Pregunta: "¿Si se comprobara que los extraterrestres existen, ¿en qué sentido este descubrimiento afectaría al cristianismo?"
Respuesta:
Nosotros no creemos que los extraterrestres existan. La Biblia no nos da motivos para creer que haya vida en otros lugares del universo; es más, la Biblia nos da varias razones importantes por las cuales no puede existir. Sin embargo, esto no ha impedido que teólogos, astrónomos y escritores y aficionados de la ciencia ficción, hayan considerado a lo largo de los años el "qué pasaría si" por mucho tiempo. En los debates se han reducido los problemas que podrían surgir si se demostrara la existencia y el descubrimiento de vida extraterrestre.
Quienes consideran la existencia de los extraterrestres y el impacto que su existencia tendría en la fe cristiana acostumbran a discutir la identidad y la obra de Jesús. Dios envió a Su Hijo unigénito, Dios encarnado, para salvar a la humanidad y redimir la creación. ¿Esa redención incluye la vida en otros planetas? ¿O es que Dios también se manifestó en esos otros planetas (como Aslan en Narnia)? ¿Acaso "Hijo unigénito" significa "única representación física"? ¿O es algo más limitado, que se refiere sólo al ser humano?
Otra cuestión: ¿podría una forma de vida avanzada, consciente y de otro mundo cometer un pecado y necesitar la redención de la misma manera que nosotros? La vida humana está en la sangre (Levítico 17:11). ¿En dónde se encuentra la vida de estos supuestos extraterrestres? ¿Y qué se tendría que sacrificar para salvarlos? ¿Podría el derramamiento de la sangre humana de Jesús salvar a unas criaturas de cristal con forma de silicona cuyo pecado era derretirse y transformarse en figuras antinaturales?
Otra cuestión que se discute sobre la existencia de los extraterrestres y el cristianismo es el significado de ser hechos a "imagen de Dios". Ya que Dios no tiene cuerpo físico, pensamos que esto significa un reflejo de los aspectos no físicos de Dios: racionalidad, moralidad y sociabilidad. En caso de que los extraterrestres existan, ¿serán capaces de reflejar las mismas características?
Un tema que pocas veces se trata es el impacto del creacionismo de la Tierra joven en el descubrimiento de vida extraterrestre. Es posible, aunque muy poco probable, que los fenómenos pirotécnicos geológicos que se produjeron durante el diluvio universal hayan podido expulsar una piedra cubierta de bacterias o líquenes hasta Marte, donde se refugió en un cañón cubierto de niebla. No obstante, cualquier forma de vida más compleja o lejana sería mucho más difícil de encajar en una lectura literal de Génesis 1. ¿Pudieron los demonios llevarse árboles y arbustos y animales e insectos a otro planeta con un ambiente similar al de la Tierra? Es posible. Pero, sin la bendición de la vida por parte del Espíritu, es poco probable que algo de eso haya sobrevivido. ¿Creaciones paralelas? Quizás. La Biblia no las menciona.
Teniendo en cuenta lo que sabemos sobre el universo, la vida y el mundo tal y como lo describe la Biblia, ya tenemos una explicación para la supuesta actividad extraterrestre en la Tierra. Los reportes de "encuentros cercanos" hablan de lo etéreo, pasajero, engañoso y malévolo. Los informes también registran que los encuentros con los supuestos extraterrestres pueden parar con una verdadera y genuina invitación a Jesús. Todo indica que se trata de la actividad de demonios, no de extraterrestres. De hecho, es posible que el "poder engañoso" del que se habla en 2 Tesalonicenses 2:11 incluya una teoría de una abducción extraterrestre como explicación del rapto.
El "descubrimiento" de vida extraterrestre tampoco tendría ningún efecto en el verdadero cristianismo. La Biblia permanece tal como está escrita, sin importar las diferentes teorías seculares que se propongan o los descubrimientos realizados. La Biblia dice que la tierra y la humanidad son únicas en la creación de Dios. Dios creó la tierra incluso antes de crear el sol, la luna o las estrellas (Génesis 1). Es cierto que pasan cosas extrañas e inexplicables. Sin embargo, no existe ninguna razón para que atribuyamos estos fenómenos a los extraterrestres o a los ovnis. Si es que hay una razón para estos eventos, es de origen espiritual o, mejor dicho, demoníaco. En definitiva, cualquier suposición sobre lo que ocurriría con nuestra fe si se probara la existencia de los extraterrestres sería interesante pero inútil; tenemos que evitar llegar a las "cuestiones necias e insensatas" de las que se nos advierte (2 Timoteo 2:23).