Pregunta
¿Quién era Søren Kierkegaard?
Respuesta
Søren Aabye Kierkegaard (1813-1855) fue un prolífico autor y filósofo que vivió en la Dinamarca del siglo XIX. También fue teólogo, y gran parte de su obra se centró en la fe en Dios, el amor cristiano y la Iglesia cristiana, pero abordó estos temas desde un punto de vista filosófico más que bíblico. Søren Kierkegaard es considerado uno de los primeros existencialistas, y su obra influyó tanto en filósofos existencialistas teístas como ateos. Sus escritos también dieron lugar a la expresión coloquial salto de fe. Algunas de las obras más influyentes de Kierkegaard son Temor y temblor (1843), El concepto de la angustia (1844) y La enfermedad mortal (1849).
Kierkegaard sostenía que la verdad no se puede encontrar solo mediante la observación, sino que debe entenderse con la mente y el corazón, al margen de las pruebas empíricas. Decía que, sin este elemento, la fe deja de ser fe y se convierte en un simple reconocimiento de lo que existe. Si ves una silla en tu casa, puedes decir: "La silla está ahí", porque la ves claramente. Pero, como no puedes observar a Dios con tus ojos, debes tener fe en que Él está ahí.
Kierkegaard también decía que la duda es necesaria para la fe; de hecho, ambas son interdependientes. La fe implica duda, mientras que la creencia se basa en fenómenos observables. Cuando no hay duda, la fe es simplemente observación (que conduce a la "creencia") y deja de ser fe. Así, según Kierkegaard, podemos "tener fe" en Dios, pero no podemos "creer" en Él. La fe requiere la aceptación de lo que está más allá de la razón; de hecho, tenemos fe a pesar de la razón. El llamado "salto de fe" que propuso por primera vez Kierkegaard en sus escritos se basa en esta relación entre la duda y la fe. Søren Kierkegaard comparó el compromiso con Dios con el amor romántico. Dijo que ambos requieren que una persona se comprometa de manera total, a pesar de que las pruebas empíricas disponibles son insuficientes para justificar una entrega tan completa de uno mismo.
Kierkegaard se veía a sí mismo principalmente como un poeta religioso, no como un filósofo. Escribió algunos de sus libros utilizando seudónimos y en un estilo ficticio con múltiples puntos de vista narrativos, lo que hace que algunas de sus enseñanzas sean bastante difíciles de precisar. A través de sus obras, Kierkegaard se centró en la necesidad de que el individuo se comprometiera plenamente con la realidad y, así, evitara el aburrimiento y lo que Kierkegaard denominaba "desesperación". La verdad se encuentra en la experiencia subjetiva de la realidad, no en una observación objetiva y distanciada de la misma.
Kierkegaard enseñó que hay tres etapas en la vida: la estética, la ética y la religiosa. La etapa estética es la más inmadura; en ella, la persona se deja llevar por la pasión y las experiencias sensoriales. En la etapa ética de la vida, uno se rige por las normas de la sociedad; el individuo comienza a vivir para los demás y a tomar decisiones basadas en lo que es correcto, en lugar de en lo que le hace sentir bien. La etapa religiosa es la más madura de la vida y la meta más elevada de todo hombre; en esta etapa, la fe total en Dios (aparte de la razón) marca el rumbo de uno. La tarea más importante de cada individuo es tener una relación personal con Cristo, participar en la vida del Espíritu con abandono. Kierkegaard criticaba a las iglesias que impedían a las personas experimentar verdaderamente la vida espiritual que Dios quiere para nosotros. La fe verdadera y apasionada no se obtiene mediante rituales o memorizando liturgias. El amor individual y subjetivo a Dios no puede ser mediado por el clero ni por objetos creados por el hombre.
Søren Kierkegaard reconoció acertadamente el problema de una iglesia complaciente que no exige nada a los cristianos más que ser respetables y repetir un credo. Denunció el cristianismo nominal, o lo que él llamaba "cristiandad"; esa religión vacía, lleva a muchas personas a ser oficialmente "cristianas" sin tener ni idea de lo que realmente significa ser cristiano. Lo que exige la fe, decía Kierkegaard, es aventura, riesgo y dolor. Cualquier cosa que no sea un compromiso total con Cristo es "jugar a la iglesia" y está en desacuerdo con el modelo de iglesia del Nuevo Testamento. Kierkegaard es digno de elogio por sus intentos de despertar en los cristianos la necesidad de un compromiso religioso total.
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