Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre los llamados al altar? ¿Son bíblicos los llamados al altar?
Respuesta
La práctica de los llamados al altar—invitar a las personas a pasar al frente después de un sermón evangelístico para confesar públicamente su fe en Cristo—ganó popularidad en el siglo XX, principalmente a través de "cruzadas" como las de Billy Graham. También conocida como el "sistema de invitación", esta práctica es común en algunos servicios de iglesia, especialmente en muchas denominaciones bautistas y otras iglesias evangélicas, donde los llamados al altar son una parte integral del culto.
Aunque los llamados al altar tal como se practican hoy no aparecen en la Biblia, sus defensores citan varios ejemplos bíblicos como apoyo para usarlos. En primer lugar, Cristo llamó públicamente a cada uno de Sus discípulos, diciéndoles: "Sígueme" (Mateo 4:19; 9:9) y esperando que respondieran de inmediato, lo cual hicieron. Jesús pedía una identificación pública con Él a quienes quisieran ser Sus discípulos. Claro está, el caso de Judas—quien también respondió públicamente dejando su vida anterior y siguiendo a Jesús—muestra que una respuesta externa no siempre es sinónimo de salvación.
Los defensores de los llamados al altar también citan Mateo 10:32 como prueba de que un nuevo creyente debe reconocer a Cristo "delante de los hombres" para que Él haga lo mismo. Llamar a las personas a pasar al frente de una iglesia o estadio ciertamente es una forma de reconocer públicamente que se ha tomado una decisión. La cuestión es si esa decisión nace de un arrepentimiento sincero y de fe genuina, o si es simplemente una reacción emocional a estímulos externos como música conmovedora, súplicas apasionadas desde el púlpito o el deseo de "seguir a la multitud". Romanos 10:9 deja claro que la salvación genuina proviene únicamente de una fe sincera en el corazón, la cual luego se expresa en una confesión verbal.
Al igual que la oración del pecador, un llamado al altar puede ser una expresión externa de arrepentimiento y fe genuinos en Cristo. El peligro está en confiar en la oración o en la respuesta como prueba de salvación (Mateo 7:22). La verdadera salvación produce una vida de santificación continua, en la que el Espíritu Santo en el creyente verdadero genera cada vez más Su fruto (Gálatas 5:22-23) como evidencia de la realidad de la fe salvadora.
English
¿Qué dice la Biblia sobre los llamados al altar? ¿Son bíblicos los llamados al altar?
