Pregunta
La paciencia de Job — ¿Por qué Job es recordado por su paciencia?
Respuesta
Cuando alguien demuestra gran resistencia frente a todo tipo de pruebas, molestias o provocaciones, solemos decir que tiene "la paciencia de Job". Esta expresión describe a quienes perseveran con nobleza ante dificultades abrumadoras. Su origen está en Santiago 5:10–11: "Hermanos, tomen como ejemplo de paciencia y aflicción a los profetas que hablaron en el nombre del Señor. Miren que tenemos por bienaventurados a los que sufrieron. Han oído de la paciencia de Job, y han visto el resultado del proceder del Señor, que el Señor es muy compasivo y misericordioso" (NBLA).
Entre los muchos ejemplos del Antiguo Testamento sobre paciencia, Job es el principal. Es considerado el modelo por excelencia de paciencia, y hay muchas razones para ello.
La paciencia de Job destaca porque soportó un sufrimiento extremo. Job perdió a todos sus hijos y sus bienes en un solo día. Luego fue afligido con llagas dolorosas, y su esposa no le brindó apoyo alguno—al contrario, le animó a rendirse, maldecir a Dios y morir (Job 2:9). Cuando llegaron sus tres amigos para consolarlo, ni siquiera lo reconocieron desde lejos (Job 2:12). Para colmo, esos amigos lo acusaron falsamente y atribuyeron sus desgracias a un corazón no arrepentido. A pesar de todo esto, Job lo soportó con paciencia (Job 2:10).
Santiago usó a Job como ejemplo destacado de paciencia en el sufrimiento porque sus lectores probablemente enfrentaban circunstancias similares. Para cuando se escribió la carta de Santiago, Esteban ya había sido asesinado como el primer mártir cristiano (Hechos 6–7). Los primeros cristianos judíos habían huido de Jerusalén en busca de seguridad (Hechos 8:1). Saulo había arrestado a creyentes en Jerusalén (Hechos 9). En Hechos 12 (alrededor del año 42 d.C.), Jacobo había sido ejecutado, y Pedro apenas escapó con vida. Santiago escribió su epístola entre los años 44 y 49, durante un período de mucha agitación y persecución para la iglesia primitiva. Los creyentes necesitaban perseverancia.
Dado el sufrimiento que enfrentaban estos primeros cristianos, era importante recordarles que, al igual que Job, ellos no estaban sufriendo por haber hecho algo malo, sino que debían soportar con paciencia por causa de Cristo. Así como Job atravesó muchas pruebas, ellos también enfrentarían dificultades al vivir para Dios. Este es uno de los temas centrales de la carta de Santiago (1:2–4, 12–15; 5:7–13).
Aún hoy, la paciencia de Job sigue siendo una inspiración para los cristianos que atraviesan tiempos de lucha y sufrimiento. Pase lo que pase, estamos llamados a seguir el ejemplo de Job, perseverando pacientemente en nuestro servicio y adoración al Señor, recordando que nuestro Dios es "muy compasivo y misericordioso" (Santiago 5:11, NBLA).
Entre los muchos ejemplos del Antiguo Testamento sobre paciencia, Job es el principal. Es considerado el modelo por excelencia de paciencia, y hay muchas razones para ello.
La paciencia de Job destaca porque soportó un sufrimiento extremo. Job perdió a todos sus hijos y sus bienes en un solo día. Luego fue afligido con llagas dolorosas, y su esposa no le brindó apoyo alguno—al contrario, le animó a rendirse, maldecir a Dios y morir (Job 2:9). Cuando llegaron sus tres amigos para consolarlo, ni siquiera lo reconocieron desde lejos (Job 2:12). Para colmo, esos amigos lo acusaron falsamente y atribuyeron sus desgracias a un corazón no arrepentido. A pesar de todo esto, Job lo soportó con paciencia (Job 2:10).
Santiago usó a Job como ejemplo destacado de paciencia en el sufrimiento porque sus lectores probablemente enfrentaban circunstancias similares. Para cuando se escribió la carta de Santiago, Esteban ya había sido asesinado como el primer mártir cristiano (Hechos 6–7). Los primeros cristianos judíos habían huido de Jerusalén en busca de seguridad (Hechos 8:1). Saulo había arrestado a creyentes en Jerusalén (Hechos 9). En Hechos 12 (alrededor del año 42 d.C.), Jacobo había sido ejecutado, y Pedro apenas escapó con vida. Santiago escribió su epístola entre los años 44 y 49, durante un período de mucha agitación y persecución para la iglesia primitiva. Los creyentes necesitaban perseverancia.
Dado el sufrimiento que enfrentaban estos primeros cristianos, era importante recordarles que, al igual que Job, ellos no estaban sufriendo por haber hecho algo malo, sino que debían soportar con paciencia por causa de Cristo. Así como Job atravesó muchas pruebas, ellos también enfrentarían dificultades al vivir para Dios. Este es uno de los temas centrales de la carta de Santiago (1:2–4, 12–15; 5:7–13).
Aún hoy, la paciencia de Job sigue siendo una inspiración para los cristianos que atraviesan tiempos de lucha y sufrimiento. Pase lo que pase, estamos llamados a seguir el ejemplo de Job, perseverando pacientemente en nuestro servicio y adoración al Señor, recordando que nuestro Dios es "muy compasivo y misericordioso" (Santiago 5:11, NBLA).