Pregunta
¿Qué clase de desenfreno pagano practicaron los israelitas? (Éxodo 32:6)
Respuesta
En Éxodo 32, Moisés desciende del monte después de hablar con el Señor y encuentra al pueblo de Israel entregado al pecado. El versículo 6 dice: "Al día siguiente se levantaron temprano y ofrecieron holocaustos y trajeron ofrendas de paz. El pueblo se sentó a comer y a beber, y se levantó a regocijarse" (NBLA). Pero ¿qué tipo de "regocijo" o desenfreno fue ese que siguió al banquete del pueblo?
El contexto nos ayuda a identificar las acciones principales que ofendieron al Señor. Primero, el versículo 4 muestra que el pueblo ofreció sacrificios a un becerro de oro. ¡Ya habían quebrantado el primer mandamiento antes de que Moisés siquiera regresara del monte! El versículo 6 también menciona que el comer y beber formaban parte de la festividad.
Segundo, Moisés identifica el ruido proveniente del campamento como "voces de canto" (Éxodo 32:18, NBLA). En su desenfreno pagano, los israelitas estaban cantando alabanzas al becerro de oro. No mucho tiempo atrás, habían cantado al Señor después de cruzar el Mar Rojo (Éxodo 15). Ahora, tristemente, su canto había cambiado de destinatario.
Tercero, el pueblo danzaba como parte de la celebración al ídolo. El versículo 19 dice: "Tan pronto como Moisés se acercó al campamento, vio el becerro y las danzas. Se encendió la ira de Moisés, arrojó las tablas de sus manos, y las hizo pedazos al pie del monte" (NBLA). El problema no era la danza en sí, sino que danzaban en adoración a un ídolo, lo que provocó la ira de Moisés—y también la del Señor.
Cuarto, había una actitud descontrolada de fiesta alrededor del becerro de oro. El versículo 25 expone esta vergonzosa realidad: "Viendo Moisés al pueblo desenfrenado, porque Aarón les había permitido el desenfreno para ser burla de sus enemigos" (NBLA). No se dan más detalles sobre su conducta, pero las acciones eran rebeldes, indecentes y claramente impías.
Al volverse hacia una imagen tallada, el pueblo se apartó del Señor (ver Deuteronomio 9:16). Aunque se decía que el becerro de oro representaba al dios que los había sacado de Egipto (Éxodo 32:4), el Dios verdadero no puede ser reducido a una imagen. Él no comparte Su gloria con nadie (Isaías 42:8). Por eso, Dios juzgó al pueblo en el monte Sinaí.
English
¿Qué clase de desenfreno pagano practicaron los israelitas? (Éxodo 32:6)
