Pregunta

¿Qué dice la Biblia sobre la percepción extrasensorial (ESP)?

Respuesta
La percepción extrasensorial (ESP, por sus siglas en inglés), también conocida como "sexto sentido" o "segunda vista", se define como "la capacidad de recibir información mentalmente, a través de la mente, en lugar de por medio de los sentidos físicos". La intuición, la telepatía, la psicometría, la clariaudiencia, la clarividencia, la precognición o la retrocognición son habilidades psíquicas que entran en la definición de ESP. La comunidad científica, en su mayoría, rechaza la legitimidad de la ESP debido a la falta de evidencia, de técnicas experimentales confiables o incluso de una teoría que la explique. Como cristianos, podemos acudir a la Biblia para saber cómo debemos responder, si es que debemos hacerlo, a la supuesta existencia de la ESP.

La Biblia reconoce que existe un ámbito espiritual con el que podemos interactuar, y que hay fuerzas espirituales malignas contra las que debemos luchar (Efesios 6:12). Pero se advierte al pueblo de Dios que no busque la sabiduría ni participe en actividades espirituales que no provengan de Dios (Levítico 19:31; 20:27). El Espíritu Santo de Dios es quien guía, convence de pecado y trae consuelo al corazón y la mente del creyente (Romanos 8:9–11; Juan 16:13). Esto no es ESP, sino la presencia de Dios en nosotros. La conexión del creyente con Dios no se debe confundir con una habilidad psíquica humana.

Incluso si la ciencia pudiera probar la ESP más allá de toda duda, podemos estar seguros de que no vendría de Dios, sino de fuerzas demoníacas (2 Corintios 11:13–15). Afirmar tener ESP es insensatez y un rechazo del poder y autoridad supremos de Dios (ver 2 Crónicas 33:6). Los demonios son reales y, por naturaleza, son mentirosos: "En los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios" (1 Timoteo 4:1, NBLA). Los cristianos deben estar alerta para no ser desviados por una falsa sabiduría, ideas erróneas y visiones engañosas. La ESP, la intuición, las impresiones emocionales o las voces en la mente no sustituyen la Palabra de Dios. Debemos rechazar todo lo que minimice la revelación especial de Dios en la Biblia (1 Pedro 5:8; 2 Timoteo 3:16–17).

En lugar de confiar en poderes místicos o psíquicos como la ESP, los cristianos deben confiar en la sabiduría y el poder de Dios (Isaías 8:19–20; Santiago 1:5; Salmo 28:7). Dios ha hablado, y lo ha hecho claramente (Miqueas 6:8). El salmista oró: "Abre mis ojos, para que vea las maravillas de Tu ley" (Salmo 119:18, NBLA). La percepción que necesitamos es "extrasensorial" solo en el sentido de que viene de Dios, y el propósito de tener percepción es entender la Palabra de Dios, eterna e inmutable, por escrito.

Los creyentes no deben intentar desarrollar "habilidades" de ESP ni buscar un conocimiento místico aparte de lo que Dios nos ha dado en Su Palabra. Debemos desarrollar la semejanza a Cristo y tener hambre de justicia (Mateo 5:6). Hemos de procurar ser buenos siervos del Señor, sin involucrarnos en prácticas irreverentes, egoístas u ocultistas. Debemos entrenarnos en la piedad mediante la obediencia a Cristo, porque la piedad es de provecho tanto para la vida presente como para la vida eterna venidera (1 Timoteo 4:7–8; Santiago 4:7).