settings icon
share icon
Pregunta

¿Qué dice la Biblia sobre la hipocondría o ser hipocondríaco?

Respuesta


La hipocondría, también llamada trastorno de ansiedad por enfermedad o ansiedad por la salud, es una condición caracterizada por una preocupación excesiva de que la persona esté o pueda llegar a estar gravemente enferma. Síntomas menores de salud son interpretados por el hipocondríaco como señales de una enfermedad grave, lo que suele generar una ansiedad absorbente. Por ejemplo, un dolor de cabeza puede llevar a temer un tumor cerebral, o un simple virus puede producir el miedo de tener cáncer. En ocasiones, la hipocondría se intensifica en tiempos de estrés y puede llegar a ser debilitante.

La Biblia no menciona la hipocondría de manera directa, pero enseña claramente que los cristianos no deben preocuparse. En Filipenses 4:6 se nos ordena: "Por nada estén afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer sus peticiones delante de Dios" (NBLA). En este pasaje aprendemos que debemos llevar todas nuestras necesidades y preocupaciones a Dios en oración, en lugar de angustiarnos por ellas. Jesús nos asegura que nuestro Padre celestial suplirá todas nuestras necesidades (Mateo 6:25-34). Por lo tanto, no tenemos razón para preocuparnos por nada, incluida nuestra salud.

La Biblia también nos anima a guardar nuestro corazón, evitando alimentar nuestra mente con aquello que promueva la preocupación (Proverbios 4:23). Guardar el corazón significa cuidar lo que permitimos que entre en él y lo que dejamos que habite allí. Así que, si luchas con la hipocondría, evita sitios web de salud, programas de televisión y otros contenidos que saturen tu mente con síntomas médicos. También conviene evitar la compañía de personas que fomenten este tipo de pensamientos ansiosos.

Algunos creyentes que han atravesado la experiencia de la hipocondría han compartido que llevar un diario ha sido de gran ayuda. Cuando aparece un pensamiento destructivo, lo escriben inmediatamente y luego lo descartan de su mente. Llevar un diario también puede ayudarnos a prestar atención a lo que está ocurriendo en nuestro corazón y a presentar nuestras preocupaciones a Dios.

En 1 Pedro 5:7 se nos instruye: "[Echad] toda su ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes" (NBLA). Dios no quiere que llevemos sobre nuestros hombros el peso de los problemas y las cargas. A Dios le importa todo lo que nos sucede; ninguna preocupación es demasiado grande o demasiado pequeña para que Él la atienda. Cuando le entregamos a Dios nuestros problemas, incluida la hipocondría, Él promete darnos una paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7). Ora por sanidad y pídele a Dios que te libre de la hipocondría.

Si la lucha con la hipocondría persiste, busca consejería, ayuda profesional y/o terapia.

English



Retornar a la página inicial de Español

¿Qué dice la Biblia sobre la hipocondría o ser hipocondríaco?
Suscríbete a la

Pregunta de la Semana

Comparte esta página: Facebook icon Twitter icon Pinterest icon YouTube icon Email icon
© Copyright Got Questions Ministries