Pregunta
¿Por qué es importante confesar con la boca (Romanos 10:9)?
Respuesta
Romanos 10:9 dice: "que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, serás salvo" (NBLA). Este versículo destaca el deseo de Dios de que confesemos que Jesús es el Señor de nuestras vidas y el Dios del Antiguo Testamento.
En primer lugar, en el contexto de la época de Pablo, el término Señor tenía diferentes significados. Josefo, un historiador judío del siglo I, revela que César exigía una fórmula de confesión similar, afirmando su dominio sobre el Imperio Romano (Bellum Judaicum, 7.418). Como resultado, el uso de la palabra Señor en los escritos de Pablo podría haber tenido implicaciones significativas. Si este es el caso, la utilización de esta fórmula de confesión por parte de Pablo tenía como objetivo enfatizar a su audiencia que Jesús superaba a los gobernantes de su época, en particular a César. Durante ese período, abrazar la fe cristiana podía acarrear persecución e incluso la muerte. Por lo tanto, confesar a Jesús como Señor significaba estar dispuesto a entregar la vida para seguirlo. En nuestra época actual, aunque ya no tenemos un César, Jesús sigue siendo el Señor de todos los aspectos de nuestra vida. A pesar de la posibilidad de persecución, los creyentes afirman a Jesús como su Salvador, aferrándose firmemente a la esperanza eterna de que no deben temer a la muerte física.
En segundo lugar, en su contexto inmediato, el término "Señor" se refiere al Dios del Antiguo Testamento. Pablo cita Joel 2:32 en Romanos 10:13 para explicar por qué los creyentes deben confesar a Jesús como Señor: "Y todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo". En Joel 2:32, la referencia es explícita a Yavé, el Dios del Antiguo Testamento. Pablo equipara la condición de Jesús con la del Dios del Antiguo Testamento, enfatizando que los creyentes deben invocar a Jesús tal como el pueblo del Antiguo Testamento invocaba a Dios. ¡Jesús y Yavé son uno y el mismo, y Él es quien nos salva a todos!
Aunque Romanos 10:9 podría parecer que significa que la confesión pública es una condición necesaria para la salvación, es mejor interpretarlo como una evidencia de la salvación, más que como la condición en sí misma. Somos salvos por gracia mediante la fe, no por medio de una profesión de fe audible. Como siempre, debemos dejar que los pasajes más claros de las Escrituras guíen nuestra comprensión de los versículos menos explícitos. Efesios 2:8-9 nos informa que la salvación es por gracia mediante la fe en Cristo solo. El contexto inmediato de Romanos 10:9 ilustra cómo un creyente confesaría su fe. En pocas palabras, la confesión "Jesús es Señor" se alinea con la noción de Santiago de que la fe genuina se demuestra a través de las obras (Santiago 2:14-26).
Otra advertencia con respecto a Romanos 10:9 se refiere a la regeneración por decisión. Algunos evangélicos usan este versículo para apoyar la idea de que, si uno "acepta" a Cristo y hace la oración del pecador, es salvo porque profesa la fe cristiana. Sin embargo, este concepto puede ser peligroso, ya que corre el riesgo de equiparar la obra divina de Dios en los corazones de los incrédulos con las decisiones humanas. Las Escrituras enseñan que la salvación es obra de Dios, y que la humanidad es salva por gracia mediante la fe en Cristo solo (Efesios 2:8-9).
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¿Por qué es importante confesar con la boca (Romanos 10:9)?
