Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre la fortaleza?
Respuesta
La fortaleza es la fuerza de carácter que permite a una persona soportar el dolor o la adversidad con valentía. Aunque la palabra "fortaleza" rara vez se utiliza en las versiones más populares de la Biblia, el concepto se menciona muchas veces. En lugar de "fortaleza", en nuestras Biblias se utilizan con más frecuencia las palabras "resistencia", "fuerza" o "perseverancia". La fortaleza no solo es una gran cualidad, sino que se nos ordena que la busquemos (1 Timoteo 6:11; 2 Timoteo 2:3; 1 Pedro 1:5-6).
La fortaleza, o resistencia con valentía, se menciona en la Biblia con mayor frecuencia en relación con nuestra fe en Cristo Jesús. En la época en que se escribieron los libros del Nuevo Testamento, la persecución contra los cristianos se estaba intensificando (Hechos 8:1). Ser seguidor de Jesús podía significar la pérdida de propiedades, posición e incluso la vida (Hechos 7:58; 12:2). Por eso, los apóstoles y líderes instaban continuamente a las nuevas iglesias recién creadas a mantenerse firmes, tener valor y perseverar por amor a Cristo (Hechos 5:41; 1 Pedro 2:20; 4:16; Apocalipsis 2:17).
También se nos instruye a tener fortaleza cuando somos disciplinados por el Señor (Hebreos 12:7). En lugar de amargarnos y alejarnos de Dios cuando Él nos hace pasar por pruebas difíciles (1 Pedro 4:12), debemos perseverar, ser fuertes, además de crecer en nuestra fe y carácter, para ser más como Cristo (Romanos 8:29). La fortaleza no es necesaria en los días soleados en la playa; es necesaria en las tormentas de la vida.
La mujer virtuosa que se describe en Proverbios 31 es una mujer de fortaleza: "Ella se ciñe de fuerza y fortalece sus brazos" (versículo 17). Daniel demostró fortaleza cuando se enfrentó al foso de los leones por sus oraciones (Daniel 6). La fortaleza de Ester fue evidente cuando se presentó ante el rey diciendo: "Si perezco, perezco" (Ester 4:16). La falta de fortaleza mostrada por el ejército israelita frente a Goliat fue contrarrestada por la fortaleza mental de David, quien se quitó la armadura de Saúl y tomó su honda (1 Samuel 17). Y, por supuesto, la fortaleza de Jesús supera a todas, pues obedeció la voluntad del Padre y fue a la cruz: "El Señor Dios me ayuda, por eso no soy humillado, por eso he puesto Mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado" (Isaías 50:7; cf. Juan 12:27).
Desarrollamos la fortaleza al caminar con Cristo, siguiendo Sus mandamientos, negándonos a desviarnos ni a la izquierda ni a la derecha (Proverbios 4:27) y dejando que Su Palabra sea la lámpara para nuestros pies y la luz para nuestro camino (Salmo 119:105). Cuando hayamos perseverado y vencido a este mundo, el Señor promete que reinaremos con Él para siempre (Apocalipsis 2:26; 3:21; 20:4). La fortaleza es posible por el poder del Espíritu Santo (Lucas 12:11; Marcos 13:11-13) y es recompensada por nuestro Padre celestial.
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¿Qué dice la Biblia sobre la fortaleza?
