Pregunta

¿Qué son las compuertas del cielo (Génesis 7:11)?

Respuesta
En los días de Noé, cuando Dios trajo la destrucción prometida sobre la tierra por medio del agua, el diluvio provino de dos fuentes: "se rompieron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo fueron abiertas" (Génesis 7:11, NBLA). Cuarenta días después, cuando cesó la lluvia, "las fuentes del abismo y las compuertas del cielo se cerraron, y se detuvo la lluvia del cielo" (Génesis 8:2, NBLA). Luego de eso, las aguas prevalecieron sobre la tierra por otros 110 días (Génesis 7:24).

Las "fuentes del gran abismo" y las "compuertas del cielo" son metáforas que describen manantiales subterráneos brotando con fuerza desde la tierra y lluvias torrenciales cayendo repentinamente desde lo alto, como si se hubieran abierto unas compuertas en el firmamento. La expresión compuertas del cielo representa una visión del mundo en la que la tierra está rodeada por una estructura sólida en forma de bóveda, como una tienda, que tiene aberturas. Si la teoría moderna del dosel (canopy) fuera correcta, estas compuertas celestiales serían más literales que figuradas.

En otros pasajes de la Biblia, las "compuertas del cielo" simbolizan la forma en que Dios se comunica desde el cielo e interviene en los asuntos humanos. El camino de liberación que Dios proveyó al pueblo de Samaria se describe como el Señor abriendo compuertas en el cielo (ver 2 Reyes 7:2, 19). En el Salmo 78:23, Dios menciona que abrió "las puertas de los cielos" para hacer llover maná en el desierto y alimentar al pueblo de Israel (cf. Éxodo 16:4).

En Malaquías 3:10, Dios promete abrir las compuertas del cielo y derramar bendiciones abundantes sobre quienes lo honran y obedecen: "Traigan todo el diezmo al alfolí, para que haya alimento en Mi casa; y pónganme ahora a prueba en esto, dice el Señor de los ejércitos, si no les abro las ventanas de los cielos, y derramo para ustedes bendición hasta que sobreabunde" (NBLA). En contraste, el profeta Isaías habla del juicio de Dios descendiendo cuando se abren las compuertas del cielo (Isaías 24:18).

En varias ocasiones, los cielos se abrieron y personas vieron u oyeron visiones de parte de Dios (Ezequiel 1:1; Apocalipsis 4:1; 19:11). "Después de ser bautizado, Jesús salió del agua inmediatamente; y los cielos se abrieron en ese momento y él vio al Espíritu de Dios que descendía como una paloma y venía sobre Él. Y se oyó una voz de los cielos que decía: "Este es Mi Hijo amado en quien me he complacido"" (Mateo 3:16–17, NBLA; cf. Marcos 1:10; Lucas 3:21; Juan 1:51). Justo antes de ser apedreado, Esteban vio los cielos abiertos y a Jesús de pie a la derecha de Dios (Hechos 7:56). Los cielos también se abrieron para revelar una visión a Pedro (Hechos 10:9–16).

La imagen hebrea de las "compuertas del cielo" abiertas siempre transmite la idea de un derramamiento abundante, ya sea de lluvia, juicio extremo, alimento en abundancia o bendiciones desbordantes. En todos los casos, es Dios quien tiene el control de abrir y cerrar las compuertas del cielo.