Pregunta
¿Qué es la adoración en la Biblia?
Respuesta
La adoración es el amor y respeto profundo que se le da a alguien a quien reverenciamos, especialmente cuando se trata de un ser divino. En la Biblia, la adoración es un requisito para todos los que profesan conocer a Dios. La adoración es similar a rendir culto u homenaje.
La mayoría de las versiones del Nuevo Testamento traducen la palabra griega proskuneó como "adorar" al referirse a nuestro culto a Dios. Proskuneó significa "inclinarse ante" o "reverenciar"; su raíz significa "besar", de modo que la idea es "besar el suelo en reverencia ante alguien".
Cuando los sabios llegaron a Jerusalén y preguntaron por el lugar donde estaba el Rey recién nacido, dijeron a Herodes: "¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos Su estrella en el oriente y lo hemos venido a adorar" (Mateo 2:2, NBLA). La palabra "adorar" allí es proskuneó, que comunica adoración y reverencia al Hijo de Dios.
El coro del himno navideño "Venid Fieles Todos" nos invita a seguir el ejemplo de los sabios con una triple repetición:
"Venid y adoremos,
Venid y adoremos,
Venid y adoremos a Cristo, el Señor".
En el Antiguo Testamento, la palabra hebrea más común traducida como "adorar" es shachah, que significa inclinarse o postrarse en señal de reverencia ante Dios. Tal adoración está prohibida para los ídolos (Salmo 97:7; Levítico 26:1). Dios es un Dios celoso (Éxodo 20:5; Deuteronomio 4:24), como un esposo que ama y es celoso de la devoción de su esposa. El Señor nos creó para Él mismo y desea que toda nuestra adoración sea para Él únicamente. Jesús dijo que el Padre busca adoradores que lo adoren como fuimos diseñados para hacerlo: "Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que lo adoren. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben adorar en espíritu y en verdad" (Juan 4:23–24, NBLA). La palabra "adorar" en esos versículos también se puede traducir como "adorar con devoción profunda".
La adoración se diferencia de la alabanza, aunque están relacionadas. La adoración o culto debe ser reservada solo para Dios (Lucas 4:8). La alabanza puede ser parte de la adoración, pero la adoración va más allá: llega al centro de lo que somos. Para adorar verdaderamente a Dios debemos dejar de adorarnos a nosotros mismos, humillarnos delante de Él, rendirle cada parte de nuestra vida y adorarlo por quién es, no solo por lo que ha hecho. Hebreos 12:28–29 nos recuerda Deuteronomio 4:24: "Ofrezcamos a Dios un servicio aceptable con temor y reverencia; porque nuestro Dios es fuego consumidor" (NBLA). Ese fuego consumidor nos despoja del orgullo y de la autocomplacencia. Adorar verdaderamente significa perdernos en la adoración de Otro, teniendo como único pensamiento la majestad y la gloria de Aquel a quien adoramos.
Cuando adoramos al Señor, nuestras actividades diarias se convierten en actos de culto. Solo cuando nuestra adoración más profunda está reservada para nuestro Salvador, todos los demás afectos toman su lugar correcto. Amamos mejor a nuestra familia y amigos cuando nuestra adoración pertenece únicamente al Señor.
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¿Qué es la adoración en la Biblia?
