Pregunta
¿Qué significa esperar?
Respuesta
Esperar es aguardar intencionalmente un acontecimiento previsto. Algunos sinónimos de esperar son aguardar, permanecer o demorar. La primera vez que aparece esta palabra en la Biblia (NBLA) es en Génesis 19:2, cuando Lot invitó a los dos visitantes de Sodoma: "entren en la casa de su siervo y pasen (esperen) en ella la noche y laven sus pies. Entonces se levantarán temprano y continuarán su camino". Esperar en casa de Lot significaba pasar la noche allí.
En muchos pasajes, “esperar” puede tener un significado más sutil y puede ser positivo o negativo, dependiendo de las circunstancias. Implica una demora más prolongada, como si una persona acampara en un lugar por un tiempo. Si tardamos porque el Señor o Sus siervos nos dijeron que lo hiciéramos, entonces estamos obrando correctamente. Pero si lo hacemos como forma de procrastinación o desobediencia, esa tardanza puede convertirse en pecado.
A lo largo de las Escrituras se nos dice que "esperemos en el Señor" (Salmo 27:14; 37:34). Este tipo de espera significa que no debemos adelantarnos al tiempo de Dios. Si buscamos sabiduría y dirección (Santiago 1:5), no debemos lanzar rápidamente una oración al cielo antes de salir corriendo con nuestras propias ideas. Debemos encomendar nuestro camino al Señor (Salmo 37:5), esperar hasta que se presente una opción sabia, y luego caminar hacia ella con confianza, porque nos detuvimos ante el Señor.
David "se sentó delante del Señor", deteniéndose en oración después de que Dios estableciera el pacto Davídica con él (2 Samuel 7:18). No fue una espera ociosa. David dedicó ese tiempo a la oración y a la acción de gracias.
Esperar ante el Señor implica aquietar nuestros corazones, orar acerca de nuestras preocupaciones, meditar en Su Palabra y escuchar Su voz. Jesús dijo: "Mis ovejas oyen mi voz... y me siguen" (Juan 10:27). Aprendemos a distinguir la voz del Señor de otras voces que resuenan en nuestras mentes, pasando tiempo en Su presencia. Cuando saturamos nuestras mentes y espíritus con la Palabra de Dios, la adoración y la oración sincera, Su voz es fácilmente reconocible. Esperar ante el Señor implica estar dispuesto a obedecer Su mandato. Podemos pensar en la espera como un corredor en la línea de salida, alerta y listo para el disparo de salida. El corredor se demora detrás de la línea, pero está esperando ansiosamente el permiso para correr. Si corre demasiado pronto, será descalificado. Por eso espera con impaciencia.
A menudo tenemos un problema de tardanza pecaminosa cuando nos demoramos después de que se nos ha dado la instrucción. Algunas personas que querían seguir a Jesús también querían demorarse antes de entrar de lleno. Lucas 9:57-62 registra tres casos en los que algunas personas dijeron que querían seguir a Jesús, pero suplicaron que se les concediera un tiempo de espera. En otras palabras, querían lo que Jesús les ofrecía, pero su tardanza indicaba una falta de compromiso. Cada uno quería posponer indefinidamente su obediencia hasta que decidiera que estaba preparado. Jesús no hizo excepciones con ninguno de ellos. Su respuesta final fue: "Nadie, que después de poner la mano en el arado mira atrás, es apto para el reino de Dios" (Lucas 9:62).
Por nuestro bien, Jesús se demora en Su regreso: "El Señor no se tarda en cumplir Su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con ustedes, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9-12).
Es peligroso demorarse en obedecer a Dios. Jesús puede regresar en cualquier momento, y nos veremos atrapados en cualquier situación que nos encuentre (2 Pedro 3:10). No habrá excusas. No habrá explicaciones. Ni segundas oportunidades. Él se demora para darnos tiempo a obedecerle, pero no se demorará para siempre. Romanos 13:11-14 dice: "Y hagan todo esto, conociendo el tiempo, que ya es hora de despertarse del sueño. Porque ahora la salvación está más cerca de nosotros que cuando creímos. La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz. Andemos decentemente, como de día, no en orgías y borracheras, no en promiscuidad sexual y lujurias, no en pleitos y envidias. Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no piensen en proveer para las lujurias de la carne". No hay razón alguna para demorarse en seguir esas instrucciones.
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¿Qué significa esperar?
