Pregunta
¿Cómo debe responder un cristiano ante los inmigrantes ilegales?
Respuesta
La inmigración ilegal es un tema delicado y polémico en muchas partes del mundo. Existen posturas apasionadas y argumentos bíblicos en ambos lados del debate. La gran mayoría de los inmigrantes ilegales son personas que buscan seguridad y/o mejores oportunidades económicas para sí mismos o para sus familias. Esto plantea un dilema: como cristianos, ¿cuál debe ser nuestra prioridad? ¿Promover el respeto a las leyes o mostrar compasión hacia los más necesitados?
Te animamos a leer nuestros artículos sobre inmigración ilegal y refugiados. En resumen, basados en pasajes como Romanos 13:1–7 y 1 Pedro 2:13–14, estamos convencidos de que violar las leyes migratorias de una nación es pecado. ¿Deberían las naciones prósperas tener leyes migratorias compasivas? Por supuesto. Pero al mismo tiempo, la Biblia no prohíbe que una nación establezca y haga cumplir sus propias políticas de inmigración. Mientras estas leyes no contradigan la Palabra de Dios, desobedecerlas está mal. Más allá de los argumentos emocionales o las circunstancias difíciles, el acto inicial de ingresar ilegalmente a un país es un pecado.
Sin embargo, como cristianos, debemos distinguir entre nuestra postura frente al acto de cruzar ilegalmente una frontera y nuestra actitud hacia las personas que lo hacen. Los inmigrantes ilegales son seres humanos creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26), por quienes Cristo murió (Juan 3:16; 1 Juan 2:2). Nuestra primera responsabilidad como cristianos es reflejar a Cristo en nuestros pensamientos, palabras y acciones (Romanos 8:29). No hay lugar para el odio hacia los inmigrantes ilegales que buscan trabajo, refugio o una vida mejor. Debemos mostrar compasión cristiana hacia quienes arriesgan sus vidas intentando cruzar una frontera. Los actos de odio o violencia hacia los inmigrantes ilegales jamás deben ser tolerados por quienes llevan el nombre de Cristo.
Entonces, ¿cómo debe responder un cristiano ante los inmigrantes ilegales? De la misma manera que respondemos ante cualquier otra persona: con amor y compasión. La Biblia está llena de instrucciones para cuidar de los pobres, los necesitados y los afligidos (Éxodo 22:21; Mateo 25:31–45; Gálatas 2:10; Santiago 1:27; 2:15–16). Si bien no debemos promover, facilitar ni justificar la inmigración ilegal, sí debemos hacer todo lo posible por mostrar el amor de Cristo a los inmigrantes ilegales como personas.
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¿Cómo debe responder un cristiano ante los inmigrantes ilegales?
