Pregunta
¿Qué dice la Biblia acerca de recibir un masaje o terapia de masaje?
Respuesta
Para muchos, pocas cosas dicen "relájate" como un masaje terapéutico o de tejido profundo. Hace décadas, los términos masajista o masseur solían implicar actividades dudosas de "luz roja" y, en algunos lugares, "masaje" sigue siendo una cobertura para la prostitución o la solicitud sexual. Sin embargo, en los últimos años la terapia de masaje se ha unido a la gama de servicios de lujo que se ofrecen en la mayoría de spas y centros turísticos. Los masajistas legítimos han recibido formación y han pasado requisitos estatales de licencia. Pero, dado que la terapia de masaje implica caricias físicas y contacto íntimo, ¿dice la Biblia algo que se pueda aplicar a recibir un masaje?
Romanos 13:14 nos instruye a "no [pensar] en proveer para las lujurias de la carne" (NBLA). Esa "provisión" puede variar de persona a persona. La implicación del apóstol Pablo es que debemos conocer nuestras propias debilidades y restringir nuestras decisiones para no dar lugar a que esas debilidades sean explotadas. Por ejemplo, un hombre que lucha contra el abuso del alcohol debe evitar casinos y clubes nocturnos donde la tentación pueda ser abrumadora. Una mujer que trabaja para superar la codicia y la irresponsabilidad financiera quizás deba rechazar invitaciones para ir de compras hasta que pueda confiar en sí misma.
De igual manera, si el toque suave de un desconocido tiene el poder de provocar lujuria o deseo sexual, entonces un masaje podría ser una provisión para la carne. Sin embargo, para la mayoría de las personas, un masaje es simplemente una forma de traer una hora de relajación a un mundo con exceso de estrés. Los terapeutas de masaje calificados se informan sobre las necesidades, sensibilidades y nivel de modestia deseado por el cliente, y ajustan su trabajo en consecuencia. Los profesionales mantienen ese nivel de profesionalismo durante toda la sesión, concentrándose en los sistemas musculares, las áreas de dolor específico y las técnicas de relajación. Cualquier terapeuta que cruce la línea hacia la insinuación o la sexualidad debe ser reportado de inmediato a un supervisor.
El masaje se ha unido a la quiropráctica como alternativa a veces más efectiva que el manejo médico tradicional del dolor. Quienes sufren condiciones crónicas como fibromialgia o artritis pueden beneficiarse mucho de un masaje profundo realizado por un terapeuta calificado. Debido a su naturaleza íntima, el masaje puede ser más beneficioso si lo realiza un terapeuta del mismo sexo que el cliente. Además, si la persona que busca tratamiento está casada, su cónyuge debe estar de acuerdo en que el masaje lo realice un terapeuta del sexo opuesto. Algunos esposos pueden sentirse incómodos si un hombre masajea a su esposa, y muchas esposas probablemente se sientan más a gusto con una mujer como terapeuta. Este es un área en la que los cónyuges deben someterse a los deseos del otro. 1 Corintios 7:4 recuerda a los casados que sus cuerpos pertenecen a su cónyuge, por lo que mostrar consideración hacia las sensibilidades del esposo o esposa honra tanto el matrimonio como al Señor.
Para quienes disfrutan del masaje como forma de relajación o manejo de dolor, la Biblia no tiene prohibiciones al respecto. Los cristianos deben hacer todo "como para el Señor" (Colosenses 3:23; 1 Corintios 10:31), incluyendo recibir un masaje. Si un creyente puede hacerlo con una conciencia limpia y sin caer en ninguna tentación, entonces es libre de disfrutarlo.
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