Pregunta
¿Por qué muchos de los salmos de David suenan tan tristes?
Respuesta
Muchos de los salmos se denominan "salmos de lamentación". Estos cánticos incluyen temas relacionados con la tristeza, el desánimo e incluso quejas a Dios. ¿Por qué se incluyeron estos salmos tristes en la Biblia? ¿No se supone que la Palabra de Dios debe animarnos?
En primer lugar, como libro de cánticos, los Salmos incluyen toda la gama de emociones humanas. Muchos de los salmos son cánticos de alegría y acción de gracias. Otros son ciertamente tristes y expresan el dolor inevitable que se enfrenta en la vida humana. El Salmo 6:6-7 expresa un dolor profundamente sentido: "Cansado estoy de mis gemidos; / todas las noches inundo de llanto mi lecho. / Con mis lágrimas riego mi cama. / Se consumen de sufrir mis ojos; / han envejecido a causa de todos mis adversarios". David a veces sentía como si Dios lo hubiera abandonado: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? ¿ Por qué estás tan lejos de mi salvación y de las palabras de mi clamor? Dios mío, de día clamo y no respondes; y de noche, pero no hay para mí reposo" (Salmo 22:1-2). Este salmo en particular era profético, ya que nos señala las emociones que Cristo sintió en la cruz (cf. Marcos 15:34).
En segundo lugar, los cánticos de lamento se utilizaban a veces para expresar arrepentimiento. El Salmo 51:1-2 se enmarca en el contexto del arrepentimiento de David tras su adulterio con Betsabé. David dice: "Ten piedad de mí, oh Dios, / conforme a Tu misericordia; / conforme a lo inmenso de Tu compasión, / borra mis transgresiones. / Lávame por completo de mi maldad, / y límpiame de mi pecado". Al mismo tiempo, David expresa su sincero sentimiento de que sus huesos han sido "quebrantados" (versículo 8) y que no puede sacudirse la culpa por sí mismo (versículo 3).
En tercer lugar, muchos salmos de lamentación siguen un esquema específico que termina con una expresión de confianza en el Señor. El patrón tradicional es 1) saludo inicial, 2) queja, 3) petición y 4) expresión de confianza. Todos estos elementos se pueden ver en el Salmo 22. El salmista se dirige a Dios, le presenta su queja, le pide ayuda y luego se entrega a la misericordia de Dios para recibir una respuesta. Estos salmos, aunque tristes en algunas partes, deben animarnos a que el "llanto puede durar toda la noche, pero a la mañana vendrá el grito de alegría" (Salmo 30:5).
Algunos que han estudiado el libro de los Salmos han observado que los tipos de quejas que se encuentran en los salmos de lamentación se dividen en tres categorías: 1) preocupaciones por la vida o las acciones del salmista, 2) preocupaciones por un enemigo, o 3) preocupaciones por las acciones o inacciones de Dios.
Por ejemplo, en el Salmo 22, el salmista se preocupa por la aparente pasividad de Dios. En el Salmo 51, sin embargo, la preocupación de David es su propio pecado. En otras ocasiones, el lamento se centra en los enemigos de Israel, preguntándose por qué Dios ha permitido la victoria de un adversario (Salmo 35).
Aunque algunos salmos pueden ser tristes, no todos lo son. Además, los salmos de lamentación muestran la condición humana expresada en forma poética. Al leer los Salmos, nos identificamos fácilmente con la realidad de las emociones humanas y buscamos la ayuda del Señor en momentos de necesidad (Salmo 46:1).
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¿Por qué muchos de los salmos de David suenan tan tristes?
