesitamos (Mateo 6:25-33). Ya que Dios se interesa tanto por nosotros, podemos confiar en que, si le buscamos a Él primero, Él cuidará de nosotros.
Ahora bien, es importante que comprendamos que la promesa de provisión de Dios no significa que siempre obtendremos lo que deseamos. Por el contrario, Él promete proveer en nuestras vidas aquello que nos ayudará a conformarnos más a la imagen de Cristo (Romanos 8:28-31). Esto significa que, incluso cuando encontramos dificultades y sentimos que nos faltan cosas que necesitamos, Dios sigue siendo fiel. Nos da lo que necesitamos para crecer, y el resultado final es nuestra semejanza a Cristo.
Dios cuida de nosotros, nos ha dado una nueva posición de vivir en Cristo, nos provee diariamente para disciplinarnos y formarnos (Hebreos 12:4-11), y ha garantizado nuestra futura semejanza a Cristo (Efesios 1:13-14, 1 Pedro 1:3-5). Gracias a ello, nos contentamos con lo que tenemos. Comprender todas las bendiciones espirituales que Dios nos ha proporcionado (Efesios 1:3) nos ayuda a hacer del contentamiento una realidad en nuestras vidas.
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¿Por qué se nos dice que debemos contentarnos con lo que tenemos (Hebreos 13:5)?
