Pregunta
¿Qué es un voto de silencio?
Respuesta
Un voto de silencio es una práctica en la que una persona se compromete a no hablar durante un período específico de tiempo, generalmente con fines espirituales o meditativos. Esta práctica ha sido observada por muchas órdenes religiosas a lo largo de la historia, tanto cristianas como no cristianas. Por ejemplo, el antiguo filósofo griego Pitágoras exigía a sus alumnos guardar votos de silencio durante períodos prolongados mientras aprendían sus enseñanzas (Jámblico, Vida de Pitágoras, cap. XVII).
Dentro del cristianismo, la práctica se observa principalmente en las tradiciones católicas y monásticas como parte de una estructura religiosa más formal. Por ejemplo, La Regla de San Benito dice: "Puesto que el espíritu de silencio es tan importante, el permiso para hablar debe concederse rara vez, incluso a los discípulos perfectos" (cap. 6), y "Cuando salgan de Completas, no se permitirá que nadie diga nada a partir de ese momento. Y si alguien es hallado evadiendo esta regla de silencio, deberá ser severamente castigado" (cap. 42). Irónicamente, algunas organizaciones seculares han comenzado a practicar votos de silencio como una forma de generar conciencia sobre diversos problemas sociales, como la pobreza infantil o la marginación de ciertos grupos.
No hay ninguna mención en la Biblia de un "voto de silencio". Por lo tanto, los cristianos no están obligados a hacer un voto de silencio. De hecho, la Biblia nunca ordena a un cristiano hacer ningún tipo de voto. Hay algunos ejemplos en la Biblia de personas que hicieron votos, pero la mayoría de ellos se encuentran en el Antiguo Testamento y están basados en la Ley de Moisés. En el libro de Hechos, se registra que Pablo hizo un voto durante uno de sus viajes misioneros (Hechos 18:18). No sabemos con certeza la naturaleza exacta del voto, pero probablemente fue un voto nazareo (ver Números 6:1–21). Nuevamente, esto fue algo que Pablo hizo voluntariamente y no por obligación. Tal decisión de Pablo es comprensible, ya que buscaba vivir irreprensiblemente entre sus compatriotas judíos (ver 1 Corintios 9:20).
Dado que Jesús cumplió completamente los requisitos de la ley a través de Su vida y ministerio (Mateo 5:17–18), los cristianos no están obligados a guardar votos para apaciguar a Dios o cumplir Sus mandamientos. Más bien, la Biblia enseña que debemos simplemente mantener nuestra palabra. Jesús enseñó que tu "sí" sea "sí" y tu "no" sea "no" (Mateo 5:37).
Aunque un cristiano no está obligado a hacer un voto de silencio, aún hay beneficio en practicar momentos de quietud y reflexión interna. Dios una vez se reveló al profeta Elías a través de un suave susurro (1 Reyes 19:11–13). Los cristianos deben ser conocidos como personas pacíficas: "Tengan por su ambición el llevar una vida tranquila, y se ocupen en sus propios asuntos y trabajen con sus manos" (1 Tesalonicenses 4:11, NBLA). Y Santiago 1:19 dice: "Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar" (NBLA).
Esto es especialmente cierto para los cristianos que viven en países occidentales y desarrollados donde la vida es "ruidosa". Con un flujo constante de "ruido" que proviene de los noticieros, los deportes, las redes sociales, los teléfonos, los anuncios y más, el silencio es un concepto ajeno para muchas personas. Un cristiano puede evitar tales distracciones viviendo una vida tranquila y contenta, siendo responsable ante Dios y viviendo con humildad (ver Eclesiastés 2:24). Un creyente puede buscar momentos de silencio y, deliberadamente, apagar el bullicio del mundo: sentarse en silencio para orar, hacer un ayuno de medios, apagar el teléfono durante el fin de semana o simplemente salir a caminar para disfrutar los sonidos naturales y "tranquilos" de la creación de Dios.
Así que, aunque un cristiano no está obligado a hacer un voto oficial de silencio, puede ser beneficioso para su crecimiento espiritual practicar momentos de quietud y reflexión a lo largo de la vida.
Dentro del cristianismo, la práctica se observa principalmente en las tradiciones católicas y monásticas como parte de una estructura religiosa más formal. Por ejemplo, La Regla de San Benito dice: "Puesto que el espíritu de silencio es tan importante, el permiso para hablar debe concederse rara vez, incluso a los discípulos perfectos" (cap. 6), y "Cuando salgan de Completas, no se permitirá que nadie diga nada a partir de ese momento. Y si alguien es hallado evadiendo esta regla de silencio, deberá ser severamente castigado" (cap. 42). Irónicamente, algunas organizaciones seculares han comenzado a practicar votos de silencio como una forma de generar conciencia sobre diversos problemas sociales, como la pobreza infantil o la marginación de ciertos grupos.
No hay ninguna mención en la Biblia de un "voto de silencio". Por lo tanto, los cristianos no están obligados a hacer un voto de silencio. De hecho, la Biblia nunca ordena a un cristiano hacer ningún tipo de voto. Hay algunos ejemplos en la Biblia de personas que hicieron votos, pero la mayoría de ellos se encuentran en el Antiguo Testamento y están basados en la Ley de Moisés. En el libro de Hechos, se registra que Pablo hizo un voto durante uno de sus viajes misioneros (Hechos 18:18). No sabemos con certeza la naturaleza exacta del voto, pero probablemente fue un voto nazareo (ver Números 6:1–21). Nuevamente, esto fue algo que Pablo hizo voluntariamente y no por obligación. Tal decisión de Pablo es comprensible, ya que buscaba vivir irreprensiblemente entre sus compatriotas judíos (ver 1 Corintios 9:20).
Dado que Jesús cumplió completamente los requisitos de la ley a través de Su vida y ministerio (Mateo 5:17–18), los cristianos no están obligados a guardar votos para apaciguar a Dios o cumplir Sus mandamientos. Más bien, la Biblia enseña que debemos simplemente mantener nuestra palabra. Jesús enseñó que tu "sí" sea "sí" y tu "no" sea "no" (Mateo 5:37).
Aunque un cristiano no está obligado a hacer un voto de silencio, aún hay beneficio en practicar momentos de quietud y reflexión interna. Dios una vez se reveló al profeta Elías a través de un suave susurro (1 Reyes 19:11–13). Los cristianos deben ser conocidos como personas pacíficas: "Tengan por su ambición el llevar una vida tranquila, y se ocupen en sus propios asuntos y trabajen con sus manos" (1 Tesalonicenses 4:11, NBLA). Y Santiago 1:19 dice: "Pero que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar" (NBLA).
Esto es especialmente cierto para los cristianos que viven en países occidentales y desarrollados donde la vida es "ruidosa". Con un flujo constante de "ruido" que proviene de los noticieros, los deportes, las redes sociales, los teléfonos, los anuncios y más, el silencio es un concepto ajeno para muchas personas. Un cristiano puede evitar tales distracciones viviendo una vida tranquila y contenta, siendo responsable ante Dios y viviendo con humildad (ver Eclesiastés 2:24). Un creyente puede buscar momentos de silencio y, deliberadamente, apagar el bullicio del mundo: sentarse en silencio para orar, hacer un ayuno de medios, apagar el teléfono durante el fin de semana o simplemente salir a caminar para disfrutar los sonidos naturales y "tranquilos" de la creación de Dios.
Así que, aunque un cristiano no está obligado a hacer un voto oficial de silencio, puede ser beneficioso para su crecimiento espiritual practicar momentos de quietud y reflexión a lo largo de la vida.