Pregunta
¿De qué manera oprimir a los pobres demuestra desprecio por su Hacedor (Proverbios 14:31)?
Respuesta
Proverbios 14:31 dice: "El que oprime al pobre afrenta a su Hacedor, pero el que se apiada del necesitado lo honra". Este versículo enseña un principio bíblico importante: el trato que damos a los demás refleja (y afecta) nuestra relación con Dios.
La palabra traducida como "oprime" también puede traducirse como "calumnia". Incluye la idea de menospreciar o degradar a los demás. Quienes menosprecian o degradan a los pobres muestran desprecio o insultan a Dios. El mismo principio se encuentra también en Proverbios 17:5, que dice: "El que se burla del pobre afrenta a su Hacedor". La pregunta sigue siendo: ¿por qué? ¿Cómo se insulta a Dios al calumniar a los pobres?
La clave se encuentra en la palabra "Hacedor". Todas las personas, independientemente de su condición social o situación económica, han sido creadas por Dios a Su imagen (Génesis 1:27). Esta verdad se repite en Proverbios 22:2: "El rico y el pobre tienen un lazo común: A ambos los hizo el Señor". Despreciar la creación de Dios es calumniar a Dios.
En Mateo 25:31-45, Jesús habla de un juicio venidero después de la tribulación. En los versículos 41-46, el Señor relaciona el trato que uno da a los demás con la relación que tiene con Él:
"Entonces dirá también a los de Su izquierda: Apártense de Mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; fui extranjero, y no me recibieron; estaba desnudo, y no me vistieron; enfermo, y en la cárcel, y no me visitaron. Entonces ellos también responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, o como extranjero, o desnudo, o enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? Él entonces les responderá: En verdad les digo que en cuanto ustedes no lo hicieron a uno de los más pequeños de estos, tampoco a Mí lo hicieron".
Jesús señala claramente que la forma en que tratamos a los necesitados es la forma en que lo tratamos a Él.
Santiago 2:1 dice: "Hermanos míos, no tengan su fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con una actitud de favoritismo". Utilizando el ejemplo de cómo los miembros de la iglesia podrían responder a un hombre rico y a un hombre pobre (versículos 2-4), Santiago recuerda a sus lectores que nuestro trato a los pobres es una aplicación del amor al prójimo como a nosotros mismos (versículo 8). Si no mostramos interés por los pobres, no estamos obedeciendo los mandamientos de Dios.
Esto, entonces, muestra otra forma en que oprimir a los pobres es mostrar desprecio por Dios: es desobedecer directamente Sus mandamientos de amar a tu prójimo como a ti mismo y no mostrar favoritismos. Primera de Juan 3:17 utiliza una pregunta retórica para expresar lo mismo: "Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él?".
Dios se preocupa profundamente por los pobres y espera que Sus discípulos también lo hagan. Más aún, debemos actuar en consecuencia: "Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad" (1 Juan 3:18). La forma en que tratamos a los pobres refleja nuestro amor por Dios. Cuando maltratamos a los pobres, tratamos a Dios con desprecio.
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¿De qué manera oprimir a los pobres demuestra desprecio por su Hacedor (Proverbios 14:31)?
