Pregunta

¿Qué significa estar "en apuros, mas no desesperados" (2 Corintios 4:8)?

Respuesta
En 2 Corintios, el apóstol Pablo defiende su ministerio ante quienes lo atacaban a él y al evangelio que predicaba. El capítulo 4 es una parte clave de su argumento, ya que reconoce muchas de las debilidades que sus detractores señalaban, tanto físicas como emocionales (2 Corintios 10:10). Sin embargo, en lugar de promover su propia fuerza, Pablo señala el poder de Dios, que lo sostiene en cada crisis (2 Corintios 4:7). En los versículos 8 y 9, enumera una serie de cuatro dificultades, cada una contrastada con la protección y provisión de Dios. El versículo 8 contiene una de estas antítesis, cuando Pablo declara que los apóstoles están "en apuros, mas no desesperados" (2 Corintios 4:8).

Según A Greek-English Lexicon of the New Testament and Other Early Christian Literature, la palabra traducida como "en apuros" en el idioma original significa simplemente estar "confundido", "incierto" o "en duda". Un buen ejemplo de esta palabra se encuentra en Gálatas 4:20, donde Pablo experimenta una "perplejidad pastoral" por el comportamiento inconsistente de los gálatas. Un momento estaban entusiasmados con el evangelio, y al siguiente seguían a falsos maestros (Gálatas 4:14–17). Como muchos pastores a lo largo de la historia, Pablo experimentó dudas e incertidumbre respecto a su ministerio, su fuerza personal y las iglesias que dejaba atrás durante sus viajes (2 Corintios 11:28–29). Estas son las dudas que expresa al decir que está "en apuros, mas no desesperado" (2 Corintios 4:8).

La palabra traducida como "desesperados" revela un juego de palabras fascinante: en el idioma original, es la misma palabra que se traduce como "en apuros", pero con el prefijo ex- añadido. Así como en español usamos "exceso" para indicar algo que va más allá del límite, el prefijo ex- en este caso intensifica la palabra original. La idea es "más allá de los apuros" o "completamente perdido". Pablo está diciendo que ha experimentado dudas y confusión, pero no hasta el punto de la desesperación o del colapso. Ha estado presionado, pero no aplastado; confundido, pero no destruido; en crisis, pero nunca vencido por completo. La idea principal es que Pablo ha pasado por momentos de confusión y duda, pero Dios nunca ha permitido que eso lo sobrepase.

¿Y nosotros? Al igual que Pablo, muchas veces experimentamos confusión y duda. Podemos preguntarnos por qué Dios permite que algo malo nos suceda o si alguien que amamos perseverará en la fe. Estos sentimientos de incertidumbre son normales. Como Pablo, podemos consolarnos con el hecho de que Dios sigue teniendo el control en cada situación de nuestra vida. Podemos estar "en apuros, mas no desesperados", porque no ponemos "nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven. Porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas" (2 Corintios 4:18, NBLA).