Pregunta
¿Dice la Biblia que hay que creer en uno mismo?
Respuesta
En nuestra época de psicología popular y autoanálisis, la pregunta de si la Biblia enseña que debemos "creer en nosotros mismos" es oportuna y necesaria. Nuestra cultura está fuertemente orientada hacia la autoafirmación, el "sigue tu corazón" y el orgullo personal. En algunos casos, incluso se nos anima a alejarnos de cualquiera que no nos apruebe en todo momento. Frases como "Sé tú mismo", "Cree en ti", "Ámate a ti mismo" y otras similares están de moda.
La exhortación a creer en uno mismo puede tener diferentes significados. Por supuesto, no hay nada de malo en creer que tenemos la capacidad de hacer algo cuando realmente poseemos esa capacidad. Tampoco hay nada malo en tener confianza para tomar decisiones o intentar nuevos caminos. La autoconfianza es buena, dentro de ciertos límites. Mientras esté acompañada de humildad, sensatez y temor de Dios, puede ser un rasgo valioso y ayudarnos a evitar una actitud derrotista. Sin embargo, creer en uno mismo puede llevarse a extremos pecaminosos. Y, sin importar cuánto creamos en nosotros mismos, eso no garantiza que obtendremos los resultados que deseamos.
La Biblia aborda el tema de creer en uno mismo y advierte sobre la insensatez de poner nuestra confianza en lo incorrecto. Primero, describe la naturaleza y el carácter de Dios como perfectamente confiables: "¡La Roca! Su obra es perfecta, porque todos Sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, Justo y recto es Él" (Deuteronomio 32:4). Como sabemos que Dios es digno de confianza, debemos creer en Él.
En segundo lugar, la Biblia describe la naturaleza y el carácter del ser humano como indignos de confianza. Aparte del arrepentimiento y la fe en Cristo, el hombre es descrito como malvado y pecador. En Romanos 3:10-12, Pablo cita los Salmos 14 y 53 al describir la naturaleza humana: "No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se han desviado, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno". En Lucas 18:19, el Señor Jesús dice: "Nadie es bueno, sino solo uno, Dios". Estos versículos y muchos otros declaran que el corazón humano es pecaminoso. Jeremías 17:9 lo llama "engañoso". La Biblia no enseña que debemos creer en nosotros mismos en el sentido de confiar en nuestra propia bondad o valor. Lo que Dios quiere que sepamos de nosotros es que somos profundamente pecadores y vivimos en rebelión contra Él y Su Palabra. Y, debido a este pecado y rebelión, somos merecedores de condenación eterna.
En Su gracia, Dios no nos deja en esta condición. Envió al Salvador, Su propio Hijo, Jesucristo. En todo el Nuevo Testamento se nos ordena no "creer en nosotros mismos", sino "creer en Jesucristo" (por ejemplo, Hechos 16:31). Solo a través de la fe en Jesús podemos ser salvos.
La Biblia está llena de advertencias para que no creamos en nosotros mismos:
"No te apoyes en tu propio entendimiento" (Proverbios 3:5).
"El que confía en su propio corazón es un necio" (Proverbios 28:26).
"Pues vano es el auxilio del hombre" (Salmo 108:12).
"Así dice el Señor: No se gloríe el sabio de su sabiduría, ni se gloríe el poderoso de su poder, ni el rico se gloríe de su riqueza" (Jeremías 9:23).
En contraste, la Biblia nos llama a confiar en Dios:
"Confía en el Señor con todo tu corazón" (Proverbios 3:5).
"El que confía en el Señor prosperará" (Proverbios 28:25).
"El que confía en el Señor estará seguro" (Proverbios 29:25).
"Confíen en el Señor su Dios, y estarán seguros" (2 Crónicas 20:20).
Jesús dijo: "No se turbe su corazón; crean en Dios, crean también en Mí" (Juan 14:1). Jesús es la verdad (Juan 14:6), y Sus palabras son "espíritu y son vida" (Juan 6:63).
Debido a que estamos llenos de pecado, no debemos creer en nosotros mismos. Nuestra fuerza fallará, y por eso necesitamos la fortaleza del Señor (Filipenses 4:13; Isaías 40:28-31). Nuestra sabiduría fracasará, y por eso necesitamos la sabiduría que viene de lo alto (Santiago 1:5). Debemos apartar la mirada de nosotros mismos y dirigirla a la grandeza y gloria de Dios, creer en Cristo y vivir para Su gloria (Colosenses 3:17). Al hacerlo, experimentaremos la plenitud del gozo y el favor de Dios. El Salmo 115:1 debe estar siempre en nuestra mente y corazón: "No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a Tu nombre da gloria, por Tu misericordia, por Tu fidelidad".
En resumen, la Biblia no enseña que debemos creer en nosotros mismos. Más bien, nos enseña a apartar nuestra mirada de nuestro ser pecaminoso y dirigirla a la gloria y la bondad de Dios y a Su obra a nuestro favor en Cristo. Debemos creer en Jesús.
"Confía en el Señor con todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propio entendimiento.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y Él enderezará tus sendas" (Proverbios 3:5-6).
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¿Dice la Biblia que hay que creer en uno mismo?
