Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre el desperdicio de alimentos?
Respuesta
El desperdicio de comida es una preocupación mundial, ya que el hambre sigue siendo un problema para millones de personas en todo el mundo. Cada año, en Estados Unidos, se desperdicia cerca del 40 % de todos los alimentos. Esto equivale aproximadamente a 130 mil millones de comidas, con un valor total de más de 400 mil millones de dólares, que se tiran anualmente ("How We Fight Food Waste in the US", www.feedingamerica.org/our-work/our-approach/reduce-food-waste, consultado el 22/08/22). Desperdiciar comida, al igual que desperdiciar cualquier recurso que Dios nos haya dado, no es correcto.
Maná del cielo
Durante su travesía desde la esclavitud en Egipto, los hijos de Israel llegaron al desierto de Sin, entre Elim y Sinaí. Allí, el pueblo comenzó a murmurar contra Moisés por no tener suficiente comida, deseando las sobras que recibían de los egipcios. Dios le dijo a Moisés: "Yo haré llover pan del cielo para ustedes" (Éxodo 16:3, NBLA). Este "pan" fue llamado "maná", y aparecía cada mañana para que los israelitas lo recogieran y comieran. Moisés les dijo: "Cada uno recoja de él lo que vaya a comer. Tomarán como dos litros por cabeza, conforme al número de personas que cada uno de ustedes tiene en su tienda" (Éxodo 16:16, NBLA). Por lo tanto, debían tomar solo lo necesario para sus familias, y nada más. Esto no enseña explícitamente que desperdiciar comida sea un pecado, pero sí promueve la idea de tomar únicamente lo que se necesita. Y, por supuesto, tomar solo lo necesario es fundamental para evitar el desperdicio.
Jesús alimenta a los cinco mil
En el Nuevo Testamento, Jesús abordó directamente el concepto de desperdicio de comida cuando realizó el milagro de alimentar a los cinco mil. Después de multiplicar cinco panes de cebada y dos pescados pequeños para miles de personas, todos comieron y quedaron satisfechos. Entonces Jesús dijo: "Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada" (Juan 6:12, NBLA). Las sobras de aquel gran banquete "llenaron doce cestas" (Juan 6:13, NBLA). Aunque se desconoce qué hicieron con esas sobras, Jesús especificó que no se desperdiciara nada. Podemos asumir que Su intención era alimentar a más personas con hambre en otro lugar. Entre otras lecciones, Jesús estaba enseñando a Sus discípulos el concepto de una correcta administración de los recursos. Desperdiciar lo que Dios nos ha bendecido no es lo correcto.
Obras de caridad
Jesús habló sobre la importancia de hacer obras de caridad para los demás (Mateo 6:3), y específicamente elogió alimentar a los pobres (Mateo 25:35). No podemos alimentar a los pobres con comida que hemos tirado. Es razonable sugerir que desperdiciar comida de manera intencional es un pecado, ya que priva a los necesitados de algo que les podríamos haber dado. El desperdicio de comida elimina una oportunidad práctica de bendecir a otros.
Varios pasajes de la Escritura elogian la disposición a dar: "Al que te pida, dale; y al que desee pedirte prestado, no le vuelvas la espalda" (Mateo 5:42, NBLA). Los ricos deben "[ser] generosos y prontos a compartir" (1 Timoteo 6:18, NBLA). Ver también Romanos 12:8 y Efesios 4:28. Si vamos a dar comida, no podemos al mismo tiempo estar desperdiciándola. La idea de desperdiciar deliberadamente un recurso que podría beneficiar a otros es ajena al concepto cristiano de caridad.
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¿Qué dice la Biblia sobre el desperdicio de alimentos?
