Pregunta
¿Dios me abandonará alguna vez?
Respuesta
Tendemos a abandonar a las personas que nos desilusionan una y otra vez. Es decir, después de un cierto número de decepciones, dejamos de intentar mejorar la situación de esa persona. Lo hemos intentado todo: aconsejar, animar, reprender, suplicar, presionar, ayudar y mucho más. Todo lo que obtenemos a cambio son promesas vacías y desilusiones repetidas. No podemos aguantar más y nos rendimos.
¿Nos abandonaría Dios alguna vez de la misma manera? ¿Dejaría alguna vez de obrar en tu vida y de intentar mejorar la condición de tu alma? Hay varias razones por las que la gente podría pensar que lo haría, pero hay una respuesta bíblica para cada una:
- "Dios se dará por vencido conmigo porque he pecado demasiado". Pero las Escrituras dicen: "donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia" (Romanos 5:20, NBLA). No hay pecado que sobrepase la gracia de Dios.
- "Dios se dará por vencido conmigo porque sigo repitiendo el mismo pecado". Jesús nos enseñó a perdonarnos unos a otros "No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete" (Mateo 18:22, NBLA). Dios se atiene al menos a esa misma norma.
- "Dios se dará por vencido conmigo porque no soy digno de ser rescatado". Tu valía no tiene nada que ver con tu salvación. Tú eres perdonado sobre la base del valor de Cristo solamente. Él es el Santo que murió y derramó Su sangre; Él es quien compró "para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación" (Apocalipsis 5:9, NBLA).
- "Dios se dará por vencido conmigo porque soy un fracasado". "Por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios" (Romanos 3:23, NBLA); es decir, todos somos igualmente fracasados ante Dios. En Cristo, somos hechos vencedores: "todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Y esta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe" (1 Juan 5:4, NBLA).
- "Dios se dará por vencido conmigo porque sigo poniendo a prueba Su paciencia". Alégrate por este versículo: "El Señor no se tarda en cumplir Su promesa...sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9, NBLA).
- "Dios se dará por vencido conmigo porque, si yo fuera Dios, me daría por vencido". ¡Menos mal que tú no eres Dios! "Dios no es...hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho Él, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá?" (Números 23:19, NBLA). La Biblia subraya repetidamente la fidelidad de Dios: "que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Aquel que los llama, el cual también lo hará" (1 Tesalonicenses 5:23b-24, NBLA).
Puedes tener más confianza en que Dios no te abandonará gracias a los ejemplos de Su fidelidad en la historia:
Cuando Adán y Eva pecaron, Dios no los "abandonó"; fue a buscarlos. Ellos se escondieron, pero Dios los buscó: "Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás?" (Génesis 3:9, NBLA).
Cuando Israel siguió a los ídolos y abandonó al Señor, la nación fue llevada al cautiverio. Pero Dios no los abandonó, sino que les prometió amor y renovación:
"Pero Sión dijo: El Señor me ha abandonado,
El Señor se ha olvidado de mí.
¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho,
Sin compadecerse del hijo de sus entrañas?
Aunque ella se olvidara, Yo no te olvidaré.
En las palmas de Mis manos, te he grabado;
Tus muros están constantemente delante de Mí" (Isaías 49:14-16a, NBLA).
Cuando Pedro negó a Jesús la noche del arresto del Señor, Dios no lo "abandonó"; de hecho, Jesús le había prometido a Pedro una restauración incluso antes de que Pedro cometiera el pecado: "una vez que hayas regresado", le dijo Jesús, "fortalece a tus hermanos" (Lucas 22:32, NBLA). Dios aún no había terminado con Pedro.
Cuando el mundo parecía irremediablemente perdido, Dios no se dio por vencido y envió al Salvador: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a Su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, sino que tenga vida eterna" (Juan 3:16, NBLA).
Dios te creó y te ama mucho. Quiere tener una relación vibrante contigo, y la misión de Jesús lo demuestra. Jesús dijo: "el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10, NBLA). En la parábola de la oveja perdida, el pastor busca al animal perdido "hasta encontrarlo" (Lucas 15:4). En la parábola de la moneda perdida, la mujer barre la casa "hasta que la encuentra" (Lucas 15:8). En esas parábolas no hay renuncia. No hay rendición. Hay que encontrar lo perdido.
Esto sí que es una buena noticia. Dios ha hecho todo lo posible para salvarte del pecado y de la muerte, y lo hizo "siendo aún pecadores" (Romanos 5:8, NBLA). Dios no se dará por vencido con nadie, ni siquiera contigo.
¿Qué pasa con los que se resisten a la convicción del Espíritu Santo, se niegan a prestar atención a la Palabra de Dios, no dan gracias a Dios y se obstinan en seguir un camino pecaminoso? Romanos 1:18-32 (NBLA) es un pasaje aleccionador sobre las consecuencias de dar la espalda a Dios y negarse a arrepentirse. Dios entrega al pecador rebelde a tres cosas:
- "a la impureza sexual" (versículo 24)
- "a concupiscencias vergonzosas" (versículo 26)
- "a una mente depravada" (versículo 28)
A medida que los impíos abandonan a Dios, Dios a su vez los abandona a ellos, ya no dándoles dirección divina o restricción, sino permitiéndoles corromperse a sí mismos como quieran. Este abandono de Dios, esta entrega a los propios deseos, es un juicio terrible, y no es uno que caerá sobre el hijo de Dios.
Si eres hijo de Dios, no hay manera de que Dios te abandone. Tienes esta promesa: "Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús" (Filipenses 1:6, NBLA).
English
¿Dios me abandonará alguna vez?