Pregunta
¿Se supone que la vida cristiana debe ser aburrida?
Respuesta
Hay muchos conceptos erróneos sobre la vida cristiana, y uno de ellos es que es aburrida. La verdad es que en la vida cristiana es donde encontramos el verdadero gozo y la paz, la esperanza y la satisfacción duraderos. Estas cosas, como todas las cosas buenas y perfectas, provienen de Dios (Santiago 1:17). La dificultad es que, si no eres creyente en Cristo, realmente no sabes lo que te estás perdiendo.
Esto no quiere decir que la vida cristiana sea fácil. Un escritor describe el crecimiento en la fe cristiana como estar "en una escalera mecánica descendente, sin fin. Para crecer, tenemos que dar la vuelta y subir corriendo la escalera mecánica, soportando las miradas perturbadas de todos los demás que se mueven gradualmente hacia abajo". Cristo nunca engañó a nadie haciéndole creer que sería fácil seguirlo (ver Mateo 10:34-39). No es fácil, pero las dificultades ayudan a evitar el aburrimiento.
Aquellos que creen que la vida cristiana es aburrida nunca han aceptado la invitación de Dios de "probar y ver que el Señor es bueno" (Salmo 34:8, NBLA). En su lugar, persiguen egoístamente lo que creen que les hará "no aburrirse" o ser felices o estar contentos. El problema es que las cosas de este mundo son temporales y nunca pueden satisfacer de verdad. La Biblia nos dice que sembrar para complacer nuestra naturaleza pecaminosa nos llevará sin duda a la destrucción (Gálatas 6:8). El rey Salomón, la persona más sabia y rica que jamás haya existido, tenía todo lo que una persona podría desear. Dijo: "Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer" (Eclesiastés 2:10, NBLA). Salomón lo tenía todo, pero llegó a la conclusión de que era "vanidad" y lo comparó con "correr tras el viento" (v. 11, NBLA). En otras palabras, tenía todo lo que este mundo tenía para ofrecer, y estaba aburrido.
A veces, un nuevo cristiano se sorprende de que su nueva vida no sea "más emocionante", como si la vida cristiana fuera una extravagancia llena de emociones. Ninguna vida es así. El aburrimiento es algo que todos debemos superar. Todo el mundo hace cola en el supermercado, se queda atrapado en el tráfico o le dan trabajos que preferiría no hacer.
Parte del problema puede estar en cómo se define el "aburrimiento". ¿Es una falta de emoción? Nada puede estimular la euforia perpetua. ¿Es inactividad? Si es así, la clave está en encontrar algo que hacer. ¿Es falta de interés? Si es así, la clave está en ser más curioso. ¿Es falta de "diversión"? En ese caso, hay que definir la "diversión", ya que la "diversión" es en sí misma un concepto muy subjetivo.
Algunas personas asumen que ser cristiano es aburrido porque han oído que los cristianos tienen que renunciar a todas las cosas "divertidas" de la vida. Es cierto que los cristianos renuncian a algunas cosas, pero no a la diversión. Los cristianos renuncian a su pecado, a su comportamiento autodestructivo, a sus adicciones, a sus actitudes negativas y a su ignorancia de Dios. A cambio, reciben "justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo" (Romanos 14:17). "Viven como hijos de la luz" en un mundo oscuro (Efesios 5:8). Los errores de su pasado ya no tienen un fuerte arraigo en sus vidas. Ya no viven para sí mismos, sino para Aquel que murió por ellos. Sirven a los demás y marcan la diferencia (Romanos 14:7; Filipenses 2:4). Se están convirtiendo en todo aquello para lo que Dios los creó. Es prácticamente imposible aburrirse en una vida así.
Lo único en este mundo que tiene valor eterno es una relación con Jesucristo. Un cristiano comprometido y en crecimiento descubrirá que la vida nunca es aburrida. Siempre hay otro paso de fe que dar, otra relación que construir, otra persona a la que servir.
¿Se supone que la vida cristiana es "aburrida"? Por supuesto que no. Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10, NBLA).
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¿Se supone que la vida cristiana debe ser aburrida?
