Pregunta
¿Quién era Teresa de Lisieux?
Respuesta
Teresa de Lisieux (1873-1897) es venerada hoy en día por la Iglesia católica romana como santa y doctora de la Iglesia. También se la conoce como "La pequeña flor" o "La pequeña flor de Jesús". Su festividad se celebra el 1 o el 3 de octubre, dependiendo del calendario que se siga. Se dice que la basílica de Santa Teresa de Lisieux es el segundo lugar de peregrinación más importante de Francia, después de Lourdes. Se la considera una de las santas católicas más populares, muy apreciada incluso poco después de su muerte, en gran parte debido al impacto de sus manuscritos autobiográficos. Teresa también es conocida por su enfoque sencillo y práctico de la vida espiritual.
Teresa de Lisieux nació en 1873. A los quince años, se convirtió en monja carmelita en Lisieux, en la región francesa de Normandía. Nueve años más tarde, murió de tuberculosis. Fue beatificada en 1923 por el papa Pío XI y canonizada por el mismo papa en 1925. En 1927 fue nombrada copatrona de las misiones junto con Francisco Javier, y en 1944 copatrona de Francia junto con Juana de Arco. En 1997 fue declarada Doctora de la Iglesia por el papa Juan Pablo II, siendo en ese momento la persona más joven y la tercera mujer en ser proclamada Doctora.
Teresa de Lisieux provenía de una familia religiosa. Sus padres, Luis Martín y María-Azelie Guerin (llamada Zélie), eran católicos devotos que habían querido entrar en la vida monástica, pero no pudieron hacerlo. De sus nueve hijos, cinco niñas sobrevivieron a la infancia y todas se convirtieron en monjas. Teresa había sido una niña vivaz, pero tras la muerte de su madre se volvió sensible y retraída. En años posteriores desarrolló temblores nerviosos y también parece haber sufrido de escrupulosidad.
En Nochebuena, a punto de cumplir catorce años, en un momento de lágrimas provocado por un comentario de su padre, Teresa recuperó de repente la compostura. En ese momento sintió que Jesús había superado sus anteriores dificultades para controlar sus propias emociones. Se refirió a esto como su "conversión completa". Dijo que la caridad entró en su corazón y sintió la alegría de olvidarse de sí misma y el deseo de hacer felices a los demás.
Teresa quería ingresar en el convento carmelita de Lisieux a los nueve años, cuando ingresó su primera hermana. Sin embargo, fue rechazada debido a su corta edad. En mayo de 1887, a la edad de catorce años, Teresa habló con su padre sobre la posibilidad de ingresar en el convento antes de Navidad, como forma de celebrar el aniversario de su conversión. Su padre recogió una pequeña flor, con la raíz intacta, y se la dio con una explicación sobre el cuidado y la preservación de Dios. Teresa escribió que se sintió como si estuviera escuchando su propia historia: la flor era un símbolo de sí misma, "destinada a vivir en otra tierra". Esta parece ser el origen del apodo de Teresa, "La Pequeña Flor". En abril de 1888, a Teresa se le permitió ingresar al convento.
En septiembre de 1894, tres de las hermanas de Teresa y su prima estaban en el Carmelo. Pero Teresa intentó mantener la distancia con sus hermanas, ya que no quería llevar una vida familiar en el monasterio. Teresa se sumergió en el estilo de vida monástico, deseando seguir las reglas y costumbres y afirmando que no le sorprendía ningún sacrificio que exigiera la vida religiosa. Teresa se refería a sí misma como un grano de arena y quería hacerse más pequeña para poder ser más fácilmente movida por el amor.
Cuando ingresó en la Orden Carmelita, a Teresa le dieron el nombre de Teresa del Niño Jesús, que le habían prometido a los nueve años, cuando deseó por primera vez ingresar. Teresa pidió un segundo nombre: Teresa del Santo Rostro. La contemplación de la imagen del rostro desfigurado de Jesús había sido especialmente significativa para Teresa durante su noviciado.
En 1893, la hermana mayor de Teresa se convirtió en priora del Carmelo, y Teresa pasó a ser la principal responsable de guiar a las novicias. Teresa era capaz de aclarar la doctrina católica a los demás y tenía un don para utilizar ilustraciones útiles para hacerlo. Durante el resto de su vida, Teresa siguió estando muy vinculada a las novicias a las que guiaba. Teresa también era "hermana espiritual" de dos sacerdotes misioneros.
En el catolicismo, Teresa es conocida por "el pequeño camino de la infancia espiritual". Ella no inventó la frase, sino que fue su hermana Pauline quien la utilizó para describir el camino de Teresa. Reconociendo su propia insignificancia y las limitaciones de sus esfuerzos por vivir una vida santa de amor inquebrantable, Teresa vio que era en su "pequeñez" donde necesitaba pedir la ayuda de Dios. En lugar de intentar hazañas heroicas, buscó demostrar su amor realizando pequeñas acciones y sacrificios que otros pasaban por alto.
Teresa escribió Historia de un alma, sus memorias espirituales autobiográficas, a petición de dos de sus hermanas. La obra consta de tres manuscritos diferentes, escritos en diferentes momentos y para diferentes públicos, recopilados y editados por la hermana de Teresa, Paulina. Paulina también añadió una parte sobre los últimos meses de vida de Teresa, algunos de sus poemas y una selección de su correspondencia. Historia de un alma se publicó un año después de la muerte de Teresa. Inicialmente, estaba destinada a las monjas carmelitas y otras personalidades religiosas, pero se hizo muy popular entre la población en general.
El concepto de Teresa de que podemos demostrar un gran amor con pequeños gestos es bíblicamente correcto. Sin embargo, su promoción de la doctrina católica y su práctica del ascetismo no son bíblicas. Al examinar la vida de cualquiera de los santos católicos, debemos recordar que el concepto mismo de santidad, tal y como se enseña en el catolicismo, no es bíblico. Teresa de Lisieux era simplemente un ser humano y no hay que seguirla, festejarla, adorarla ni orarle.
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