Pregunta
¿Qué es un necio según el libro de Proverbios?
Respuesta
La palabra "necio" aparece decenas de veces en el libro de Proverbios. A menudo, los caminos del necio se contrastan con los del sabio. En el uso moderno, un "necio" se puede entender como un "tonto", un "ignorante" o simplemente una "persona ridícula", pero ¿cómo define Proverbios al necio?
Al observar algunos de los pasajes donde aparece esta palabra, podemos entender mejor su significado. Proverbios 10:8 menciona al "necio charlatán". Una característica del necio es que habla sin parar y no se distingue precisamente por escuchar la sabiduría (ver también 10:10).
Proverbios 10:14 dice: "pero la boca del necio es ruina cercana" (NBLA). Esto contrasta el discurso del necio con el conocimiento del sabio. El necio no se interesa por aprender; está demasiado ocupado hablando.
Proverbios 10:18 enseña que "el que esparce calumnia es un necio" (NBLA). El necio habla mal de los demás en vez de ser reconocido por animar o edificar.
Proverbios 10:23 añade que "como diversión es para el necio el hacer maldad" (NBLA). Esta persona no toma en serio el pecado ni sus consecuencias.
Proverbios 12:15 dice: "El camino del necio es recto a sus propios ojos, pero el que escucha consejos es sabio" (NBLA). El necio rechaza las advertencias ajenas y solo se escucha a sí mismo.
Proverbios 13:16 dice: "El necio ostenta necedad" (NBLA). Es decir, no solo comete errores, sino que se jacta de ellos.
Proverbios 14:16 enseña que "el necio es arrogante y descuidado" (NBLA). Vive sin previsión, sin pensar en cómo sus actos afectan a otros y a sí mismo.
Proverbios 15:5 muestra que "el necio rechaza la disciplina de su padre" (NBLA). No solo desobedece a sus padres, sino que desprecia activamente su enseñanza.
Proverbios 26:11 utiliza un paralelismo gráfico para ilustrar la conducta del necio: "Como perro que vuelve a su vómito, es el necio que repite su necedad" (NBLA). El necio no aprende de sus errores; los repite.
En muchos pasajes de la Escritura, el necio se asocia con la maldad y con el rechazo directo de Dios (por ejemplo, en el Salmo 53:1). Como Dios es infinitamente sabio, quien lo ignora inevitablemente se aleja de la sabiduría y termina actuando como un necio. Es necio quien no sigue las advertencias ni los mandamientos del Señor, no se interesa por los demás, no procura evitar el pecado y presume de sus malas acciones. La Escritura es clara: debemos evitar vivir como necios. En cambio, debemos temer al Señor, andar en Su sabiduría y seguir Sus caminos. Sabemos que "el que anda con sabiduría será librado" (Proverbios 28:26, NBLA).
Al observar algunos de los pasajes donde aparece esta palabra, podemos entender mejor su significado. Proverbios 10:8 menciona al "necio charlatán". Una característica del necio es que habla sin parar y no se distingue precisamente por escuchar la sabiduría (ver también 10:10).
Proverbios 10:14 dice: "pero la boca del necio es ruina cercana" (NBLA). Esto contrasta el discurso del necio con el conocimiento del sabio. El necio no se interesa por aprender; está demasiado ocupado hablando.
Proverbios 10:18 enseña que "el que esparce calumnia es un necio" (NBLA). El necio habla mal de los demás en vez de ser reconocido por animar o edificar.
Proverbios 10:23 añade que "como diversión es para el necio el hacer maldad" (NBLA). Esta persona no toma en serio el pecado ni sus consecuencias.
Proverbios 12:15 dice: "El camino del necio es recto a sus propios ojos, pero el que escucha consejos es sabio" (NBLA). El necio rechaza las advertencias ajenas y solo se escucha a sí mismo.
Proverbios 13:16 dice: "El necio ostenta necedad" (NBLA). Es decir, no solo comete errores, sino que se jacta de ellos.
Proverbios 14:16 enseña que "el necio es arrogante y descuidado" (NBLA). Vive sin previsión, sin pensar en cómo sus actos afectan a otros y a sí mismo.
Proverbios 15:5 muestra que "el necio rechaza la disciplina de su padre" (NBLA). No solo desobedece a sus padres, sino que desprecia activamente su enseñanza.
Proverbios 26:11 utiliza un paralelismo gráfico para ilustrar la conducta del necio: "Como perro que vuelve a su vómito, es el necio que repite su necedad" (NBLA). El necio no aprende de sus errores; los repite.
En muchos pasajes de la Escritura, el necio se asocia con la maldad y con el rechazo directo de Dios (por ejemplo, en el Salmo 53:1). Como Dios es infinitamente sabio, quien lo ignora inevitablemente se aleja de la sabiduría y termina actuando como un necio. Es necio quien no sigue las advertencias ni los mandamientos del Señor, no se interesa por los demás, no procura evitar el pecado y presume de sus malas acciones. La Escritura es clara: debemos evitar vivir como necios. En cambio, debemos temer al Señor, andar en Su sabiduría y seguir Sus caminos. Sabemos que "el que anda con sabiduría será librado" (Proverbios 28:26, NBLA).