Pregunta
¿Qué significa hacer un pacto con los ojos?
Respuesta
En Job 31:1, Job dice que había hecho un pacto con sus ojos, una promesa de no mirar algo: "Hice un pacto con mis ojos, ¿cómo podía entonces mirar a una virgen?". Está claro que Job se refería a su pureza personal. Al defender su conducta, Job dice que se esforzó por no mirar a las mujeres jóvenes de manera impura.
Job 31 incluye la defensa final de Job de su integridad. Aquí enumera muchas cosas positivas que había hecho para caminar con integridad ante el Señor. Parte de vivir una vida irreprochable es evitar la lujuria, y una parte integral de evitar la lujuria es controlar lo que se permite ver a los ojos.
En Job 31:4, Job ofrece la razón por la que no miraba a las mujeres de manera pecaminosa: "¿No ve Él mis caminos, y cuenta todos mis pasos?". Job entendía que Dios ve todo lo que hacemos. No hay forma de ocultarle nada a Dios, ni siquiera nuestros pecados; si miramos cosas que no debemos mirar, Dios lo sabe. Job buscó vivir su vida de acuerdo con esto.
El principio de hacer un pacto con nuestros ojos es bueno para nosotros en estos días en que la pornografía es tan desenfrenada. Al igual que Job, debemos vivir sabiendo que Dios ve todo lo que hacemos. Esto incluye nuestros pensamientos y acciones. Desde entretener pensamientos lujuriosos hasta robar miradas lascivas y otras acciones sexuales fuera del matrimonio, la idea de que Dios ve todo lo que hacemos debe servir para purificarnos. "No hay cosa creada oculta a Su vista, sino que todas las cosas están al descubierto y desnudas ante los ojos de Aquel a quien tenemos que dar cuenta" (Hebreos 4:13).
Jesús también abordó el tema de cómo usamos nuestros ojos: "Ustedes han oído que se dijo : "No cometerás adulterio. Pero Yo les digo que todo el que mire a una mujer para codiciarla ya cometió adulterio con ella en su corazón" (Mateo 5:27-28). Los fariseos de la época de Jesús se centraban en llevar una vida pura, lo que incluía guardar los Diez Mandamientos y el mandamiento de no cometer adulterio. Sin embargo, Jesús no solo se refirió al mandamiento, sino también a la motivación detrás de él: Dios desea la pureza de corazón. El estándar de Dios es más alto que el nuestro. A Dios no le importa solo la letra de la Ley, sino el espíritu con el que se cumple.
Santiago 1:27 dice que la religión que Dios acepta como "pura y sin mancha" incluye "guardarse sin mancha del mundo". Parte de estar "sin contaminar" en este mundo tendría que implicar mantener una vida de pensamientos puros.
La pureza sexual es un aspecto importante de la vida cristiana. "Ni presenten los miembros de su cuerpo al pecado como instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios como instrumentos de justicia" (Romanos 6:13). "Cada parte de ti mismo" incluye los ojos. En muchos sentidos, nuestros ojos funcionan como puertas de la mente, y debemos ser guardianes vigilantes para evitar que entre el pecado. Job se prometió a sí mismo que guardaría sus ojos de las mujeres, y su ejemplo es digno de imitar.
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